Un día de septiembre me encontraba solo, no tenía nadie en quien confiar con quien hablar solo estaba yo, al día siguiente tuve que ir a la escuela me encontré con las mismas y odiosas personas todos hablaban de una nueva chica que iba a ingresar no sabía quién era ni me interesaba llegue a mi salón de clases me senté en un pupitre que estaba en un rincón y espere a que comenzara la clase todo era igual un salón pintado de color blanco y una franja azul que rodeaba todo el aula era bastante frío y se escuchaba el resonar de la voz del profesor justo enfrente de mí había un pupitre vacío a mi lado derecho una pared con unos dibujos hechos por otro alumno (bueno al menos supongo eso) de tras de mí otra pared y a mi otra lado izquierdo estaba Luis era un chico de estatura de 1.70 pelo castaño ojos azules, deportista, un poco musculoso y la persona con más amigos en el mundo. La clase siguió, al salir de la escuela caminé por donde todos iban caminando hasta que un sendero tocaba aquella calle yo prefería irme por el sendero a escuchar las idioteces de mis compañeros, aunque fuera más largo el camino hacia mi casa seguí caminando hasta la esquina de aquella calle de ahí camine por la calle del norte era una calle sola con algunos carros descompuestos las paredes pintadas y una casa abandonada un poco escalofriante pero ya estaba acostumbrado seguí caminando por un buen rato hasta llegar a mi casa llegué fui al refrigerador tome un jugo de los tantos que compraba mi mamá y me senté en el sofá a ver un poco de tele, mi mamá no estaba había salido a hacer algunas compras y mi papá trabajaba hasta tarde está solo al cabo de un rato llego mi madre dejó las compras y me gritó.
-Michael ven por favor- me dijo con voz dulce.
Fui a como siempre me abrazó y me dio un beso en la mejilla me platicó la historia de cómo habían sido sus compras pero no le presté atención estaba pensando en un millón de cosas, por qué Luis tiene tantos amigos, qué se se sentirá tener un amigos etc.
Siempre había deseado un amigo de verdad no un perro ni otro animal yo quería a alguien quería un amigo.
Ese día por la noche después de que mi papa regresó del trabajo mi mamá preparó la cena fui a comer y mientras comía mi papá me bombardeó con sus preguntas típicas.
-Hijo que tal la escuela- me pregunta
-Bien- le contestó
Me mira fijamente y me pregunta
-¿Que tal tus amigos?
No respondí nada
Por un momento se hizo el silencio esa pregunta me había impactado y intente acabar de comer lo más rápido posible, en cuanto terminé me retiré de la mesa y me fui a mi cuarto me acosté y me quedé dormido pensando en aquella pregunta.
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Marcando La Diferencia
AventureUna historia que se desarolla en la ciudad de Homarlak un joven de 17 años con una vida normal es un gran pensador es incomprendido pero un día inesperado llegó algo que cambiará todo, tendrá que superar la cruel realidad y seguir sin mirar atrás.