En este día gris, donde cubren nubarrones, a una incertidumbre de espera, por tu decisión. Para ti insignificante. Pero para mí decisiva en mi vida. Que me marcará en mi destino y permanecerá imborrable en los escritos del tiempo. Hoy quiero estar solo. En espera impaciente de la noticia. Intentar apagar mi fuego con lágrimas de ilusión. Dejar que mi mundo caiga, sin rumbo como hoja al viento, alejada y depositada en lugar encantado por la fantasía.
Como un terrón de tierra sobre mis manos, que se resiste a volverse polvo. Deposité todos mis secretos en ti, Mi sangre, junto a mi esperanza. Dialogo con el silencio, cuan temprano llego el invierno. Pues ya lo siento. No me explico. En esta casa con sonido hueco. Hace retumbar mis angustias como campanadas al viento. Me acompañan solo mis anhelos; encerrados en sus aposentos, aullando por aire que les impida ahogarse.
Contéstale de frente a tu vida; si una decisión ajena te impedirá andar sus caminos. Ya olvido mi último verso. Por desquicio de mi mente; Por tus palabras; que como veneno de efecto demorado. Se instalo en mi conciencia.
Hoy quiero estar solo. Soltar en mi bosque, mis sueños; que vuelen sin mi espera, a buscar sus deseos cumplidos. La razón pelea con el corazón; -por borrarte-. Imágenes dulces luchan con ésta, por no ahogarse. En éste día gris; que se presenta en este momento. con lluvia loca que precipita desbocada, tocando con ritmo mis extravíos, en fuga de mi espacio circundante. Mis ansias se estancan en los pequeños charcos que se forman, Por pausas en el olvido, entre muchedumbre de penas sin sentido. ¡Oh! ....Ansiedad que no sucumbe ni muere; como esta lluvia que empapa a mis deseos.
Por fin se acerca; La observo medio borrosa su imagen. Pero mis gritos no los oye mi Ángela. No sé si muero o estoy muerto. Mi amada Ángela. Que me tiene con zozobra. Pues hoy por la noche; me comunicará su decisión -de aceptarme como su novio-. La imagino caminando hacia mí; con un vestido inmaculado como ella. Ataviada con su sonrisa y yo apagando en sus labios mí sed, que enardecidos me queman, cuando me besa, como sol. Que penetra en su tierra, con fuego; para ofrendar todo su calor. Ángela! Fusión de tu nombre en mí, que me lleva flotando en tu nube al cielo.Para practicar junto a ti; puros versos de besos.
Por la noche; - Se presentó Ángela a la cita-; noche lluviosa por cierto. Pero Damián frente ella seguía gritándole. - Ella no lo escuchaba ni lo veía -. Ángela decía en voz baja, como susurrándole al oído. Qué raro que no haya venido Damián. Nunca había faltado a su cita, mucho menos impuntual. Damián gritaba y le gritaba pero no la escuchaba, se extrañaba, no puede ser si aquí estoy. Soltaba un grito de desesperación. Estaba contrariado.
Como perro asoleado, Corría por todos lados, Como entrar por un zaguán, a visitar a Doña soledad. Que sentada en la oscuridad, Junto al portal. Le decía -Lo siento Damián-. No será posible que hables con Ángela. Un "Angel de la muerte" ha llegado; me informa que viene por ti. Para él es urgente impedir -Otro amor-; Para mi "Doña soledad" me es indiferente. Ya estoy en invierno.-Pues se me entumeció mi pecho hace mucho tiempo. Mi espíritu resquebrajado, se volvió polvo cubierto de mentiras y engaños. Mi alma Inmóvil, solidificada. Con una sola aspiración. Estar completamente en silencio y sola con el viento.
Damián le contesta, con razón desde hoy; empezando a oscurecer explotan mil canales en mi mente, con accesos, y dimensiones delirantes, que me arrastran a un destino dominante muy oscuro, siniestro de un encuentro con mi muerte. Que con lluvia de compañía; solo ésta noche, -Espera un alma que llora por su partida-. Con desesperación incesante por la huida. Alza su voz -¡Donde me escondo!-, ¿A dónde ir? - Si los caminos están cerrados-, ¿Porque hasta aquí. Señor?Alcanza el tiempo; lo último con lo primero. Atormentando el tiempo a mí conciencia, para viajar sin lugar fijo, con motivo. Con grandeza extraña ya alocada. Grita ¿Cual motivo?
Platicando "Doña Soledad" con mi "Ángel de la muerte". Le preguntaba. Porque se llevaba a este joven de cara tierna y agobiada. Le respondió. Yo no pregunto a mi jefe los motivos para llevar esta alma desgraciada.
Ángela inquieta con rostro pensativo se preguntaba ¿Que le habrá pasado? Pronto le llamo a su celular sin recibir respuesta. Nadie contestaba. Le llamó al mejor amigo de Damián. Al contestar inmediatamente le respondió. ¡Vente rápido al hospital! Damián ha entrado a cuidados intensivos; lo reportan muy grave. Ángela después de algunos segundos ¿Qué le pasó? – El Amigo.-Choco de frente contra un tráiler estacionado; me acababa de llamar que iba tan feliz, porque llevaba un anillo de compromiso para ti.
Ángela sin poder encender su carro; las piernas le temblaban. Paro un taxi pidiéndole que la llevara al hospital urgentemente. En el asiento; sus lágrimas como en cascada resbalaban por su cara triste, se sentía mal. Recordaba que la noticia que le traía a Damián. "Era que él no era el elegido" que solo lo quería de amigo. Pero por lo pronto; eso quedaría en secreto, no le diría nada y menos en este momento tan triste.
En urgencias los médicos se preguntaban, quien le daría la noticia del fallecimiento de Damián. Había transcurrido de su muerte 15 minutos; pero fueron preparando a los familiares, que llegaban angustiados a la sala. La madre de Damián inmediatamente preguntó con voz quebrada -Que les han dicho-. Le contestaron- Está muy grave señora.
Al entrar Ángela a la sala de recepción del hospital. Sintió un pequeño desvanecimiento y se sentó más lejos de donde estaban los padres de Damián. –Ellos no la veían-. Quedó detrás de un arreglo floral. Se visualizaba una escena triste. Con gritos intensos de su madre y sollozos de sus amigos y parientes. Entendía la noticia.- Había fallecido Damián.
Damián incrédulo; todavía sin aceptar su condición, le comentaba a su acompañante. Solo Quiero apagar mi sed, en ésta triste noche de aridez, donde se me niega el agua, Al dejarme plantado a merced, Por un dulce corazón. Hoy me siento como escoltado, Por una noche con veredicto. Con mi corazón desfallecido y en agonía. Que muere por sed.
Hare desaparecer mi dolor; A fuerza de no hacerles caso a nadie. Me inyectan visiones como agentes nocivos que descubren como falsas, Todas mis esperanzas. Deposite mi amor En persona equivocada. -Ángela no era para mí-. Ya vago junto a la sala con mis padres, mis amigos con mi Ángela distante, me despido.- solo llanto me regresan-. Adiós mi Ángela; no resisto este tormento, cuando no regresan mis palabras, abrazos, besos. No siento pulsar mi sangre Que se resiste a viajar. Ya muero de amor por ti.
Fernando el amigo de Damián se acercaba a Ángela. Le ofrecía un abrazo de condolencias. Para posteriormente decirle; este anillo es para ti. Te lo llevaba Damián para entregártelo.
Ángela se quedo sin voz. No sabía qué hacer, hasta que le respondió. Damián ya no está con nosotros, lo más correcto es que se los entregues a sus padres. Pero era para ti, le contestó Fernando. Lo dijiste "Era".-Respondió Angela-. Se dio media vuelta y con pasos pausados fue abandonando el lugar.
Al salir del hospital solo sintió una noche fresca, sin lluvia, con una inmensa luna llena.