Imaginemos por última vez...
— Recuerdo haber oído de ti en Argentina — Apreté mis labios.
— Volveré y será para volverte a ver — Acarició mis manos.
— Charlaremos las veces que quieras — Le sonreí — ¿Continuas, por favor?
— Luego de lo que mi amiga... — Volvió a recostarse — Las chicas hasta hoy ninguna ha captado mi corazón y me dedico a beber, mucho.
— ¿Has pensado en rehabilitación? — Sugerí tímidamente.
— Estoy en eso — Levantó su botella de agua — Pero tengo recaídas. No sé a donde ir. Tengo el dinero suficiente para recorrer el mundo con miles de mujeres y chicos que me llamarían «amigo» por unos billetes en la mesa pero no es lo que me hace feliz.
— ¿Que quieres de tu vida? — Fruncí el ceño.
— Esposa y hijos — Respondió con seguridad — La misma chica que no se fije en mi dinero y pueda soportar la presión de este estúpido mundo. Que no solo le guste mi música sino miles y pueda discutir de ello con ella.
— Entiendo... pero aspiras muy lejos — Solté una risita tonta.
— Disculpa ¿acaso tu hombre perfecto es alguien sin trabajo? — Sentí como rodeaba sus ojos y hacía una mueca en sus labios.
— Si verdaderamente es mi amor, entonces sí. No seas prejuicioso, ni siquiera sabes de quien vas a enamorarte. Puede tratarse de una fanatica quizás...
— ¿Escuchas mi música?
— Sí pero no viene al caso — Mi corazón aceleró — O podrías enamorarte de alguna persona en la calle...
— ¿El bosque cuenta como opción? — Rió.
— Vamos a poner música y bailar — Me paré para tomar sus manos e intentar levantarlo.
El reproductor de su iPhone comenzó a sonar dándonos la melodía perfecta de "Hope - Tim Legend". Agité mis caderas de un lado a otro mientras el seguía recostado sobre la manta.
Di alrededor de diez vueltas sobre el radiante sol chocando en mi rostro hasta sentir unas manos rodear mi cintura.— ¡Me asustaste! — Reí.
— No quería seguir siendo un pervertido viendo tus bragas. Por cierto, ¿siempre dejas que el viento vuele tu vestido? — Tomo de mi mano para hacerme dar una brusca vuelta quedando frente a él — Admito que es un buen espectáculo.
Golpeé su hombro mientras sonreía.
Danzamos al compás de la música, su mano rodeando mi cintura mientras la otra sostenía mi mano sobre el aire. Me apego a su cuerpo.
— Pareces ser una buena y bonita cura — Susurró en mi oído.
— ¿De que hablas?
— Tengo algunas botellas de cerveza en esa canasta — Ladeó su cabeza a un lado. Su perrito yacía dormido sobre ella. — Pero pensé en agua cuando te ví.
— Lo tomaré como un cumplido — Fruncí el ceño riendo.
— Créeme que lo es. Y ahora que lo sé, no pretendo dejarte ir — Volvió a girarme a tan solo unos centímetros de su boca.
Relamió sus labios mirando los míos fijamente cuando mi teléfono interrumpió el momento.
— Lo lamento — Dije tomando mi teléfono de mi bolso — Si, sigo aquí, en unos minutos, no, él no irá, tiene reuniones... Ya sabes como es, claro — Rodeé los ojos — Adiós madre, ten un buen día.
— ¿Él?
— Un amigo — Me encogí de hombros.
— Te aseguró ser mejor compañía.
Tomó su moto continuando por la canasta y doblé la manta metiéndola dentro. El perrito levantó su pequeña cabeza tímidamente y miró a Justin.
— Él viaja dentro de mi chaqueta — Dijo como si leyera mis pensamientos.
— Oh no — Acaricie su cuerpito — Déjame dejarlos en casa. Puedes mandar a alguien a recoger la moto...
— Si prometes que conduciré — Puse las llaves en sus manos y me pasó al cachorro — Un trato es un trato.
Insistió en acompañarme a la cabina del avión con el pretexto de cumplir su rol de caballero pero entonces se sentó en unos de los asientos, comenzando aquella canción nuevamente.
— No creas que viajarás conmigo. Lo verán todos en las rev...
— Me gusta acabar un buen baile — Hizo un ademán.
Menee mis caderas torpemente por unos segundos y luego cruce mis brazos en señal de que no era tan divertido humillarme frente a él.
— Esta bien, esta bien — Cubrió su boca acallando su risa — Creo que sería bueno una visita a Argentina — Tomó de mi mano para hacerme dar una vuelta.
— ¿Acaso estas loco?
— Si eres el regalo de mi hermano, me parece mal si lo rechazo. Un ángel no cae del cielo todos los días — Me besó.