Capítulo Único

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– ¿D-dónde...estoy?

Solo sentía que mi alrededor una bruma negra que me impedía ver.
Traté de moverme, pero no podía.

De pronto, todo se aclaró.

Me vi a mí mismo en un escenario bastante familiar.

Loguetown.

Lo raro era que estaba como espectador. Podía ver a mi yo del pasado peleando contra los piratas de Buggy y los marines, desesperado por llegar a la plataforma en la que Luffy estaba a punto de ser ejecutado.

Me relajé un poco, ya que sabía lo que iba a suceder.

O eso pensé.

– ¡Zoro! ¡Sanji! ¡Usopp! ¡Nami!

Recordaba este momento con claridad.

– Lo siento –sonrió– Estoy MUERTO.

Pasaron un par de segundos... ¡¿Y EL RAYO?!

Veía escandalizado cómo la espada de Buggy se acercaba al cuello de Luffy... Hasta que...

– ¡¡¡NOOOO!!!

Desperté completamente empapado en sudor y con la respiración agitada.

– Fue... ¿Un sueño?

– ¡Zoro!

Escuché unos pasos que subían apresuradamente la escalera hasta llegar a la cima de la torre de vigilancia, que era donde me encontraba.

– ¡Zoro! ¿Estás bien? –Luffy llegó y se acercó a mí– Creo que te escuché gri-

No lo dejé terminar.
Lo abracé como si mi vida dependiera de ello.

– Zo... Zoro, ¿qué haces?

No le respondí. Solo lo apreté más contra mi cuerpo.

– Zoro... Alguien puede venir...

– No me importa. –dicho esto, tomé su rostro en mis manos y lo besé.

Luffy se quedó estático durante unos segundos, pero me siguió el beso aumentando un poco la intensidad.

El beso fue tornándose cada vez más apasionado, introduje mi lengua en su boca y la exploré. A pesar de haberlo hecho ya muchas veces, no me cansaba del sabor de la boca de Luffy, y siempre quería más.

Lo recosté contra el piso y procedí a quitarle el chaleco rojo que siempre traía.

– Z-zoro...ngh...ahora no....nos pueden oír...

– Ya es de noche... Se supone que todos están durmiendo... Nadie nos va a escuchar.

– Está...bien...ngh...

Seguí con lo que estaba haciendo, dejando besos en el cuello y hombros de Luffy.
Llegué a sus pezones, los lamí y succioné, dejándolos erectos.

Fui bajando por el abdomen de Luffy hasta llegar al broche de su pantalón. Lo abrí y le retiré la prenda dejándolo en ropa interior.

Sobé suavemente su miembro ya erecto por encima de la tela. Sus gemidos no se hicieron esperar.

– ¡Ah!... Zoro... N-no...ngh...hagas eso...

Le retiré la ropa interior, dejándolo completamente desnudo al fin.
Acerqué mi boca a su miembro y lo lamí de arriba a abajo. Luffy soltó un fuerte gemido que trató de callar tapando su boca con sus manos.

– No calles tus gemidos... Quiero oírte...

Luffy retiró lentamente sus manos de su boca y empezó a lanzar ligeros gemidos.

Yo proseguí con la felación. Lamiendo el miembro de Luffy y metiéndolo en mi boca de vez en cuando.

– ¡Ngh! ¡Z-zoro!

Dicho esto, Luffy se corrió en mi boca, manchando un poco el piso también.

Me quité la ropa, que hasta ahora traía puesta, y acerqué 3 dedos a la boca de Luffy.

– Ya sabes cómo es...

– Ajá. –dijo lamiendo mis dedos sensualmente.

Cuando los sentí lo suficientemente hidratados, retiré los dedos de la boca de Luffy y los posicioné en su entrada.
Aunque Luffy era de goma, le dolía un poquito cuando entraba, así que por eso tenía que prepararlo.

Metí un dedo y comencé a darle ligeras vueltas. Introduje el segundo, abriéndolos como tijeras. Luffy no daba señales de sentir dolor alguno.
Metí el tercero simulando estocadas.
Luffy cada vez gemía más, su rostro estaba inundado de placer.

– Zoro...ngh...entra de una...ngh...vez.

– Como ordene, capitán

Acomodé mi miembro en su entrada y empecé a entrar lentamente.

– Zoro~~ ¡Apresúrate!

Aceleré un poco la velocidad en la que entraba, ya que si lo hacía de golpe, le iba a doler bastante.

Terminé de entrar y me quedé quieto un par de segundos para que Luffy se acostumbrara. Pero casi al instante empezó a mover las caderas, en señal de que podía continuar.
Hice caso a la petición de mi capitán.
Lo comencé a embestir cada vez más rápido.

– Zo...ngh...Zoro....más rápido...ngh...

Aceleré todo lo que pude, hasta que llegué a mi límite. Me corrí dentro de Luffy.

Al sentir cómo lo llenaba, Luffy se corrió entre los vientres de ambos.

Nos tiramos en el suelo, completamente agotados, tratando de normalizar la respiración.
Cuando finalmente lo conseguimos, cada uno se vistió por su lado, y, antes de irse a dormir, Luffy me dio un último beso. Lo vi irse por la puerta, y me senté en el sillón a seguir "vigilando".

– Se lo tenían bien escondido, ¿no?

– ¡¿Quién eres?!

Nami surgió de la nada.

– ¡¿Nami?! ¡¿Nos viste?!

– Hai :3

– Ni se te ocurra decir algo.

– Tranquilo, no lo haré.

Ahora que me fijo...

– ¿Qué es esa mancha roja debajo de tu nariz?

– N-nada –se la limpió rápidamente

– Ajá...

– Bueno, ¡buenas noches!

Se fue.

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¡¿ESTÁS CONTENTA luffyrubi?!
¡¿ESTÁS CONTENTA?!
Ya está :3
Y no sé cómo pasé de que Zoro tuviera una pesadilla al lemon .-.
No sé hacer lemon~ ;u;
Nami se desangró~
XD
Buano
Bye ^u^

Tuve Un Mal Sueño...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora