Temprano por la mañana, Jacob me despierta con incesantes golpes en mi puerta. Arrastro los pies hasta la puerta y abro con una débil sonrisa. Él se ve radiante con una camiseta blanca y jeans azules mientras me muestra las llaves de su auto.
- ¿Desayunamos juntos? - sugiere, acercándose para besar mi cabeza. - Lamento tanto haber cancelado ayer, pero he pedido toda la mañana libre para reivindicarme.
Mi cabeza descansa en su pecho, desde donde puedo escuchar los latidos de su corazón, y su mano peina mi cabello con suavidad. Elegí ser su novia por todo lo que significa para mí y porque sé que también soy alguien importante en su vida, pero no puedo negar que es duro saber que su carrera es más grande que ambos juntos.
Llevamos dos días juntos y ya tengo un enorme nudo en la cabeza. ¿Debería rendirme antes de que las cosas se tornen más serias entre nosotros? No, eso no lo puedo hacer, no soy alguien que se dé por vencida tan rápido.
- Bien, bien, dame unos minutos para arreglarme. - accedo, alejándome de él lentamente.
Me doy la ducha más rápida de mi vida y me visto con unos shorts y blusa que juegan con los colores blanco y negro. Cepillo mi cabello mojado, me coloco algunos accesorios, me maquillo un poco y ya estoy lista para salir con Jacob.
Subimos a su convertible negro y él maneja hasta llegar a un restaurante muy bonito y de apariencia costosa. Abre la puerta del local para que yo pase y corre la silla para que me pueda sentar. Toma mi mano sobre la mesa y, mientras me sonríe, ordena el desayuno.
- Tengo grandes noticias. - dice Jacob inesperadamente.
- ¿Cuáles? - preguntó mientras me llevo un poco de huevos y tocino a la boca.
- Es sobre el EP. - comienza a contarme con una gran sonrisa. - Adelantaron el lanzamiento.
- ¿Es enserio? - preguntó conmocionada y él asiente. - ¡Jake, son noticias fenomenales! Estoy muy feliz por ti.
- Me alegra que hayas tomado tan bien la noticia.
- ¿Por qué habría de tomarla mal? Mi deber como novia es apoyarte en todo lo que pueda.
- Es que, junto con el lanzamiento del EP, se vienen entrevistas, conciertos y viajes. - no logro entender lo que quiere decirme, así que parpadeo un par de veces en espera de una explicación. - Todo se ha adelantado, Beth, absolutamente todo.
- ¿Te vas? - preguntó con una sensación extraña en mi pecho.
- Todavía no se la fecha, pero lo más probable es que sea la siguiente semana.
- Me estás bromeando. - afirmó con un intento de sonrisa, pero su seriedad me dice que no es así. - Vaya, no creí que fuese tan pronto.
- Lo sé, lo lamento, pero...
- Esta bien, cariño, es tu sueño y no soy quién para retenerte.
- Eres mi novia. - me recuerda con el ceño fruncido. - Lo que tú pienses es algo importante para mí.
- Sí, Jake, lo sé, pero yo voy a regresar a Louisiana en dos semanas más. - alcanzó su mano y acaricio el dorso con mi pulgar. - También me iré, solo que un poco después de ti. Tú tienes que dar esos conciertos y yo tengo que entrar a la universidad.
- ¿Todavía quieres estar conmigo? - pregunta con tanto dolor que me dan ganas de llorar.
¿Cómo es posible que me quiera tanto?
De alguna forma, ese sentimiento me hace sentir culpable por haber pensando en darme por vencida con respecto a nosotros. Jacob no quiere que esto termine y yo no quiero dañarlo, así que la solución lógica es luchar.
- Claro que sí, no lo dudes. - respondo, lo cual lo tranquiliza al instante y hace que se incline sobre la mesa para besarme.
- Entonces encontraremos una forma de que todo funcione.
- Tenemos que hacerlo porque cuando te vayas a... - su celular me interrumpe.
Jacob se disculpa y contesta la llamada. Veo como su rostro va cambiando de expresión hasta fruncir el ceño y sé que eso solo significa problemas.
- Lo lamento, lo lamento, lo lamento. - repite una y otra vez. - Es hora de que regrese, quieren que haga unos arreglos antes de finalizar todo.
- Esta bien, al menos pasamos una hora juntos. - digo, ocultando mi decepción detrás de una sonrisa. - Puedo tomar un taxi si tienes que ir ya mismo al estudio.
- ¿Qué? No pienso dejar que vayas sola, yo puedo llevarte.
- ¿Estás seguro? No quiero retrasarte.
- Beth, eres mi novia, no hay trabajo más importante que tu.
El viaje en el auto de Jacob es silencioso. Supongo que ambos sabemos que, a pesar de todo nuestro esfuerzo, hay cosas que salen de nuestro control y que nos dañan de a pocos.
Jacob se detiene en una luz roja y mi celular vibra en mi bolsillo. Él me dedica una mirada extraña, como si se preguntaste por qué alguien me llama en este momento. No lo culpo, yo tampoco esperaba una llamada justo ahora. Pero basta que lea el nombre en la pantalla para entenderlo.
Es la persona más inoportuna y divertida de todo el mundo: Cameron.
- Buenos días, Eli. - saluda con emoción su familiar voz desde el otro lado de la línea.
- Buenos días, Cam. - respondo sonriente. - ¿Cómo estás?
- Muy bien, ¿qué hay de ti?
- Oh, estoy bien. - respondo, volviéndome a ver a Jacob de soslayo. No luce contento. - Jacob vino temprano en la mañana para salir juntos, pero ya estoy regresando al hotel.
- Eso es perfecto.
- Perfecto, ¿por qué?
- Tengo entradas para el teatro.
- ¿Bromeas?
- No, claro que no. Paso por ti a las 5 PM.
- Es un hecho.
Cuelgo la llamada y regreso mi teléfono a mi bolso, pero la idea del teatro sigue en mi mente. El teatro siempre ha sido uno de mis lugares favoritos.
- ¿Enserio saldrás con él? - pregunta Jacob mientras aprieta el volante.
- Es mi amigo, no creo que haya algo de malo en salir unas horas con él. - respondo, volviendo a verlo.
- Cariño, tienes novio ahora, no creo que este bien salir con chicos a solas.
- Aaron es un chico. - me excuso, encogiéndome de hombros.
- Es tu hermano.
- ¿Qué hay de Nate?
- Es mi mejor amigo y sé que no intentara algo contigo. - ruedo los ojos ante eso. Comienza a incomodarme todo esto.
- ¿Por qué odias tanto a Cameron?
- Porque le gustas, Elizabeth. - responde desesperado. - Le gustas y temo que con todas estas salidas, esté intentando agradarte más hasta que te enamores de él.
- Estás confundiendo las cosas, Jacob, él es solo un amigo.
- No lo defiendas, yo soy hombre y sé cómo piensa. - dice, usando el mismo tono, cuando nos detenemos frente al hotel.
- Podrias confiar un poco en mi, ¿sabes? Yo no pienso dejar que algo pase.
- Promételo.
- ¿Qué?
- Promételo. - repite, esta vez volteando a verme.
- No deberías necesitar una promesa de mi parte. - le digo decepcionada de que piense de esa forma. - Pero si una promesa es lo que necesitas, entonces te haré una, Jacob Whitesides: te prometo que no seré quien destruya esta relación.
Primera pelea, que tiernos! Digo.... Que mal!
¿Cuántas son Team Jacob? ¿Cuántas son Team Cameron?
Les mando mil besos a todas y les doy gracias por leerme!
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Hit me with your best shot.
Fiksi PenggemarElizabeth Woods tiene su vida resuelta: un papá asombroso, un hermano que la adora, una carta de aceptación de la universidad que deseaba y dinero suficiente para todo lo que desea. Tiene ya todo planeado y no piensa desviarse de sus metas. Pero cu...