Yo no pretendía invocarla, fue un error. Sólo era un juego de campamento. No queríamos que esto pasara. Fue un error. Fue un error. UN ERROR.
Todo empezó con una pequeña reunión al llegar al lugar donde estableceríamos nuestro campamento. Éramos 7 jóvenes, 5 hombres y dos mujeres, acompañados de 3 adultos. Yo estoy incluida entre las dos mujeres. Mi papa era uno de los adultos que nos acompañaban esa noche fatídica.
Mis amigos y yo aprovechamos que los viejos regresaron a la carretera para buscar algo más de comida, y comenzamos a contar historias de terror al lado de la fogata. Todo era tranquilo, como en cualquier campamento normal.
Misael, él fue el que tuvo la idea, él debería haber sido el único en morir. Dijo que había un ritual divertido en el que aparecería un demonio, un fantasma o algo así, nadie le creyó, pero de todos modos jugamos para ver qué pasaba. Por morbo y curiosidad. Yo no quería, pero no iba a quedar como la nenita llorona así que acepté nerviosa. Y comenzamos, no puse atención a las palabras que dijo Misael, pero tenía una sonrisa retorcida, como si ya supiera que iba a pasar. Conforme su rezo avanzaba la fogata cobraba más vida, se alzaba más alto.
Tenía mucho miedo. El viento comenzó a correr más fuerte a nuestro al rededor, un árbol cayó sobre una de nuestras tiendas, Michelle se asustó tanto que comenzó a llorar. Yo estaba paralizada del miedo. Mirando a todas partes por si algo se aparecía. Carlos, quien estaba a 3 personas a mi izquierda gritó asustado y se soltó y corrió, al igual que la mayoría, incluido Misael, quien no paraba de "rezar", pero Michelle y otro (Juan) no se movieron por temor o que se yo, y la camioneta donde iba mi padre y los otros dos adultos, los arroyaron, y no solo eso, sino que no se detuvieron y terminaron estampándose contra un grueso árbol.
El auto explotó, aunque parecía totalmente anormal, Misael reía y rezaba, parecía un loco. Los demás le rogábamos que se detuviera.
Ya había 5 muertos. Y como quiera seguía. Entre versos nos dijo que no podía parar y que todos íbamos a morir. Ángelo asustado salió corriendo y al pasar bajo un gran árbol, algo (según yo alcancé a ver) corto una enorme rama que termino por aplastar el cráneo de Ángelo. 6 muertos. Misael cada vez rezaba más fuerte, más rápido, en un idioma que no supe identificar.
Los otros 3 que quedábamos nos abrazamos temiendo lo peor de nosotros. Nada había sido una coincidencia, algo nos estaba cazando. Y planeaba matarnos a todos. Mire hacia el fuego de la camioneta y algo estaba surgiendo. Un cuerpo que tomo forma femenina. Gritaba de una manera horrible, y nosotros, menos Misael, estábamos a la expectativa de lo que la mujer hiciera.
Joel se arrepintió de haber jugado y maldijo a Misael. La mujer nos miró de repente, y corrió hacia nosotros quienes por instinto corrimos en diferentes direcciones. Pero ella sólo fue tras Joel. Gritando la mujer encajo sus manos con garras en el pecho de Joel una y otra vez, ante las miradas estupefactas mías y de Hugo.
Hugo y yo nos volvimos a juntar lentamente, mientras la mujer seguía despedazando el cuerpo de Joel ya sin vida. Misael había desaparecido y ni cuenta nos dimos, estábamos demasiado asustados como para esos pequeños detalles.
La mujer se aburrió de Joel y nos buscó, y nos encontró para nuestra desgracia. Corrió hacia nosotros pero pude ser más hábil y salir huyendo más aprisa. No supe que paso con Hugo. Estoy escribiendo esto porque sé que aquella mujer de ojos negros y cuerpo lleno de sangre no tardará en encontrarme. Fue un error, fue un error. Fue la culpa de Misael, los demás creíamos que era un simple juego, era para armonizar el ambiente, no queríamos morir, no quiero morir ¡NO
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El Ritual
ParanormalRelato de una chica que vivió una horrible experiencia en un bosque, donde estaba de camping con sus amigos y familiares.