Or what?©[fanfic Justin Bieber]

Capítulo 33/ PUTA CARA DE ZORRA.

Ya habían pasado tres semanas, visitaba el psicólogo con frecuencia, mis terapias me estaban mejorando a medida que pasaban los días y Cold siempre estaba apoyandome. Él era mi único apoyo con Tyler. Aún estoy en la casa de Cold, él me dijo que necesitaba apoyo y no me iba a dejar sola asi que cada noche me quedaba dormida en sus fuertes brazos protegiéndome de las pesadillas que me atormentaban en las noches, siempre era lo mismo, la cama y James acercándose.

Respecto a mi padre, no he sabido nada desde que dijo que me enviaría fuera del país. No me interesa tampoco.

-¿Estas lista para vivir sola? -Preguntó Cold mirando el camino. Sus manos rodeaban el manubrio mientras su dedo índice golpeaba este insistentemente.

Que dramático. Pensé. Pero luego me pregunté ¿Estoy lista para vivir sola? Volver a dormir sola, nada mas que con mis pensamientos. 

Tragué saliva. Asintiendo. -Sí. -Hice una mueca.

-Cualquier cosa que necesites, sólo llamame.

Asentí. Acomodé mi yeso en mi regazo respirando profundo.

Llegamos a el gran edificio. Me bajé y él se unió a mi lado de inmediato.

El ascensor se abrió dejando ver el largo pasillo departamental. Caminé llegando a la puerta de mi departamento. Introduje mi mano en mi bolso buscando la llave. Abrí la puerta entrando a mi departamento, dejé la puerta abierta para que él entrara pero no lo hizo. Fruncí el ceño abriendo la boca para decir algo pero él se adelantó.

-No puedo quedarme. Tengo que hacer cosas, lo siento. -Habló rascando su cabeza.

Asentí y él se acercó ami envolviéndome en un contenedor abrazo. Aspiré su olor varoníl imprecnándolo en mis  fosas nasales.

-No olvides que cualquier cosa que necesites, llamame y estaré aquí. -Recordó plantando un beso en mis labios. -Te quiero.

-Yo también te quiero. -Hablé y él se volteó dejándome completamente sola. Después de mas de dos semanas con él, ahora tenía que volver a la realidad.

Luego de insistirle a Cold que estaba lista para venirme, él cedió sin protestar. Estaba preparada mentalmente. Me sentía bien, me siento bien.

Arrastré mis pies a la habitación. Tenía sueño, asi que me acosté en mi cama cerrando mis ojos disfrutando de la silenciosa paz que invadía mi departamento.

Cuando el sueño me estaba consumiendo, el teléfono comenzó a sonar. Gruñí. Coloqué la almohada alrededor de mi cabeza cubriendo mis oídos para no escuchar el molestoso sonido del teléfono que no paraba de sonar. Estaba demasiado cansada para levantarme, además, quién quiera que sea, no me interesaba. Sabía que las personas que realmente me importaban en este momento llamarían a mi celular, no a mi teléfono.

Ignorando el estúpido sonido, el sueño me consumió.

Un dolor punzante irrumpió en mi cabeza. Me senté frunciendo el ceño, ya todo estaba oscuro lo que me causó escalofríos. Me levanté caminando hacia la cocina, encendiéndo las luces de todo el departamento. Fui a la cocina y tomé una manzana llevándola a el lava platos dejando caer la fría agua en mis manos, lavé la fruta. El timbre comenzó a sonar y maldecí mentalmente por no haber apagado las luces de afuera para que nadie supiera que estaba acá, no quería ver  a nadie.

Arrastré mis pies con pereza a la puerta abriéndola.

-Hola, querida. -Habló Becca mirándome de pies a cabeza.

Abrí mis ojos aún mas recordando lo que le había hecho, lo que había pasado con su auto. De seguro viene con la policía. Abrí la boca para decir algo pero ella me interrumpió.