INFANCIA
Hay días en los que es mejor no salir de casa, desconectar del mundo, de la gente. Estar solo tu mente y tú. Soñar mientras estas despierto y percatarte de que la vida es más dura de lo que te dicen que es. Que cuando maduras todo en lo que creías se desvanece como las cenizas en el viento. Todo desaparece en un solo pestañeo mientras ves como tu vida pasa rápidamente e inerte. Cuando te preparan para la vida jamás te dicen como es, jamás te dicen “tranquila, todo saldrá bien. Siempre habrá alguien apoyándote”. Solo te dicen “prepárate para la aventura de tu vida. Espero que sea mejor que la mía”. Solo te dan una palmadita en el hombro y te dejan volar aun sin estar segura de tener alas. En ese momento es cuando te das cuenta de que ya no eres una niña y esa niña ya no va a volver nunca. Que ya no podrás despertarte cada día con esa ilusión que todo niño tiene en sus ojos y su sonrisa, que ya no podrás cantar y bailar de esa forma sin importar lo que piensen los demás o que te miren mal. Ya no será lo mismo sin tu niñez. Aprovecha tu niñez antes de que te salgan las alas, porque no sabes lo que te pasara en el futuro, tan solo lo que tienes en el presente y lo que viviste en el pasado. Mi consejo es: MIRA EL PASADO MIENTRAS VIVES EL PRESENTE PENSANDO EN EL FUTURO.
