Cap IV: Una invitación un tanto extraña

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-L-la amo...

Kasen estaba muy sonrojado al igual que yo. No me puedo creer lo que ha dicho, para mí decir eso requiere mucho valor porque en lo que es decir cosas románticas a alguien, no se me da muy bien:

-Hi-hijo, recuerda que no te casarás con ella hasta que yo lo diga.

-¿Y si quiero casarme ahora?

¿Pero que diceee? ¡¡Me acaba de conocer hace 3 días!! Lo admito, me he empezado a interesar un poco por él pero no para casarme.

-Hijo últimamente estás muy raro, vete a tu cuarto y luego hablamos.

-Pero madre...

-¡NI PEROS NI PERAS!

Ella se fue alejando hasta que se escuchó un portazo.

-Ha-Haru...emm...lo siento.

-¿Por qué me pides perdón?

-Por lo de mi madre.

-Tranquilo no pasa nada.

Estuvimos mirándonos a los ojos, en sus ojos veía un mar azulado en los cuales yo estaba reflejada. Kasen apartó la mirada y me dijo:

-T-ten en cuenta lo que dije antes.

-¿El que?

-Que quiero que nos casemos cuanto antes.

-Kasen piensa que tan sólo nos conocemos hace 3 días y todavía no sé casi nada sobre ti y supongo que tampoco sabes mucho sobre mí...

-Tienes razón, esperaré todo el tiempo que haga falta...peluchín.

-¡QUE NO ME LLAMES PELUCHÍN!

Para una vez que tenemos una conversación seria y la tiene que fastidiar como siempre. ¡A pesar de todo sigue siendo un idiota!

-Señorita Haru necesito que venga conmigo, es urgente.-dijo Yoru

-S-si...

Kasen me agarró la mano, se acercó a mi oído y me susurró:

-A las 3 de la mañana espérame en la puerta de mi habitación.

Soltó mi mano y fui con Yoru a que me dijese que era lo urgente.
¿Que querrá hacer Kasen a las 3 de la mañana? De verdad es que no entiendo a este chico...

-Señorita hemos de limpiar nuestra habitación.

-¿Y lo urgente?

-Eso es lo urgente, para mí la limpieza es lo principal y algo muy importante, señorita.

-Umm...bueno vayamos a limpiar.

Entiendo que sea un maniático de la limpieza pero limpiar la habitación no es que sea algo muy urgente...

Entramos en la habitación y creo que ya sé porque era urgente...¡HABÍA UNA GATA PARIENDO! Estaba en la alfombra tumbada y ya había un gatito nacido.

-En realidad esto es lo urgente...necesito que me ayude.

-¡Pero ni sé nada sobre como dan a luz los gatos!

Yoru me miró y no pude evitar ayudarle. Me dirigí hacia la gata y le empecé a acariciar pero como la gata es la más buena del mundo me mordió la mano.

-Señorita déjeme a mí.

Se sentó al lado mía y empezó a acariciar a la gata muy suavemente mientras le miraba con una sonrisa en la cara. La gata se calmó y me quedé medio sorprendida medio enfadada. Sorprendida porque no pensaba que podría calmar a una gata pariendo y enfadada porque me ha llamado para nada.
Estuvimos la tarde entera esperando a que nacieran los gatitos, y cuando nacieron todos,  uno de ellos que era negro con los ojos verdes se acercó a Yoru y no se separó de él hasta que al final se quedó con el gatito que lo llamo: Tazura. Él iba en iba en el hombro de Yoru durante todo el día. 

Más tarde nos dijeron que mañana teníamos que preparar la comida porque las cocineras estaban enfermas. NO QUIERO COCINAR PORQUE NO SÉ, pero como soy una criada he de hacer todo lo que me digan y eso lo odio. 

Bajamos a la cocina y el "jefe" se podría decir, nos dijo que el menú de mañana es bastante difícil de cocinar. Encima tengo que cocinar algo difícil, seguro que la lío. El primer plato era caldo de pollo, pero el pollo tenía ser uno especial que había que comprarlo en el mercado de ricos, el segundo plato era  solomillo a la Wellington (que nombre más raro) y de postre pastel de higo destapado. Me quedé MUY sorprendida al ver que sólo conocía 1 plato del menú, y creo que lo más difícil será el solomillo a la Wellington.

Mientras el "jefe" explicaba, miré hacia Yoru mientras mi cara le decía: "Nooooooooo" y a él le salió una pequeña carcajada.

Cuando terminó de hablar, nos fuimos a nuestra habitación a dormir. Al entrar, vimos que estaba Tazura cagando en mi cama y encima se puso a maullar como si fuese un gatito bueno.

-¡TAAAAZUUURAAAA! NO CAGUES EN MI CAMA, COCHINO.- y antes de que me diera cuenta Yoru me miró con mala cara. Seguro que ahora me regaña diciendo que tengo unos modales asquerosos.

-Mph...Jajajajajajajajajajajajajaja, señorita esta situación es muy graciosa.

-No tiene gracia ¡El gato se ha cagado en mi cama!

-Jajajajajaja, pe-perdone...ejem, ejem. Tazura por favor baja de la cama.

Tazura bajó de la cama y Yoru le acarició la cara. Como si fuese un gato super limpio, ugh... por eso no me gustan los animales, nunca me hacen caso.

-Señorita, yo le cambió las sabanas mientras usted...hace lo sea.

-Sí...

Mientras iba al baño a cagar me vino a la mente que había quedado con Kasen a las 3h de la mañana en la puerta de su cuarto y la verdad es que no sé cómo me despertaré a esa hora o si aguantaré toda la noche entera sin dormir. Tampoco se me ocurre que querrá hacer en su cuarto por la noche aparte de cosas cochinotas. 

Vale, también he de admitir que soy un poquito malpensada y que eso no pega para nada en una chica perooo así soy yo y a quién no le guste pues bien.

Al salir del baño vi mis sabanas limpias y me puse la mar de feliz.

-Muchas gracias señor Yoruuuuuu.-me acerqué a él para abrazarle. He de ser agradecida ¿no?

-Se-señorita...-me dijo mientras acariciaba mi cabeza.

Nos separamos y de seguida nos tumbamos a nuestras camas para dormir.


Empecé a escuchar que la puerta se abría lentamente y unos pasos acercándose a mi. ¡Pufff, tengo mucho miedo! Me quedé paralizada en la cama, por mucho que quería moverme no podía.

-Haru....Haru....-aquella voz me sonaba de algo.

-Peluchín, despierta.- vale, es Kasen y encima me tiene que llamar peluchín.

-Kasen, no me llames peluchín y ¿qué quieres?

-¡Habíamos quedado a las 3 de la mañana en mi cuarto y son las 3 y media!

-No chilles

-¡Pues haberte acordado, lista!

-Sssshhhhhh, está Yoru dormiendo.

-Da igual. Venga, sal de tu cama y vente.

-Vale...

Salimos de la habitación silenciosamente (qué raro porque soy muy torpe) y entramos en la suya. Era una habitación espectacular, la cama era gigante y había una librería con un montón de libros.

-¿Kasen, te has leído todos esos libros?

-No, son solo para hacerme el inteligente.

-Es decir, que están de decoración.

-¡Sí!-asiente.-Pero no te he hecho venir para nada, así ven.

Me llevó a una ventana inmensa, más o menos de unos 3 metros. La abrió, y no me pude creer lo que vi.

Continuará en el capítulo V





El Camino Que Me Iluminaste (Cancelada//Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora