Alexander y Joanna ya habían salido a la cena que tenían en honor a los cuarenta años desde que habían reconstruido la gran biblioteca de New Castle tras los estragos producidos por una tormenta. La mujer del padre de Perrie era hija de uno de los principales participantes de todo ese trabajo y trabajaba desde los veintiocho años como bibliotecaria en su tiempo libre.
Caitlin estaba otra vez saliendo con Liam, y por lo que su hermana había visto en su atuendo - que incluía un precioso conjunto de ropa interior negro con encaje -, deducía que no volvería hasta el otro día.Sola y con trabajo por hacer, se metió en la computadora y comenzó a teclear el nuevo artículo que debía enviar a Adam. Pero cuando lo tuvo listo, tomó sus apuntes y notas y se centró en el libro donde expondría todo.
No esperaba la llamada de Leo, pero le llegó y se sorprendió cuando captó la información que le estaba dando. Ella tenía esos datos, pero sin que se lo dijera su gran amigo, no creía poder entenderlo. Eso no iba para su investigación, pero era importante para ella el saberlo.
La insistencia de Adam en saber sobre Malcom Mayer y ponerlo al descubierto, había sido en un principio algo sospechosa, pero Perrie había asumido que era tan solo un acto pasional de alma periodista.
Jamás creyó que Adam realmente tuviera esa hermana de la que había escuchado, y menos que menos el que fuera hija de Patrick Fayland. Al parecer la madre de Adam, Bea Roy trabajaba como empleada en la gran mansión del mafioso, y tras un manoseo excesivo y totalmente desubicado, la dejó embarazada violentamente - claramente el dinero tuvo mayor peso y la denuncia ejercida en contra de Fayland, no fue aceptada.
La niña que nació de ese abuso, fue a parar a manos de los Sulivan, una pareja de clase alta a quien él les dio la pequeña bebé tras quitársela a Bea. Para lograrlo, Malcom Mayer había sido el encargado del trabajo sucio que incluyó quitarle la vida a la humilde mujer. La autopsia que Perrie había leído - y obviamente Adam también, así se había enterado - indicaba el triángulo característico del triple balazo.
Adam sabía de la existencia de su hermana, pero no su paradero, y desde que había entrado en el mundo del periodístico la estaba buscando. Al fin había dado con ella y resultaba ser una mujer comprometida. Alanis Sulivan, conocida como Alanis Goodman, la esposa del empresario del mundo de la moda y el maquillaje de alto nivel, Donald Goodman.
Donald Goodman no era cualquiera, si no que estaba metido en los negocios sucios de la mafia manejada por los Fayland, y para Perrie le fue obvio ver que estaba intentando arrastrar con él a los Malik. Temía que a eso se debía toda la discusión y problemática que Zayn le había planteado tiempo atrás.Sabía Donald Goodman que su mujer era hija de uno de los Fayland?
Quería meter a los Malik solo porque ella era la amante de Zayn?Preguntas rondaban en su cabeza ante tal investigación - donde inevitablemente aparecía el nombre de Brooklyn Marshal, la amante de Donald Goodman, periodista de chimento obsesionada con Zayn Malik y enemiga de tanto Perrie como Eleanor principalmente.
Los fuertes golpes en la puerta la hicieron sobresaltar. Se apartó de la computadora y dejó la taza de café a su lado para atender al visitante. Pero en cuanto abrió, se le heló la sangre.
Cayó al piso cuando él la empujó y cerró la puerta tras de él.
Ahora estaban solos en una misma casa, encerrados, y ella conocía lo que venía.
-Perrie Edwards..- sonrió con maldad -Tanto tiempo.. no pensé que fueras tan hermosa como decían.-
-Qué mierda querés?- lo enfrentó.
-Supongo que sabrás que si estoy acá, es porque me mandaron, no? Estuviste metiendo la nariz demasiado entre los libros más sucios.- cada vez la llevaba más contra la pared.
-Fayland.-
-Bravo.- aplaudió -Muy inteligente.-
-Ya te habían avisado que tenías que dejar de meterte. No te alcanzó con lo de hace unos años?-
-Son unos corruptos. Soy periodista, quiero y debo develar todo.-
-Linda, no podes derribar a una de las mafias más importantes.-
-No van a meterme miedo.-
-No.- le dio la razón -Vamos a acabar con esto directo de raíz.- murmuró, para golpear su mandíbula.
La cabeza de Perrie golpeó contra la pared y el impacto hizo que un fuerte dolor se extendiera en su cabeza hasta el cuello y la espalda.
Al abrirse los azulados ojos, un arma de fuego le apuntaba.-Sabés cómo es esto, linda.- sonrió -El del corazón es el último para prolongarlo un poco. Pero tranquila, va a ser bueno.- apuntó a su estómago y notó que la pálida mano ya estaba en él.
-Quitá la mano.-
-No.- se negó rotundamente.
-Quitá la mano!- exigió, molesto.
Pero ella no iba a dejar de intentar proteger su estómago. Le picaban los ojos por las lágrimas ante la idea de perder a su hijo. Cruzó los brazos por sobre donde tenía su mano anteriormente, y negó.
-Miedosa!- rechinó los dientes y le tironeó de uno de los brazos.
-No!- gritó, cuando él, claramente teniendo el doble de fuerza que ella, logró dejar expuesto su estómago.
La pequeña protuberancia se expuso ante Malcom Mayer y él saltó. A la fuerza le desabrochó los pantalones y vivió que nacía desde su pubis.
-Maldita perra. Estás embarazada?!-
-No le hagas nada.- pidió.
-Hija de puta!- gritó, volteando y manteniendo una discusión consigo mismo -No puede ser.- maldijo y volvió a mirarla, furioso e importante -Por qué mierda?-
-Soy una mujer.- respondió -Voy a tener un hijo, ser madre. No quiero que nada le ocurra.- habló, con la voz algo apagada ante el miedo y el intento de convencerlo. Sabía que Mayer no podía matar niños. Si la mataba a ella, también mataba a un pequeño.
-Maldita seas!- gritó, apuntando temblando a la cabeza de la rubia.
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Chan chan...
Estoy disfrazada de chica muy mala (literal, negro, cuero y tacos) así que subiéndoles este capítulo no puedo sentirme más bad girl 😎😏👊
Espero que les haya gustado.
Love yaaaaaa
Good Night
~Foreveryoung:)
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This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)
FanficSu primer encuentro, fue ilegal, al menos ante los ojos de la ley. Ambos pensaron que había sido sólo un error para olvidar. Pero el destino los volvió a encontrar, y ésta vez quizás ya no lo pudiesen olvidar. Ella sólo buscaba la verdad, y él sól...