"Jonghyun, i love you" -- ChangRick

Único capitulo

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ChangHyun llevaba entre sus manos una carta de declaración, le pareció un poco tonto hacerlo de esta manera pero no se le ocurrió de otra forma, y tal como lo había hecho a la edad de siete años para una niña llamada SoHee, solo que esta vez era diferente. Esta vez tenía dieciséis y no era para una chica, era para su querido amigo, su muy preciado JongHyun, de quién estaba enamorado desde la primera vez que lo vio caminando despreocupadamente por los pasillos.

"Es perfecto" pensó en ese momento.

Sentía que su corazón podría salirse por la boca en cualquier momento por lo nervioso que estaba. "Tranquilízate" se dijo a sí mismo. Pero no podía, estaba a punto de decirle que lo amaba. Sí, ChangHyun amaba a JongHyun.

Caminaba a pasos lentos y torpes con la mayor parte del tiempo con la mirada en el suelo. Estaba muy nervioso, ya que... ¿Qué tal si JongHyun no lo acepta? ¿Si ya no vuelven a ser amigos?

Tan solo pensarlo hace que su cuerpo... no. Pase lo que pase ellos tenían que seguir siendo amigos.

¿Aún si se burla de ti?, menciona su subconsciente.

ChangHyun no cree que eso pueda suceder. Está hablando de JongHyun, y él... es una persona que respeta a todos por igual.

Sin importar los gustos de las personas, él no ponía "etiquetas".

Se disculpa por cuarta vez desde que emprendió el camino hacia la casa de JongHyun, debe mirar hacia adelanto o va a seguir ganándose más insultos por lo descuidado que es.

Lleva su mano derecha hacia el lugar donde encuentra su corazón, está latiendo mucho más rápido de lo usual.

Por su mente pasan muchos recuerdos, los cuales uno de ellos es cuando se dio cuenta que le gustaban los chicos, fue cuando tenía doce o tal vez trece años, y aquello sucedió después de haber dado su primer beso, besó a una de sus compañeras en la hora del receso. 

Su mamá decía que debía sentir un montón de explosiones o unas sensaciones muy raras pero a la vez lindas, por más tonto o torpe que sea el beso, pero... él no sintió nada.

Las niñas no le "atraían" como debía ser.

Y más aún recuerda cuando se lo dijo a su madre, estuvo casi medio día pensando en la manera muy delicada de decírselo sin que lo corra de su casa, aunque él ya se esperaba eso. Solo tenía quince años y la idea de vivir en la calle lo atormentaba pero no podía callar más. Esto era un tema muy delicado y más para los coreanos.

Que a un chico le guste otro chico, para ellos; era lo más abominable que pudiese existir en el mundo. Ellos no creían en el amar libremente. Él odiaba que todos sean de tan mente cerrada.

El amor debía ser para todos, sin importar si las dos personas eran del mismo sexo.

Su madre lo tomó mejor de lo que esperaba. No lloró, no grito, no hizo nada. Tan solo mantenía una sonrisa en su rostro. Ella sabía que esa era la decisión de su pequeño ChangHyun, y si a él le gustaban los chicos, pues que importaba. Ella siempre iba apoyarlo, ya que era decisión de él.  Y ella no podía sentirse más orgullosa de su pequeño.