Capítulo I : Hormigas en Abril

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Como toda historia empieza por un principio la mía no puede ser menos.
Nací el 15 de Septiembre del 2000 , en Madrid. No sé para qué doy fecha y lugar, quizá porque en los libros de historia aparecen y esto también es una historia en cierto modo.
Como ya sabréis todo hijo tiene sus progenitores.
Mi madre, una mujer de 22 años, tan joven como inexperta , pero atrevida en cuanto al tema de la maternidad. Mi padre, quizá hace unos años no me atrevería a nombrarle, y de hecho, su presencia no ha estado nunca a pesar de estar vivo. No ha estado en mi vida pero la ha afectado en muchos aspectos.
Luna llena, una luna llena que me traía en sus brazos .
Con 4 kg de peso y más de 50 cm de altura.
Un bebé grande y fuerte, de colores normales y corrientes y facciones parecidas a las de una muñeca famosa.
Recibida por un décimo de un piso en Móstoles, un pueblo en donde todos se conocían a pesar de estar superpoblado.
Viviendo con mamá , " la yaya" y " el lele" que hacen referencia a mi abuela y mi tío. Y sin olvidarnos de la perrita Huesli , de raza híbrida pero con un valor más grande que un perro de raza pura.
Ellos cuidaban de mi como podían, y me sentía muy querida.
Además de esos cuatro, tenía mucha más familia . Era la protagonista del momento, el inicio de una nueva generación en la familia , la única pequeña entre más de cuarenta personas.
Esa perrita Huesli, empezaba a marchitar, los años pesaban y... Llegó el momento al que todos tememos, la muerte , no me gusta contar esto, pero era importante saber que había sido de ella para continuar con la historia, no quiero entrar más en detalle .
Crecí rápido a base de potitos y papillas .
Crecía y se empezaba a notar mi extraña y llamativa personalidad.
Antes de cumplir un año de edad hacía retratos de mi madre y preguntaba cosas curiosas. Siempre fui muy curiosa, desde que nací.
Pero, cuando en realidad empecé a cuestionarme cosas  más serias fue a la odiosa edad de los tres años. A esa edad también me mudé, no fue un cambio tan notorio porque seguía en Madrid , pero aún así , era un cambio. Pero no me afectó en absoluto.
Pasé de un décimo piso a un bajo con un pequeño jardín bajo la ventana.
A la edad de los tres años , como dije antes, empecé a cuestionarme cosas. ¿ Por qué los seres humanos existimos ? ¿ Por qué se creó el universo? u otras cosas más sencillas como: ¿ Por qué no echan dibujitos en la tele a toda horas?
Era la periodista personal de mi madre, y a muchas respuestas ni ella sabía como responder.
En aquella edad, empecé el parvulario. Algo nuevo para mí, que amaba y me encantaba.
Era un lugar donde aprender cosas nuevas y me fascinaba.
También, descubrí que era extremadamente tímida, algo que no me resultó bueno saber , no tenía muchos amigos, aunque ellos insistieran en ser lo, yo me cerraba en rotundo.
No quería amigos, quería disfrutar de la soledad en los recreos, llenado mis bolsillos de hormigas en Abril.

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