Capítulo 14: ¿Problemas de pareja?

4.3K 381 40
                                    

La hora de escuela termina y yo aún no he decidido que regalarle a Tere ¿Tan poco romántico soy? Cumplimos un mes y nada, nada conseguí. Le preguntaría a una chica, pero no tengo amigas mujeres, yo les hablo y ya piensan en otra cosa. Melody no, Ana menos, Lorena quizás, pero debe estar liada con el problema que le trajo Ryan. Me vendría bien ahora una madre. Oh, oh, este pensamiento se está yendo para un lado que no debería ir.

Podría preguntarle a mi padre, pero desde la cena me ha tirado indirectas. Sí, indirectas.

"Mi socio tiene una hija muy bonita, dice que quiere presentártela".

"¿Recuerdas lo que paso con Rachel? ¿No te estás apresurando?"

"Piensa las cosas, Len, piensa mucho".

"Esa chica es algo... tímida, ¿no? Muy tímida".

"No sé si te conviene alguien así".

Sí, lo sé, indirectas muy directas, no le gusta para nada que yo salga con ella. Sonríe muy amigable y dice esas cosas, lo admiro, pero no pienso hacerle caso ¡No le ha dado ninguna oportunidad! Otra vez me fui de tema.

De un regalo pase a mis padres en el cielo y de ellos pase a la desconformidad de mi padre adoptivo por mi novia. Esto no está yendo a un buen ritmo y el tiempo va a pasar sin que yo consiga algo.

Me detengo. Veo a Tere en el estacionamiento, al lado de ella hay un chico. No muy alto, altura promedio, pelo castaño que es tapado por una gorra para atrás y una sonrisa enorme. Dientes brillantes se podría decir que tiene.

Ella no está asustada, mejor se podría decir que está... ¿Riendo? ¡Se está riendo! Ups, celos en tres, dos, uno... ¡Espera, Len! Espera, quizás sea un familiar o algo ¡Agh! Tengo que averiguar, camino directamente hasta allí.

―Hola. ―Sonrío.

El muchacho frunce el ceño al verme y Tere se sobresalta, pero es ella la que contesta.

―Hola ―dice avergonzada y baja la vista.

Ay dios, creo que entre a la boca del lobo.

―¿Quién eres? ―el chico al fin habla, sigue enojado.

―Soy Len ¿Y tú? ―Como siempre, muy amablemente, le sigo la conversación, aunque la verdad, mis celos están a tope ¡Tengo que averiguar rápido quien es!

―No te pregunte el nombre, retrasado, te pregunte quién eras.

¿Retrasado? ¡¿Me llamó retrasado?! Que actitud, que modales y yo no puedo reaccionar, tengo la sonrisa estúpida pegada en el rostro y creo que me titila un ojo por aguantarlo, pero...

―¡Jeremy! ―Tere intercede llamándolo. Ese es su nombre y ella lo sabe, nueva pista y una que me molesta.

―¿Qué? ―La mira enojado y ella se asusta.

Ah no, eso sí que no, a mí me puedes tratar mal, pero a ella no.

Entonces me pongo en medio.

―No le hables con ese tono, la asustas.

―¿Qué? ¿Eres mi padre o qué? ―me desafía.

―Pues... ―Voy a responder cuando...

―¡Yo le hablo a mi hermana como quiero! ―Cuando oigo eso, me vuelve el alma al cuerpo y comienzo a reírme―. ¿Qué te pasa, retrasado? ―Me miro raro y confundido, pero yo sigo riendo.

―Es que... yo creí que... ―Continuo riendo―. Ay, me duele la panza. ―¡Qué vergüenza!―. Ja, ja, ja... ay, perdón, perdón. ―Al fin me detengo, debo estar todo rojo, me siento ridículo y encima me reí.

De pronto Jeremy queda pensativo y luego habla.

―Si este es Len, este es el chico del reloj ―se dirige a Tere―. Ya dime quién es, estuviste un día entero para querer preguntarme sobre un obsequio y encima que tuve que averiguar la pregunta, no sé quién es este. ―Me apunta como si nada, en serio ¿Qué educación es esa?

―Soy su novio ¿Por qué? ―respondo por ella y obvio me mando al muere, aunque sea su hermano, adelante mío no la puede tratar mal. Bueno, en realidad no está midiendo sus palabras, pero definitivamente no puede.

Él se voltea a verme y me mira con cara de que me va a matar ¿Es el típico hermano cuida o solo me parece a mí?

―¿Su novio? ―Levanta una ceja y luego se gira hacia Tere―. ¡¿Tu novio?! ¡¿Qué te hizo?! ¡¿Te amenaza?! ―Me apunta―. Lo mato, definitivamente lo mato.

¿Quién hizo apuestas? Sí, es definitivo, es el hermano cuida, estoy perdido.

―No, no lo hizo ―ella responde, pero veo como sus manos tiemblan, él no se ha dado cuenta nada más. Soy muy observador, eso es lo que pasa. De todas formas Tere mintió. Recapitulemos: "Sal conmigo y te aseguro que no te molestará más". Algo parecido a una amenaza es. Uh, ahora me siento pésimo.

―Es obvio, te mato. ―Me agarra la remera ¿Me lo merezco?

―¡Cuidado! ¡Córranse! ―aparece Ryan gritando y corriendo.

―¿Eh? ―decimos el hermano y yo a la vez.

Él se cruza y nos separa, caemos al suelo, pero él sigue corriendo ¿Por qué? Por eso.

―¡Ryan, regresa aquí! ―Estuarth grita también, pero enfadado y pasa por al lado nuestro a toda velocidad―. ¡No vuelvas a acercarte a mi hermana o a mis poemas! ¡¡¿Entendiste?!!

¡¿Todavía siguen corriendo?! Qué atléticos.

Y Estuarth toma la delantera, salta sobre Ryan, lo agarra del cuello, este se intenta zafar, lo esquiva ¡Wow, esto es una superpersecución!

Qué bueno que no tengo nada que ver.

Viene Edmund.

―Qué divertido. ―Se ríe y me ayuda a levantarme―. Ahora vamos así me compro el último número del comic de SuperGirl.

―¿SuperGirl tiene un comic propio? ―Lo miro incrédulo.

―Eso no importa, muévete ―me dice a lo bajo y me saca de allí.

Fuera de la escuela, a unas cuantas cuadras, detengo los tirones de Edmund.

―Ya está, ya entendí ¡Deja de tirarme del brazo! ―Me suelto.

―Te acabo de salvar y me gritas ―se queja, pero sonriendo.

―¿O sea que no tiene un comic SuperGirl? ―Continúo con lo mismo.

―No te voy a contar los tantos comics que leo, nos fuimos de allí para comprarle un regalo a tu chica ¿No querías eso?

―Así que solo lees perversidades. ―Sigo con lo mismo, pero esta vez solo para molestarlo, sin embargo no soy tan bueno como Ryan para las burlas porque él continúa sonriendo.

―Lo siento Len, yo no caigo, sé que no lo haces con mala intención.

―Entonces admites solemnemente que eres un pervertido.

―Sí, lo admito solemnemente. ―Prosigue el juego.

―Ya hablando en serio ¿Tantos comics tienes? ―Lo miro expectante por su respuesta. La verdad, me alegraría mucho, eso demostraría que no es un idiota que solo piensa en mujeres desnudas.

―Sí, tengo mucho. ―Sonríe. ¡Bingo! Ya puedo morir en paz, no literal, claro. Bueno, yo no sé nada de comics, pero espero que sean mejores que sus otras revistas. Definitivamente lo tienen que ser.

―Bueno, veamos que le puedo regalar a Tere. ―Vuelvo al tema principal, el cual Edmund no opone resistencia, es un buen amigo.

Mi novia la miedosa (C.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora