Buscado por amar

Capítulo 67

La tina no era lo suficientemente grande como la del baño principal, por lo que si ambos querían entrar, uno debía sentarse encima del otro. Por cuestiones de tamaño y la velocidad en que se demoraban en bañarse, se decidió que Sasuke entrara primero y que el rubio se sentara entre sus piernas.

-¿Cómo te hiciste esta marca? –preguntó rozando otra cicatriz fina de su espalda, habían estado de esa forma en todo el baño mientras el rubio se divertía reventando las burbujas.

-Esa fue cuando un tipo intentó traicionarme en media misión –dijo intentando crear una corona de espuma-, dentro de un par de días deben cumplirse unos cuatro años de muerte.

-¿Y esta otra?

-Cuando me acorralaron un grupo de mafiosos italianos en Francia –contó como si aquella experiencia fuera una cosa insignificante-, al parecer la forma en comer las papas varió dependiendo del país, y ellos se dieron cuenta que era ruso. Logré matarlos, pero me hicieron esa cicatriz y esta de acá abajo.

El rubio cogió la mano del otro y la llevó a su vientre bajo, un poco más debajo de su ombligo donde se podía sentir otra fina línea de marcas. Sasuke en ese momento se puso muy rojo, demasiado rojo. Sentía que era bendecido con la ingenuidad del rubio, porque si tan solo este supiera que si intentara estirar un poco más sus dedos podría tocar su miembro con facilidad, lo mataría como al resto de los tipos que lo traicionaron.

Aunque yo también pienso traicionarlo, resonó.

Cuando el rubio retiró su mano, él lo hizo también inmediatamente para que no se crearan malentendidos. Su piel a pesar de todas esas cicatrices, era muy suave y delicada como alguien que había estado protegiéndolo por toda su vida. Nada cuadraba en sus cálculos ¿Si había estado entrenando tanto, por qué no se le formaba músculos? ¿Si Sai sabía sobre su hermano, Naruto siendo alguien superior no debería saberlo también? ¿Cómo funcionaba el punto de Naruto?

¡El punto! Él otro le había explicado cómo hacer el punto detrás de la oreja para domarlo.

-¿Quieres que te sobe la cabeza? –le murmuró observando como intentaba crear figurillas de espuma para una pelea.

-No me importaría -respondió, divertido por ver como su espuma principal decapitaba a las otras espumas.

Se echó un poco de shampoo en las manos de aroma manzanilla con miel y frutas silvestres, uno de sus aromas preferidos que había encontrado en la repisa de productos para el cabello. Se fijó en Naruto, este ni se había imaginado que pensaba intentar su truquillo.

Cuidadosamente fue bajando las manos por la parte trasera de la cabeza, hasta la zona de sus orejas.

Masajeó la cabeza con cuidado, intentando hacer que sus dedos rozaran por "Casualidad" su oreja derecha. El rubio se había cansado de hacer que sus soldaditos peleen y había terminado su guerra de espuma, así que cuando sintió que su cabeza ya estaba llena de shampoo, decidió darse vuelta.

-Ahora me toca a mí –comentó a tan solo unos centímetros de que Sasuke le rozara la oreja.

Tan cerca.

Se giró encima de Sasuke para mirarse frente a frente, el azabache tuvo que ponerse más centrado en la bañera para que las piernas de Naruto pudieran rodearlo por la cintura baja con cuidado. En este punto, si tan solo el rubio le encendiera, podríamos afirmar que ya estaría rozando su miembro con la entrada del menor.

Al igual que con él, empezó con masajes cuidadosos en todo su cuero cabelludo. Muy a diferencia de lo que se creía, su cabello no era muy terso ni duro. Usaba gel para mantenerlo en punta, pero al tacto se sentía muy suave y manejable. Sin que el otro se diera cuenta, empezó a hacerle peinado a lo loco, primero como el de un roquero y después el de una chica del siglo 18.