Sueño [Sin Editar]

No Soportaría Perderte: Primera Parte

Los detectives, una vez llegaron a la mansión decidieron emprender el camino, no sin antes dejarle una nota a Kazuha para que no se preocupase.

Ambos en el coche con los nervios a flor de piel aunque éstos no lo aparentaran, se dirigían al camino citado por Sera en el coche en silencio.

En el ojiazul empezó a ser notoria la preocupación, pues el sudor en su rostro lo delataba, su amigo Heiji decidió hablar con el para calmarlo.

—Kudo, ¿Estás bien?—Preguntó el moreno mientras miraba a su amigo conducir.

—Si—Respondió intentando sonar creíble.

—Kudo, a mi no me engañas—Dijo Hattori mirando la carretera. Shinichi no le replicó—Tranquilo, la encontraremos.

—Lo sé "Siempre lo he hecho"—Pensó finalmente.—No hay tiempo que perder ¡vamos allá!

— ¡Aaaahhh!, pero Kudo..¡¿Te has vuelto loco?! ¡¿Quieres que nos detengan por exceso de velocidad?!—Grito el moreno aterrado.

—No es el momento para pensar en eso —Replicó Shinichi serio—"Espérame Ran, solo un poco más"

Pasado un rato y con la velocidad a la que iba el ojiazul, llamó la atención de más de una patrulla de policía, quienes en esos momentos se pusieron a perseguir el coche con las sirenas puestas.

Pero el detective no parecía tener intenciones de detener el vehículo, es más, aumento la velocidad haciendo que el rostro de Heiji se tornara azul.

—¡No quiero morir tan pronto!—Gritó Heiji sudando de miedo—¡Kudo maldita sea, ten cuidado!

—Llama al inspector Megure y cuentale nuestra situación para que nos dejen en paz—Dijo Shinichi sin apartar la mirada de la carretera— Rápido ¡¿A qué esperas?!

—E-Esta bien—Asintió nervioso el moreno.

El detective del Oeste con las manos temblorosas, sacó su teléfono para buscar el número del inspector.

—"Hacia tiempo que no sentía tantas emociones"—Pensó Heiji mirando a Shinichi, finalmente sonrió.

Mientras tanto el inspector Megure estaba esperando la llegada de los detectives ya que no lograban descifrar el enigma.

El aparato del inspector Megure empezó a vibrar en su bolsillo, miró la pantalla para luego contestar.

—Hattori ¿Cuánto os queda para llegar?—Preguntó cuando se puso el móvil en el oído.

—Tenemos un problema inspector—El detective del Oeste fijaba su mirada en la cantidad de coches que los perseguían mientras hablaba.

—¿Qué problema? —Preguntó Megure.

—¿Es que no lo oye?—Replicó con otra pregunta Hattori—Hay un montón de coches patrulla persiguiéndonos ¿podría decirles que nos dieran camino libre? Están estorbando.

—De acuerdo, dime la matricula del coche y la marca para informarles—Pidió Megure mientras se dirigía a uno de los coches patrulla para hablar por la radio.

—Kudo, dime la matricula y la marca del coche—Le pidió el moreno seriamente.

— 4520, Es un Volvo de color gris oscuro—Le informó Shinichi a Heiji

El detective del Oeste repitió las palabras del ojiazul en voz alta ya que el ruido de las sirenas hacían eco en sus oídos.

Megure al recibir la información, dio el mensaje correspondiente a los policías que perseguían a los detectives, para que así la persecución diera su fin.

Al cabo de unos minutos las patrullas apagaron las sirenas para luego dispersar, Ambos respiraron aliviados.

— Oye Kudo, queda confirmado que estás mal de la cabeza—Dijo molesto el detective del Oeste dirigiendo hacia el ojiazul una mirada fulminante.

Al cabo de un rato Shinichi ve unas luces en la lejanía, era Sera dando la señal de que se detuvieran. El ojiazul al verla empezó a reducir la velocidad hasta finalmente detenerse al llegar justo al lado de la morena con el coche.

—No habéis tardado nada—Se sorprendió la policía.

—Como no, este psicópata ha superado los límites de velocidad consiguiendo que nos persigan una docena de patrullas—Se quejó Hattori con los ojos cerrados mientras el ojiazul lo miraba de reojo.

—Sera—La llamó Shinichi de repente.

—Entiendo...Sígueme—La morena se subió a una moto para mostrar el camino a los detectives.

Shinichi estaba conteniéndose demasiado, si perdía la calma todo estaría perdido para él, necesitaba tener la mente lo más fría posible para poder encontrar a su amada.

—Ran, espérame—Dijo inconscientemente llamando la atención del moreno.

—"Kudo"—Pensó Heiji.

Al llegar al lugar, Shinichi bajo a toda prisa del coche para acercarse a Sera, quien le miraba satisfecha.

—Sera tenemos que actuar rápido para encontrarla—Dijo Shinichi

—"Ran sigue siendo tu debilidad ¿No es así Kudo?—Pensó la morena al ver cierta desesperación en el detective.—Kudo, cálmate te necesitamos fresco.

El ojiazul a pesar de querer hacerlo, no podía evitar desesperarse al pensar que su Ran estaba en estas condiciones. Le aterraba la idea de pensar que no la encontraría, se puso pálido.

—Vamos Kudo—Le agitó por los hombres—Vamos a buscarla, toma, esto es lo único que tenemos, he intentado buscar alguna pista por los alrededores pero no hay ninguna casa verde, ni nada relacionado con lo que dice.

Shinichi respiró hondo para luego fijarse en el pequeño papel.

—"El japonés vive en la casa roja, la casa verde es más pequeña que la casa de al lado, el de piel blanca vive debajo del tigre"—Leyó el detective mentalmente poniéndose la mano en la barbilla.

—¿Y bien?—Preguntó el de Osaka acercándose para luego quitarle el papel.—Mmmm

—¿Habéis mirado por los alrededores?—Preguntó Heiji mientras leía el papel.

—Si no había rastro de ella...ni de ellos—Informó la morena.

—"Maldición"—El ojiazul le costaba mantener la calma—"Debo encontrarte Ran, no soportaría perderte de nuevo"

Mientras tanto Reizo había llegado a su destino, estaba muy cansado por el largo viaje.

—"Estoy agotado"—Pensó suspirando con los ojos cerrados.

Reizo decidió encender el móvil ya que durante el viaje lo tenía apagado, pero le sorprendió ver la cantidad de llamadas que tenía en el móvil.

—"¿Quién será?—Pensó mirando el número que fue desconocido para él—"Llamaré para ver de quien se trata"

El aparato por el otro lado empezó a sonar para luego ser atendido por una voz femenina.

—Hola, ¿Con quién hablo?—Preguntó Reizo al ser atendido.

—¿Reizo Kaoshiro?—Preguntó la voz al otro lado del teléfono.

—Eh si, soy yo ¿Quién es usted?

—Soy Sera Masumi, policía—Informó la morena

—¿La policía? ¿Por qué me llama la policía? ¿Qué sucede?—Preguntó un tanto nervioso.

—Su mujer...ha sido secuestrada—La morena no se ando con rodeos

—¿Qué?