El invierno recaía en mi interior,
Las golondrinas ya no cantaban a mi alrededor.
El silencio en mi alma se hacía sepulcral, y el vacío se acercaba a mi lado a divagar.
Me senté un día, sin esperanzas ya, para ver si un poco el sol se asomaba a mi.
No esperaba nada, salvo las horas. Y no fue el sol, si no fuiste tú. Llegaste y la primavera llego a mi.
Las pocas fuerzas que me quedan para vivir te las dedico a ti, amándote. Si es preciso decirlo así, si lo que siento pudiera tener una definición o si eso que causas en mi tendría una descripción.
Las cosas cambian, vaya que si han cambiado. No contigo, no conmigo, pero al rededor si.
Te amo o eso es lo que creo sentir, te quiero. Te quiero. Pero te quiero en toda la magnitud de la palabra. Te quiero de la forma en que la desees conjugar, y si eso no te satisface, lo siento, no puedo encontrar una palabra que resuma todo eso que tu, solo tu, le hizo a mi alma sentir...
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Memorias
Short StoryPara cuando te sientas triste y quieres ver la realidad de alguien probablemente más estúpido/a que tu.