Tras la sorpresa

Capitulo 1

Capitulo 1

Me encontraba en mi mesa ordenando un poco las decenas de folios que la inundaban, mi café ya frío en mi lado derecho me acompañaba. Había tenido bastante trabajo así que no tuve tiempo de acabarlo a su debido a tiempo. Me giré y en la oficina apenas quedaba nadie, casi las seis de la tarde de ese miércoles. Envío un correo con las últimas traducciones y me puedo ir, pensé. Le di clic al correo para que llegase a tiempo a mi jefe. Le miré y vi como se giraba hacia a mí y me mandaba una señal de aprobación. Apagué el ordenador, cogí mi bolso y maleta, la chaqueta y me fui dirección al ascensor.

-¡Vanesa!

Frene, y me giré. Delante de mí se paró mi jefe, alto, moreno, ojos azules, vestido de traje, impecable.

-Dime Ángel.

-Quería pedirte algo... (Sonreí, puedes pedirme lo que quieras, pensé) Esta noche hay un concierto (claro que quiero ir contigo, volvió mi cabeza a pensar sin que yo le diese permiso) ¿podrías cubrirlo y tener hecha una crónica para el sábado?

Vanesa, tan inocente como siempre. Dile que no, que tienes planes, aunque solo sea ver una serie mientras te atiborras a palomitas. Pero no, a él no podía decirle que no.

-Claro, dime la dirección.

Saqué papel y bolígrafo de mi bolso, siempre llevaba alguna libreta, nunca se sabe donde te puede visitar la imaginación. Me encantaba crear, escribir historias, aunque trabajase en un pequeño periódico semanal haciendo traducciones que nos llegaba de noticias del extranjero o pequeñas crónicas de eventos de la ciudad.

-Apunta, Sala Búho Real, está en la calle de Regueros. Siempre hay muy buen ambiente y han salido de ahí grandes artistas, y espero que este grupo también lo sea. Lo dejo en tus manos. Te recompensaré.

Me guiñó un ojo antes de irse. Y yo me quede unos segundos ahí de pie. Cuando volví a reaccionar, me dirigí al ascensor. Cogí mi teléfono y abrí los mensajes que tenia por contestar. Entre ellos estaba el grupo de mis amigas, parece que no tenían planes así que si me quieren tendrán que acompañarme esta noche.

-¡Chicas! Os tengo que pedir un favor...

Espere unos segundos, empezaron a escribir mientras yo entraba en el metro.

-¡Para eso estamos!

Contesto la primera, Alba. Mi mejor amiga junto con Ana, que también contesto un 'Dinos' instantes después.

-Tengo que ir a cubrir un concierto esta noche.... ¿Os venís?

Me costó un poco convencerlas pero al decirles que las cañas las pagaba yo dejaron de quejarse. Quedamos a las ocho en mi casa para tomarnos la primera.

Llegué, me duché y cambié. Preparé mi bolso, me llevé la cámara de fotos por si había algo interesante, una libreta y varios bolígrafos. También la grabadora. Elegí unos pantalones negros, una blusa blanca con un poco de escote, una americana negra y unos botines. Me acabé de maquillar y la puerta sonó.

-Pasar chicas, nos vamos en diez minutos.

Las acompañé al salón, que no estaba muy lejos de la puerta. Básicamente porque mi piso era muy pequeño. A mí me gusta llamarlo un gran espacio abierto, queda mucho mejor. Cuando entras te encuentras con el salón, mi habitación, y también con la cocina. Lo único que está pasando otra puerta es el baño. Cuando vine a Madrid me busqué un piso pequeño, donde poder hacer mi vida, sin tener que molestar a nadie. Alba y Ana tenían pisos parecidos, pero a las afueras de la ciudad. La verdad es que tuve gran suerte de encontrar esto en el centro y por un bonito precio.