T R E C E

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Ashton

Había convencido a Bonnette de que nos reuniéramos en un lugar para hablar más tarde, por lo que me encontraba esperándola dentro del mismo café con el que iba con los chicos.

Entonces la vi, venía con su cabello negro azabache atado en una coleta alta, traía puesta una blusa azul oscuro de mangas largas y unos jeans negros ajustados; el color oscuro de sus prendas hacía destellar su piel pálida y sus ojos se veían de un azul grisáceo impresionante. Cuando me encontró sentado en una de las mesas de al fondo me mostró una sonrisa apenas visible y después se sentó frente a mí.

-Hola- le dije sonriendo ampliamente.

-Hola- murmuró tomando el menú entre sus manos.

-Temía que no llegaras- solté.

-La verdad es que yo también- dijo ella y me miró por un segundo para después bajar de nuevo la cabeza.

-¿Ah? ¿A qué te refieres?

-Yo también tenía miedo de echarme para atrás justo en el momento. Ya sabes, tenía miedo de llegar aquí y al final decir no entrar.

-Oh, me alegro de que no lo hicieras, entonces- sonreí de nuevo aunque ella en realidad no me estuviera viendo.

-Ash...- dijo por lo bajo.

-Dime.

-¿Crees que podamos irnos de aquí? No me siento bien, hay demasiadas personas, y yo no...- dijo mirando lentamente a su alrededor mientras apretaba su muñeca con su otra mano y se mordía el labio inferior- por favor...

-Oh, supongo que está bien, podemos irnos, podríamos ir a mi casa si quieres, mi madre y mis hermanos estarán fuera todo el día, o podríamos a algún parque de por aquí- dije rápidamente mientras tomaba su mano entre la mía, para que se detuviera con lo que se estaba haciendo.

-Supongo que tú casa estaría bien- dijo asintiendo mientras se soltaba lentamente de mi agarre.

***

-¡Ashton! Nooo, detente, no hagas eso- las carcajadas de Bonn eran realmente muy lindas y era uno de los sonidos más dulces que había escuchado. No quería que se detuviera, necesitaba verla y oírla reír más a menudo.

-Uhm, prefiero no hacerlo- dije sin detenerme aún mientras yo reía también y hacía que ella se retorciera recostada como si fuese un lindo gusano en el sofá- ¡la guerra de cosquillas apenas comienza!

-¡Basta, ya!- gritó mientras seguía riéndose- no es una guerra si no puedo atacarte yo también.

-Si quieres que me detenga debes hacer lo que te dije- bien, eso había sonado extraño.

-¡No, no dejaré que me beses!- dijo tratando de incorporarse pero aún seguía riendo.

-Entonces no esperes que deje de hacerte cosquillas.

-¡Bien! Tú ganas, ahora suéltame- e inmediatamente me detuve, sin embargo aún tenía mis manos sobre el cuerpo de ella.

-¡Genial! ¡Sabía que igual me deseabas!- dije acercándome más y tomar su mejilla con una de mis manos acariciándola.

-¿Qué? Yo n-no...- comenzó a decir pero no le permití que siguiera.

-¿Es que siempre debo hacerte callar antes de besarte?- dije mirándola a los ojos, entonces sus mejillas se tornaron rápidamente de un color carmesí.

Y sólo así, ella me tomó delicadamente del cuello para hacer nuestra cercanía aún más notoria, me incliné lo suficientemente para que nuestras raíces se rozaran y nuestras respiraciones entrecortadas se entremezclaran, e iba a besarla, de verdad quería hacerlo, pero ahora ya no estaba seguro, no quería que se volviera a repetir lo anterior y se alejara de mí de nuevo.

Ella frunce el ceño confundida- ¿Qué pasa, Ashton? ¿H-hice algo mal?- dijo sonando preocupada, genial, ahora ella creía que ella era el problema.

-No, Bonn, no digas eso- repuse de rápidamente- no has hecho nada mal.

-¿Entonces qué pasa?

-No quiero que después des esto, t-tú, ya sabes, y-yo...

-Ashton, no me iré después, lo prometo- dijo sonando demasiado dulce, tanto que podría hacerme ceder.

-Quiero que sepas que no me importa lo que tú pienses de ti misma, no me importa que tan malo haya sido tu pasado, no creo que seas tan mala persona como aseguraste serlo, ni siquiera me importa lo que haya pasado antes con Michael. Estoy consciente de que la vida que ambos podríamos tener juntos no sería la mejor, y yo sé que no puedo cambiar el mundo- me detuve para verla a los ojos, amos teníamos los ojos vidriosos en ese momento- pero tal vez pueda cambiar tu mente, la forma de pensar que ahora tienes, porque realmente eres una chica increíble.

Ella sonrió ampliamente abriendo más sus ojos. Y esta vez decidí hacerlo, me acerqué una vez más tomando sus mejillas entre mis manos delicadamente para después inclinarme y besar sus labios suavemente, a lo que ella respondió casi al instante. Movía mis labios lentamente rozando cada milímetro de los suyos poco a poco mientras nuestras lenguas comenzaban a incorporarse también, todo iba demasiado lento pero era realmente algo que estaba disfrutando, tanto que hubiera deseado permanecer así para siempre.

Hey it's me!
Sólo continúo porque ustedes me lo piden, si no fuera por las escasas personas- pero muy valiosas- que me apoyan con este proyecto, yo realmente no siguiera continuando escribiendo, y agradezco sus comentarios y el hecho de que les guste lo que escribo.

CALL ME DADDY || ASHTON IRWINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora