Unos cuantos minutos después Jessica ya estaba aparcando el Seat Toledo de su padre en el garaje, yo suspiraba, dos años habían pasado sin haber visto a su familia, desde ese año que viví en Colombia, recuerdo perfectamente mi despedida. Ese 10 de junio me desperté más temprano que de costumbre, viendo el cielo azul dando a entender que era un día de felicidad, pero para mí no lo fue, ya que a quien yo más quería se iría al otro lado del mundo.
Ese día fue especialmente melancólico, solo escribí un trio de cartas agradeciendo el tiempo juntos, a ella y a su hermano, a su madre por haberles traído al mundo y haberlo educado de una manera única que nadie más podría haber hecho.
El motor del Seat fue asesinado por la llave que Jessica puso en posición de apagado, segundos después, Sam, su hermano, salió corriendo de la amplia casa a través del porche delantero, donde su familia estaba esperando para darle un enorme abrazo y a mí, saludarme. Fue un buen momento, la visita más deseada en años, desde que dejaron Colombia un par de años después de conocernos, un par de años después de ese trágico y melancólico día.
-Is!, Hola chavalote, ¿Cómo estás? – Dijo con una enorme emoción, estaba mucho más alto de lo que recordaba, la pubertad había pasado su cobro en aquel tierno y redondo chico, que tanto me quería, hasta llegar a verme como su segundo hermano y mejor amigo. Cuando Jess estaba en problemas el no dudaba en buscar mi ayuda para sacarla de apuros, y cada día que nos veíamos siempre me pedía ir a su casa a jugar videojuegos toda la tarde mientras Jessica hablaba conmigo y otros de sus amigos a la vez que veíamos los hermosos atardeceres desde la cumbre de la ciudad, era hermoso ver como el sol moría, sin decir nada, solo se iba dejando un hermoso espectáculo tras de sí, un espectáculo que solíamos ver los tres juntos, en un pequeño departamento del oriente de la ciudad que estaba cerca a un frondoso y agradable bosque.
Segundos después respondí a su agradable, tierno y tan esperado saludo, tras varios años sin verle, sin hablarle y sin abrazarle, seguía siendo el mismo chico tierno y mimado que había conocido años atrás, sin importar el pasar de los años.
- ¡Hola Sam!, yo ando de maravillas, hace poco regresé por aquí y decidí daros la noticia de que me iré a vivir con tu hermana en Londres – Volteé a ver a su madre, quien me sonreía por la noticia, ella sabía que yo era una perfecta compañía para su hija en un lugar que ambos no conocíamos aún. Sam abrió los ojos como platos y se llevó sus manos a la boca para mostrar el asombro que le había dado la noticia
- ¿Sois novios? – Preguntó en voz alta, dios, este chico había adivinado lo que sucedería en Londres unos días después, reí, porque hace minutos le había declarado a Jessica todo lo que sentía y ella me besó, así que eso tal vez podría considerarse como ser novios, aunque no oficialmente
- Que va, He estado enamorada de ella desde que os fuisteis, y ella me dijo que no, porque no está interesada en mí en lo absoluto – Reí y miré a Jessica, quien también reía, pero su mirada me decía que yo le estaba mintiendo, ella sabía que era mejor ocultar lo que había sucedido en la pequeña avioneta un cuarto de hora antes
Luego de unas cuantas bebidas y felicitaciones, Sam me llamó a su cuarto para contarme algo, accedí y camine unos metros hasta su enorme e iluminado cuarto, tenía un montón de libros de romance y ficción, este chico pudo haber seguido mis pasos, pero opte por creer que era una coincidencia.
-Oye, la verdad es que sé que traman vosotros dos
-Sam, no tengo nada que ocultarte – Dije serio, mierda, me ha pillado.
- ¿Por qué no me cuentas que ha sucedido con ella?
-Oye, sabes que ella me gusta, y mucho, y he estado tras de ella más de dos años desde que nos conocimos, nos volvimos a ver en Colombia y ahora de nuevo aquí, en Madrid, y próximamente nos iremos a Londres, y si quieres saber que sucedió, pues me declaré esta hermosa tarde, y por fin recibí lo que hace años estaba esperando, aunque aún no seamos novios, presiento que pronto los seremos, porque la verdad ella me aprecia mucho, y yo la amo con todo mi corazón
-Oh, vamos, ya lo sabía, aunque bueno, no lo del beso. Felicitaciones amigo, por lo que se, ella también puede llegar a sentir lo mismo por ti mi apreciado hermano de otra madre – Cruce mis brazos y sonreí como un tonto, realmente no me imaginaba hablando de estas cosas con el hermano de la chica más hermosa que nunca había conocido, aquella chica que era capaz de desvelarme todas las noches solo para hablar con ella, o para divertirnos juntos aunque fuese a la distancia, era algo genial porque me sentía único, nadie más había logrado ese nivel de cariño conmigo, aunque yo fuese un grinch desgraciado que solo buscaba amor de alguien para ser alguien mejor en ese loco y podrido mundo en el que vivíamos.
Después de esa conversación tan inesperada me dirigí a la cocina para dejar el vaso que había usado para tomar una cerveza con Alex, el padre de Jessica y Sam, era agradable hablar con él, porque siempre tenía todos los temas más recientes para hablar acerca de. Lavaba el vaso, cuando de repente Jessica apareció por detrás mío dándome un fuerte abrazo, me exalte.
Unos instantes después, cuando la cocina se encontraba vacía, ella dejó el abrazo para darme vuelta y rozar sus labios con los míos una vez más, mi corazón como era de costumbre se disparó y me sobre exalte aún más, seguí el suave ritmo de sus labios junto a los miso, tan cálidos, tan deseables, tan de ella...
Me había robado un beso, ¿Hay algo mejor que esto?.
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Cometas Por El Cielo
Teen FictionDespués de dejar un doloroso pasado, este decide perseguirla hasta Madrid, su nuevo hogar. Joshua, un chico internado en un psiquiatrico la conoce por casualidad. Y como si fuera poco, La Oreja de Van Gogh visita una de sus ciudades. Dos almas destr...