The Demons. ♥

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Y Bien, ¿ Cuantas son tus mayores fobias ?. - Pregunto el Sr. Jhons mientras me miraba de reojo por encima de sus anteojos -.

Cuatro. - Respondí -.

Okey. Ahora mencionalas una por una. No importa el porque, sólo dilo ¿ Vale ?.

- Asentí con la cabeza y comencé enumerándolas -.

#1. Fobia a los suegros. Y no hablo de todas las personas que son 'suegros' si no, en general (( y aunque por el momento no tengo una relación )), de mis suegros.

#2. Fobia a ... ¡ Trrrrin ! = Sonó el timbre anunciando cambio de clase. =

Señorita Berín, tendremos que posponer la sesión para otro día, ahora debo... - hizo una pausa - ver urgentemente a la Profa. Lozano, en cuestión a los datos académicos de este semestre. Gracias por tu tiempo, no olvides tomar tu medicamento y manejar con cuidado. Hasta pronto. - Cerro la puerta de un jalón -.
Dejandome completamente sola en el despacho del Sr. Jhons, viudo de Mairini, aunque ahora y desde hace ya algunos años, amante de la Srta. Lozano. Profesora de cuarto semestre de aproximadamente 40 años.
Y aunque la verdad su romance ya no era un secreto para mas de media institución, ellos seguían prefiriendo verse en secreto de tras de el campus, junto a los arbustos que te cubrían del sol en un caluroso verano.

Después de varios segundos analizando el escritorio, donde se encontraban penisulina.., paracetamol.., diclofenaco.., ranitidina.., etc., acomodadas en perfecto orden y cada caja con el nombre de los estudiantes que asistían a el psicólogo general del instituto.
Tome la caja con las letras \\> BERÍN >//, las metí en mi bolso y coloque la mochila en mis hombros.

Camine hasta el estacionamiento, buscando mi viejo Aveo color negro, el cual me resultaba difícil encontrar, ya que en la mañana el estacionamiento se encontraba repleto y si no llegaba a la clase de Álgebra la Profa. Josefa me pasaría a la pizarra, a explicar algo que ni ella misma entendería, lo cual le resultaría divertido, ya que al parecer a la mayoría de los profesores les gusta verme en aprietos.

Hice sonar la alarma y lo encontré. Al fin ! - Grité de emoción -. Prometo no dejarte tanto tiempo mi bebé. - Solía llamarlo así, porque era como mi gran tesoro.

Subí y elegí ≈ Los Arctic Monkeys - Arabella ≈
Mientras conducía lentamente por la ciudad con dirección a mi casa.