capitulo 1

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El tiempo ha transcurrido como un tren sin un punto de terminación, sin darme tiempo de tomar un respiro, un descanso, pasa velozmente, sin importar las curvas o conflictos que hay dentro del tren, sin darme tiempo de pensar, tomar alguna medida o tal vez, alguna solución, me siento sola, ahogada, perdida en la oscuridad, cayendo o tal vez flotando fuera de la gravedad, llegando al punto de la muerte; veo un destello de luz al abrir la puerta y logro ver por mi ventana toda mi vida manchada de sangre.

Corro detrás de él, pero ya era muy tarde, ya se lo habían llevado... nunca me sentí de esa manera creí que muria poco a poco. Pero no terminaba el calvario, se me desgarraba el alma con solo respirar, me atarantaba aquella impotencia de no poder hacer nada, por aquel ser que tanto amaba, mi gran amigo. Lo peor fue encontrarlo sujetado con una cuerda en manos y pies, tirando en el jardín de la parte trasera de mi casa, escondido entre los arbustos. Su rostro estaba hecho un desastre tenía varios rasguños y golpes, lo cual provoco que su cara se hinchará, era irreconocible sus ojos estaban cerrados con grandes y profundas ojeras, sus labios estaban pálidos de un color morado y resecos como su piel, tenía heridas graves, rasguños, golpes, demasiadas cortadas profundas en todo el cuerpo, su ropa rasgada, manchada de sangre, la cual tenía un olor horrible combinado con gasolina y otros químicos más que no pude identificar y lo peor fue el balazo en su frente ese pequeño punto insignificante que se lleva una gran vida ... fue horrible verlo de esa manera, la sangre y el líquido transparente supuraba de la herida, no era digno de él, ni de nadie más tener esa muerte, una muerte tan cruel y despiadada .

Mi cuerpo se destrozaba poco a poco, un gran nudo en la garganta me quemaba, caí en polémica, me faltaba el aire, sentía como mi pulso se aceleraba cada vez más y más, quería gritar pero mi voz no obedecía, solo lágrimas caían por mis mejillas. Sin importar en las condiciones que estaba mi padre, yo corrí hasta llegar a él, caí de rodillas y lo abrase fuerte llenando mi cara y blusa de sangre, no me importó, sentía una desesperación pero no podía gritarlo, algo me ataba, observaba cada parte de su cuerpo y cada vez que descendía se aceleraba mi corazón, sentía un gran terror, mis lágrimas salían una tras otra, cerré los ojos tratando de tranquilizarme, no sabía que hacer solo quería estar junto a él, sentía que era un sueño, "no", "no lo podía creer". Recostada mi cabeza en su pecho pude ver que sostenía un pequeño papel, cerré los ojos intentado despertar del sueño, los abrí lentamente y decidí desenvolver aquel papelito que estaba escondido entre sus manos;

"Siempre serán mi mayor tesoro "
Atte. José

Y con eso bastó para que mi voz se ollera a gritos. Mi madre, salió junto con mi hermano y detrás de ellos judiciales y policías. Rápidamente llamaron una ambulancia y me apartaron del cuerpo, tomándome de los brazos, yo forcejeaba tratándome de soltar, patalee pero no pude, me llevaron arrastrando

-¡Déjenme, no me pueden apartar de él!

Mi madre se acercó tratando de ocultar las lágrimas, puso la palma de su mano en mi mejilla.

-Cariño, calma todo estará bien.

-¡Cómo puedes decir eso, claro que nada está bien, míralo!

Por detrás de ellos vi que cubrieron su cuerpo con un pedazo de tela blanca, fue la última imagen que tuve de él y en ese momento acepte... que había muerto, que no había ninguna esperanza de que viviera. Me quede inmóvil ante la imagen por lo que aprovecharon, para llevarme arrastrando al baño donde le encargaron a la servidumbre que me limpiaran, ellas me bañaron, vistieron y me ayudaron a acostarme en la cama. Estaba en trance, por mi mente pasaban todos esos recuerdos de él, logros, escenas graciosas, tristezas, consejos, todo absolutamente todo. De repente en mi mente apareció una frase que siempre me decía en tiempos como estos; AL MAL TIEMPO BUENA CARA pero esta vez no podía ceder a ella.

Mi Tristeza + Tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora