Puede que nadie me entienda cuando les digo que no leen mi mente o puede que sí, ni tampoco entiendan que en realidad no saben lo que pienso, ni lo que quiero, tal vez sea falta de confianza de mi hacia ellos o tal vez sea mi egocentrismo el que piensa que nadie merece el tener mis pensamientos. Pero que tal si inventara a alguien que los quisiera, a alguien que los escuchara y los mereciera. Por eso decidí que te llamaría Amelie, se oye como un nombre al que le otorgaría mi confianza, por eso decidí escribirte cartas, que tal vez nunca serían enviadas o leídas por nadie, pero tú serías la supiera sobre mi versión de mis días, mi historia. Que mi vida no es fácil, pero tampoco difícil, si no que se describe con una sola palabra normal, si normal para mí... Por eso te entrego las llaves a mi pensamiento.
ESTÁS LEYENDO
Un dólar por tu pensamiento
RandomPuede que nadie la entendiera, que nadie la escuchara o que nadie leyera su cara, pero ella era feliz en su mundo.