5 de febrero.

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Invite a mi mamá a tomar un café, quería hablar con ella un tema que estuvo todo el día en mi mente. ¿Quién era Matías?, había soñado con él, dos noches seguidas, dos noche en que me despertaba en la misma parte, él me pedía ayuda.

Su cara se puso más blanca de lo normal, y su expresión fue menos de lo que me esperaba. Es duro que te lo cuente yo, es mejor que tu mente vaya procesando esa información. Y la mire confundida y le conteste lo que me había dicho el doctor, que cuando recuerde algún nombre me podrían decir quién era, pero no fue así. Su cara decía perdón.

Rabia corría por todo mi ser, y grite no es mi culpa que no recuerde nada, tampoco que no haya podido detener el camión que se nos acercaba. Varias miradas se enfocaban en nuestra mesa. —¿Recordas el accidente? — pregunto y lo peor de todo es lo único que dijo y solamente se lo negué.

Recuerdos del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora