El nieto de la Sra. Robertson ©

CAPÍTULO 28: "Pánico"

Como no quería hacer que narre Charles, ni Scarlett, ni ningún otro personaje... no me quedó de otra que escribir en tercera persona... Espero que disfruten el capítulo ♥ All The Love. 

P.D.: Estoy escribiendo esto a las 10:58 de la mañana, saben por qué? Porque no he podido dormir nada de nada. Así que si notan faltas de ortografía es porque estoy amanecida c: Aviso que no será un capítulo muy divertido y encantador que digamos...

La cabeza de Scarlett daba vueltas, todo estaba demasiado confuso y ni siquiera sentía las piernas, pero si estaba algo consciente de que caminaba por lo menos. Los rostros de las personas empezaban a distorsionarse, todo se movía más lento, fuera de entender lo que en verdad pasaba a su al rededor, eso sin contar que varios colores como el rojo, azul y morado aparecían de la nada en su vista. Todo producto de esa maldita píldora...

No entendía nada de lo que pasaba a su al rededor, lo único que su cerebro captaba en ese momento era que parecía trasladarse de un lugar a otro. El boliche era literalmente enorme, había en total cinco pistas y hace unos diez minutos se había perdido de su grupo de amigos, o de por lo menos los únicos rostros que conocía en ese lugar. Habían llegado hace una hora al lugar, y el éxtasis no tardó en hacer efecto en su cuerpo. Ella no entendía nada, estaba como ausente emocional y razonablemente, pero seguía estando ahí. De alguna manera sabía eso.

No pensaba con claridad, en realidad, no hacía nada con claridad. A tal punto que de la nada tenía un vaso de chupito en su mano cada unos diez minutos, no sabía de dónde los sacaba pero igualmente se los tomaba. Las personas a su al rededor ni si quiera se percataban del estado en el que se encontraba. Cada vez parpadeaba más lento. En su interior se preguntaba dónde estaban sus amigos, incluso se dijo en su interior que tenía que reunir fuerzas de voluntad e ir a buscarlos. Pero de la nada, como si fuera por arte de magia, se encontraba en el medio de una de las cinco pistad de baile, se empezaba a dejar llevar por la música, por la gente a su al rededor, por el ritmo. Y en ese momento, había dejado de ser ella por completo.

Varios chicos del lugar la miraban bailar, admiraban su belleza y su forma de moverse tan espectacular. Definitivamente era una de las adolescentes más deseables que se les habían cruzado por el camino. El humo del lugar, la música a reventar, el calor, y los cuerpos todos amontonados empezaron a hacer que el cuerpo de Scarlett comenzara a sudar, y como pudo se quitó su chaqueta y la arrojó a algún lugar de la barra. 

Ella siguió haciendo lo de hace unos momentos, mientras que en la otra punta del boliche se encontraban todos sus compañeros. Ninguno se había percatado de la ausencia de Scarlett, ni siquiera si propio profesor. Todos bailaban de lo más tranquilos, bebían y se divertían como si nada estuviera pasando en ese preciso momento, Sus amigos, los que habían decidido ingerir esa estúpida píldora, estaban igual o peor que ella. 

Todos estaban disfrutando de la noche, bailaban y saltaban de aquí para allá. Kylie y Nina, que se habían prometido cuidar de los que habían seguido el juego a James, estaban más que preocupadas, ya que se habían dado cuenta de la ausencia de una de sus mejores amigas. Nina tragaba saliva nerviosa y buscaba con la mirada a Scarlett, mientras que Kylie estaba a punto de entrar en un colapso nervioso, ya que estaba intentando llamar a Scarlett y ella no contestaba su teléfono, ¿Quién sabe si aún lo tenía encima? 

Pero no solo ellas se habían dado cuenta de la ausencia de Scarlett, claro que no. Thomas miró a su al rededor como unas veinte veces, la buscó de aquí a allá con la mirada y la preocupación iba creciendo dentro de el cada vez más. Se dijo a si mismo que seguramente estaba con sus amigas, así que empezó a empujar los cuerpos a su al rededor, sin importarle de quién se trataba. Una capa de sudor cubría su cuerpo, lo que le hacía ver malditamente guapo, toda una obra de arte a los ojos de todos en la pista, y el hecho de que sus ojos relucían y brillaban incluso en la oscuridad era algo encantador. Al fijarte en el, lo primero que llama la atención son sus enormes y hermosos ojos.