Happy Hour

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Todos conocen la famosa "Hora feliz",esa estrategia de marketing para atraer clientes en determinada hora, cuando bajan los precios.

Sam siempre habia sido cliente frecuente en el bar Andycoins, un lugar amistoso con tematica de cabaña de un leñador.

De ocho a diez, él estaba ahí, bebiendo en silencio.

Conocía a todos y todos se llevaban bien con él, a veces conversaba o hasta se ponía detrás de la barra a ayudar a Andy gratuitamente.

Pero, él no era feliz, ni siquiera en esas horas...

Trabajaba todo el día en un empleo mal pagado como asistente de un contador.

Su ex-prometida lo había dejado semanas antes de la boda con la excusa de que él debía madurar.

Su madre, enterrada cuatro metros bajo tierra, su padre, en Irlanda con el resto de la familia.

Sus amigos... Solo tenía a la gente del bar...

Sam llegó a las ocho en punto, el bar ya estaba habitado por algunos clientes , pero no era nada comparado a como se llenaría más tarde.

Se sentó frente a la barra y Andy, el dueño, lo recibió con una sonrisa.

-Eh, amigo, siempre tan puntual!- le dijo este alegre

-Claro que si, nunca me perdería el ver como bajas el precio de tus queridas cervezas.-

-Ah, lo se, es doloroso verlas partir...- dijo fingiendo estar aflijido-En fin ¿Que desea el caballero?-

-La cerveza de la casa, capitán-

-Ajoy marinero!-

Andy le sirvió un tarro con la deliciosa cerveza rubia Andy's y se la pasó como en las peliculas, deslizandola por la barra, solo que volcando medio vaso.

-Nah, es broma,aqui tienes muchacho.- dijo llenando el tarro nuevamente y ofreciendoselo.

-Gracias Bro- dijo Sam llevandoselo a la boca.

Andy lo miró por unos segundos y luego se fue a atender a otro cliente.

Y pues, así la sonrisa de nuestro rubio se desvaneció y los pensamientos volvieron a invadir su mente.

-Sophie...- susurró recordando a la castaña, su prometida, su compañera, su amor, su razón de vivir...

La cual ya no estaba.

La cual lo habia dejado por ser como es.

Si ella estaba enamorada. ¿No tendria que aceptar la forma de ser de él, o al menos ayudar a mejorarla?

-Tal vez nunca me amó...-murmuró

Una muchacha se sentó a su lado, pelo castaño por ariba del mentón, levemente ondulado, ropas negras con parches de bandas que Sam desconocía. Botas negras, pulseras multicolores, y cara de haber pasado un mal día.

"Es tan parecida y a la vez tan diferente" pensó él al notar que ella era como un reflejo su antigua pareja, pero decidió ignorarlo.

Aunque ella no, dado que se quedó mirando unos minutos al chico rubio de su lado, cabello corto entre rubio y marrón claro, ojos cafes, sudadera gris y jeans oscuros.

¿Quien era ese hombre que tanto le llamaba la atención?

Ella ni siquiera sabía por que habia entrado a ese bar. Ni siquiera solía ir a bares y menos a uno con esa pinta, aunque por dentro era más pintoresco de lo que esperaba. Aun así, ella había sentido que tenia que entrar.

Happy Hour [Editada & Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora