Algo se rompió

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Es la tercera vez que Reus se levanta en la noche y es el mismo movimiento: comienza dando vueltas en su cama, se sienta, toma su celular y lo revisa.

Es como si esperara un mensaje, yo que , y que nunca lo va a recibir. Es la madrugada de su cumpleaños, justo ayer fue un terrible día para todo el equipo, habíamos perdido la final de la Pokal contra el Wolfsburg, y así nos tuvimos que presentar a la cena del club. Realmente no había nada que festejar. Lo más probable es que por su cumpleaños nos invite al club nocturno donde frecuentamos ir, algo discreto.

Sin embargo, estaba a la espera de un mensaje o alguna llamada, puedo imaginar de quien...

Eso en verdad que me entristece, pero, ¿quién soy yo para criticarlo? Volveré a dormir, tal vez después de esta vez ya Marco se vaya a dormir...

Hable muy pronto, Marco esta inconsolable. No suelta su celular. Me senté junto a él (sabía que no me quería levantarme pero su llanto me preocupo) y trataba de calmarlo pero no daba resultado. Le pregunte el motivo de su llanto pero entre tanto sollozo no le entendí absolutamente nada... parecía como si se hubiera roto algo en él...

Lo rodee con mis brazos, acorrucándolo pero él solo tenía su celular en la mano, temblaba.

Sin querer, note que trataba de escribir un mensaje. Destinado para Mario.

Ya hace meses que lo notaba extraño, desde el último llamado de la selección alemana. Nunca dijo por qué o mejor dicho jamás me le pregunte el por qué. Algo en mi me decía que el estado de Marco tenía que ver con aquel encuentro.

Cansado, trate de quitarle su celular pero de inmediato lo alejo de mí. Tena que sacarle la verdad de inmediato.

-Marco, ¿qué estas esperando?- Le pregunte y aun así no dejaba de llorar.- Por ese endemoniado celular has estado despierto toda la noche...

-Es que...- pudo decir entre sollozos- fue mi culpa, todo ha sido mi culpa...

-Marco, dime que ha pasado.­- Lo tome de sus manos, él con la mirada baja, no quería que lo viera llorar.- Cálmate... respira hondo.

Lo hizo, lentamente se fue calmando. De repente volvía a llorar. Me levante para traerle pañuelos y le serví un vaso de agua, pero no la quiso tomar.

Lo volví abrazar, ya se estaba controlando. Sentí sus brazos que me rodeaban. Comencé a acariciar el cabello, él solo sollozaba.

Me sentía tan cansado, sé que Marco estaba igual, pues sentía como de repente, sus manos fueron cediendo al sueño. El celular cayó lentamente de sus dedos.

-Marco, ven a dormir. Hay que acostarse ya.- Eran las cuatro de la mañana.

Lo jale para que se acostara en su cama pero aun adormilado, se sujetó fuertemente de mí.

-Duerme conmigo...

-Estoy contigo...

-No, duerme conmigo en la misma cama...

Feliz cumpleaños Marco ReusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora