Un tiempo de libertad

Estaba en mi habitación acostada en mi cama, mirando el techo con las piernas apoyadas hacia arriba en la pared, como lo hago a menudo.. pensando en que ya no era la misma niña de 13 años de un tiempo atràs sabia que esos momentos ya eran del pasado, pero sentia siempre enormes ganas de revivir mi juventud una vez más, creo que es porque nunca disfrute bien las cosas. Paso tan rapido, la vida es como un copo de azucar, rico, tan rico que al provarlo se desmanece.. y asi se va tan rapido que no te das cuenta! 

Mis pensamientos deben de ser tan ridiculos, pero no puedo evitar pensar en lo que hago, en lo que no hago, en el pasado, en el futuro.. creo que aveces se me va a explotar la cabeza o algo así..

Me llamo Sam, para empezar voy a contarles de mi, se me va la mano cuando escribo es como si tengo tantas cosas que decir pero siento que muchos se cansan de mi.. pero mis palabras son intimas, reales y sinseras. Tengo 2O años,  trabajo en un Bar como camarera tratando de todos los días no matar a clientes viejos sucios pervertidos. ¿Porqué Sam anda de camarera cobrando limosnas? se preguntá mucha gente que me conoce desde hace mucho tiempo. Para mi es un trabajo digno pero la gente se sorprendia de ello y que alquilara un departamentucho tan chiquito.. lo es pero es acogedor, estoy tranquila y solitaria en aquel lugar. 

A la brevedad mi vida no fue un cuento de hadas, eso es lo que pensaba yo, que la vida era un cuento de hadas que los sueños se hacian realidad pero con el tiempo me di cuenta que cuando naces con desgracias tu vida ya queda marcada.. queda en tu destino. Hoy en día estoy sola tratando de olvidar muchas cosas, A mis padres, amigas y en especial a Tom, que ya les contaré de él. Desde que nací.. descubri muchas sensaciones y sentimientos.. un bebé normal siempre rié de felicidad, de apoco descubre quienes son las personas que lo hacen sentir tan especial, y sus primeros sentimientos son el cariño y el amor. Pero yo desde pequeña senti lo que es  el odio, el sufrimiento el engaño el dolor y el desamor, obvio que desde bebé nunca me habia dado cuenta pero a medida de que fui creciendo todo aquello me fue acompañando muchos años, y me acostumbré a vivir así. Desde pequeña vi a mi mamá llorar por el maltrato de mi infiel padre, la vi sangrar la vi destrozada.. y desde esos momentos fui reforzando un pared sobre mi o sobre mi corazón, decidi que para mi el amor no existia. Que feo es cuando no puedes hacer nada mientras ves todas esas escenas, gritas y lloras pero en esos momentos a nadie le importa ni siquiera a tu mamá, siempre me pregunté porque mi mamá suplicaba perdón por cosas que no hacia o porque nunca llamó a la policia?, o porque ocultaba con maquillaje los moretones y les mentia a toda persona que le preguntase sobre sus machucones. Odié y sigo odiando a mi padre nunca podria perdonarlo, todo lo que me hizo,mi madre no fue la unica que tuvo que aguantar sus insultos y golpes, aveces creo que ese es mi problema, ser parecida a él, VACIA.También desprecio a mi madre porque nunca hizo nada para mejorar nuestras vidas,  por defenderlo a él, por ser su esclava, y no pensar en mi, o al menos en ella, porque estaba con èl cuando la maltrataba, como pudo seguir amandolo  aun asì? 

Viví 18 años dentro de esa casa, aguantando toda esa locura, muchas cosas, pero no quiero calentarme la cabeza en eso, que sé que son jodidas, y no me gustan recordar. 

Pude sobrevivir a todo, porque a pesar que era una niña muy solitaria, desconfiada y insegura de mi misma, siempre sali adelante.. A mis 13 años, era toda una rebelde salia de mi casa y volvia a la semana, si no fuera por mi padre que me buscaba de la casa de mi amiga, me quedaba días y días, me estaba volviendo alcoholica .. siempre sentia la sensación de salir todos los findes de samanas con mis amigas en ese entonces,tomar y no recordar nada al otro día.. también fumaba, esos momentos me sirvieron para sacarme un poco de mi cabeza los problemas de mi casa, me sientia libre, y era una chica muy sexy para los hombres, tenia la atención de cualquier hombre que quisiera, era una niña con mucho busto y demás cosas que cualquier hombre puede llegar a mirar, morocha de ojos bien oscuros. Pero no era estar con hombres, tan solo me gustaba la atención porque era lo unico que podia llegar a hacerme sentir segura de mi cuerpo y mi belleza, a pesar de ser una chica descontroladamente alcoholizada solo me gustaba histeriquear y nada más.

Todo eso y más hacia mientras pensaba en como olvidar mis problemas y cuando era sociable.. pero a la hora de estar sola en mi habitación era totalmente diferente.. sentia como me ahogaba en mis penas, y no poder sacalas, siempre escribia de cualquier cosa que se me viniera en la cabeza en esos momentos, esas hojas llena de palabras con sentido y aveces sin sentido, llenas de lagrimas y mucho sufrimiento encerrado, eran mias y nadie sabia de ello son cosas que me gusta escribir para recordar, porque tengo una memoria muy corta, eso no me bastaba, siempre me la agarraba con rabia con mi cuerpo, me cortaba y me drogaba, tomaba cualquier pastilla que viera.. y la verdad no fue nada lindo experimentar estar de esa manera, habia momentos en que pensaba que llegaba mi hora que iba a morir, pero no me preocupaba por eso, solo estaba deprimida sentia que ya no podia seguir viviendo de esa manera.. a pesar de mis problemas también me enojaba conmigo misma, era una persona vacía, que nunca habia sentido cariño por alguien, si tan solo me sentiria mal o arrepentida por las formas de conportarme, ni eso, nadie me importaba solo era yo y nadie más que yo, en mi mundo nadie era correspondido. Sentía que alguien tenia que hacerme razonar, derumbar mi enorme pared para poder ser esa persona que pienso que soy en el fondo, una mejor persona. Una persona que le gusta sentir el amor.  Le pedia a el cielo sentir un poco de amor, y también sufrir por ello para hacerme entrar en razón.

Tom, esa era la persona que cayo del cielo, vino a rescatarme.. y dio vuelta por completo mi vida.