UN AMOR INSEPARABLE

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Hace mucho tiempo, a un orfanato llegaron un niño y una niña de la misma edad, con el tiempo se hicieron inseparables amigos ya que uno consolaba al otro en la soledad, tristeza y adversidad.
Él se llamaba Francisco, un chico alto, delgado, fuerte, dulce, inteligente y sabio, y ella se llamaba Cristina, una chica bajita, de una tez blanquísima e inmanchable como las perlas del profundo y ancho mar, que solo se forman cada 300 años; delicada, dulce, bellísima y astuta.
Francisco desde los 11 años estaba profundamente enamorado de Cristina, tanto que él daría la vida por ella si es necesario. Y ahora a la edad de 14 años ya no podía resistirse a esa sonrisita tan bella que ella hacia al ver ese atardecer carmesí; así que tomó aire, se relajó y se lo dijo:
-Cristina...debo confesarte algo.
-Mmm... Que rompiste quico.
-Nada, nada. Bueno... a lo que iba-hace una pausa y suspira- yo Cristina te amo, lo he hecho desde los 11, jamás sales de mi cabeza, en todos mis sueños estás presente, lo primero que escucho en la mañana es tu voz, cuando te acercas, mi corazón salta de mi pecho; yo no soy el mejor chico pero... -hace una breve pausa - ¿me aceptas?
-...-Cristina se sonroja y piensa en decir que sí, pero no se atreve por miedo, ya que no sabía que era esa extraña sensación, y le dice tras un suspiro-Déjame pensarlo un tiempo, no estoy lista-Cristina derrama una lágrima-
-Claro, pero mi corazón no sé si resista.
Cristina se va a su cuarto y lo piensa mucho, tanto que estuvo 2 años pensándolo. Simultáneamente, él entró primero en un estado de desesperación porque tal vez ella le diría que no; luego de tristeza porque pensó que jamás estaría con él una tan hermosa chica, de esa forma empezó a estar siempre desganado y deprimido; hasta que a los 16, cuando alcanzó la mayoría de edad, decidió no esperar más a Cristina, empezó a pensar en frío, empacó todo y decidió despedirse de ella para buscar a alguien que llene el hueco en su corazón. Se acercó suavemente y le dijo:
-Cristina... ¿recuerdas que hace 2 años te dije si querías ser mi novia, y me prometiste pensarlo?
-Si.
-Pues ya que soy mayor de edad me voy de este orfanato para encontrar a alguien que llene el hueco que se abrió en mi corazón, no me busques porque no quiero que aumente mi dolor, ¿sabes? yo hubiera dado mi vida por ti. Adiós-Francisco irrumpió en pequeñas lágrimas que secó rápido.
-¡quico! ¡esperaaaa! -lo sujeta firmemente del brazo-yo si te amo, pero como en este tiempo no demostraste dolor pensé que te habías arrepentido.
-¡Claro que no! ¡Jamás!.
-quico ven, agáchate un poquito que te quiero contar un secreto -Francisco se agacha y Cristina le roba un beso -eso es lo que pienso de ti tonto.
Francisco sin poder retenerse le da un apasionado beso.
Ellos ya eran novios. Luego de esto los dos decidieron irse de ese orfanato ya que eran mayores de edad, consiguieron trabajo y en 12 meses consiguieron pagar parte de una casa en medio de un tranquilo y bello bosque, lejos de toda la sociedad.
Ellos ya llevaban un año juntos y a quico se le ocurrió regalarle a Cris un conejo, pero como lo haría si no hay nadie a la redonda para comprar uno, entonces se le ocurrió buscar por el entorno de su casa, sé levanto temprano y lo intento, pero no tuvo éxito; así que se sentó en un viejo tronco a pensar, de repente un gazapo de color avellana, blanco y negro paso en frente de él, dirigiéndose a unos matorrales oscuros, lo atrapó y lo escondió entre su ropa para sorprender a su novia.
Llegó a la casa y ella seguía durmiendo aún; sonrió y puso al gazapo en la cara de la chica, ésta se asustó por las cosquillas que le causaba el pelaje de ese animalito. Miró a su novio y luego al regalo y le gritó mientras lo abrazaba:
-¡Gracias quico! ¡Qué hermoso que es! Lo llamaré Mashimaro.
-De nada, es lo menos que podía hacer para celebrar un año junto a vos.
-Yo no te compré nada.
-No importa, con una sonrisa tuya me alcanza para todo un año de alegría.
-Awwww que dulce -lo besa-
Mientras tanto el conejito se sacudía para bajarse y estar en el suelo, ella lo deja y este se escapa saltando rápidamente, Cris se quita el piyama, se viste y sale corriendo atrás de Mashimaro, y Francisco atrás de ella. Cruzaron la mitad del bosque siguiendo las pisadas del conejo hasta que llegaron a unos oscuros matorrales (a los que el conejo antes se estaba dirigiendo hasta que el chico lo atrapó) y los apartaron para ver qué pasaba, entonces vieron un portal que se cerraba lento, Cristina no lo pensó dos veces y se tiró allí, por lo cual Francisco se tiró con ella.
Cayeron en una inmensa y profunda laguna, nadaron hasta lo orilla y salieron de allí, al mirar hacia adelante vieron una gran ciudad amurallada y Cris dijo:
-Vayamos allí, tal vez nos digan dónde estamos.
-¿Estás segura?
-¡Si!
-Pues vamos entonces.
Caminaron hasta aquel sitio y vieron una imponente puerta de madera y hierro, tal vez tan sólida como para resistir a unos treinta balazos de un potente cañón, abrirse ante ellos.
No muy lejos de allí había un conejo con forma de humano, con una especie de reloj de llamativos colores y numerosos botones. Se acercaron a él y Cris le dijo:
-Mashimaro, ¿eres tú? ¿Por qué te fuiste? ¿Cómo sabías donde estaba el portal a este sitio?
-Sí, soy yo y vine de urgencia porque mi mujer tuvo 3 gazapos.
- ¿Cómo puedes tener hijos, si tú, cuando te conocí, eras un gazapo?
-Porque soy un viajero intradimensional.
-¿Quiere decir que estamos en otra dimensión?
-Si, están en Questeros, para más precisión en la ciudad de Initia.
-¿Y podés transportarnos a nuestra dimensión?
-No, ya que el condensador tiempo, lugar, espacio necesita 500 años para recargarse y hacer otro viaje.
-¿Y no hay forma de acelerarlo?
-Si, pero es arriesgado...
-¿Por qué?
-Porque 2 monstruos resguardan los nodos.
-¿Que son los nodos y para qué sirven?
-Los nodos son fractales de materia de luz, capaces de hacer cualquier cosa, si los combino con mi condensador tiempo, lugar, espacio podría abrir un nuevo portal para ir a su dimensión.Disculpenme, pero ya se me hace tarde, nos vemos luego, traeré un amigo para ayudar.
-¡Chau!
Luego de un rato Mashimaro volvió con ellos y trajo a su amigo, El Tolay, una criatura pequeña, verde, delgada y sabia como nadie.
Se presentaron y este les dio un un mapa a cada uno, luego se desintegró formando 2 filosas espadas con una especie de ojo dibujado, Cris y quico agarraron una cada uno y decidieron separarse para terminar antes e irse más rápido.
A Cristina le tocó ir a una fría, alta y rocosa montaña en la que casi no se podía caminar; al llegar vió un importante cúmulo de rocas luminosas color safiro, se acercó lentamente y de forma curiosa, de repente esas rocas volaron al cielo formando una criatura monstruosa; cris se asustó, pero en seguida entró en guardia. La criatura al mirarla trató de aplastarla de un puñetazo, pero un blanco escudo la rodeó, enseguida su espada se abrió en la punta formando dos ganchos opuestos que al tocar al monstruo hacían que éste perdiera sus partes, al ver eso, ella solo sacudió la espada hasta que explotó formando uno de los dos nodos.
Y a Francisco, a una cueva profunda, silenciosa y cálida por partes o fría en otras, eso era raro; al final de esta había un pozo de lava pegado a uno de hielo, ninguno afectaba al otro; quico se acerco curiosamente y de repente la lava y el hielo se levantaron formando un monstruo algo aterrador que intentó derretirlo, pero un carmesí escudo lo rodeo impidiéndolo y su espada se separó en el medio formando una especie de círculo que al acercarse al monstruo lo inestabilizaba, haciendo que el calor se enfríe y el frío se caliente, al ver esto quico corrió y le clavó la espada en medio del pecho, lo que provocó que este estalle y vuelva a formarse en el segundo nodo.
Al conseguir lo que querían volvieron corriendo a Initia a encontrarse con Mashimaro, al hacerlo este abrió los ojos completamente maravillado y dijo:
-Lo han conseguido, realmente lo han conseguido.
De repente aparece El Tolay de la nada y les dice:
-¿Les fué difícil?
y quico responde:
-No, estas espadas que nos diste hicieron casi todo el trabajo.
-Claro que si, ellas los protegen del peligro.
Mashimaro agarró los dos nodos, los unió y formaron una luz suave, cálida e imnótica y la puso en su condensador de tiempo, lugar, espacio; al instante este empezó a emitir luces de colores y abrió un nuevo portal y dijo:
-Si desean irse ya pueden hacerlo.
Ellos afirmaron con la cabeza y trataron de devolverle las espadas a El Tolay, pero este dijo que se las queden ya que algún día les servirían.
La pareja se despidió y cruzo el portal.
Una vez en su dimensión retomaron sus trabajos y pagaron la media casa que debían y vivieron felices y juntos, hasta que la muerte los separó muchos años después.

Dedicado a mi personita especial <3

Un Amor InseparableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora