Hybrid Child

En cierta forma, es un “espejo”.
No es una maquina ni un muñeco.
Crece como el reflejo del nivel de afecto que le dé su amo.
Tú eres…
…un Hybrid Child.

-¡Ah! ¡Qué calor! –Exclamo un chico de cabellos rubios abanicándose con su mano, se encontraba mal sentado sobre su silla con ambos pies sobre el escritorio que mantenía bastantes libros en una esquina y solo uno abierto en el medio, el chico de ojos rasgados soltó otra queja por el calor que hacía en la enorme habitación- Y pensar que tenía ganas de estudiar ¡Con este calor ya ni quiero! –Un ligero puchero se formo en sus labios molesto hasta que un golpe en su cabeza le hizo erguirse en su silla quejándose mirando de reojo a quien osaba golpear al próximo heredero de los  Kwon- ¡Agh! ¡Minghao!

-Kwon Soonyoung –Comenzó el chico vestido de traje bajando el libro con el que había golpeado la cabeza de su amo- No es correcto que culpes al clima por tu pereza –Finalizo con voz suave y firme, combinación que para el rubio era extremadamente tierna, soltando un suspiro cansado, el chico de facciones bonitas miro a los ojos a su amo que continuo con su molestia y el mohín en sus labios. El chico de elegante traje arqueo la ceja un segundo y luego frunció el ceño, y aun con este gesto se veía adorable- Sus calificaciones son pésimas joven Kwon, siguiendo así terminara suspendido –Tomo aire unos segundos y extendió su brazo con el dedo índice apuntando al mayor de manera que su índice golpeo la mejilla abultada de este- ¡Te recuerdo que eres la cabeza de la familia! El que seas tonto no te da derecho a no intentar estudiar hyung –Finalizo olvidado el tono de respeto que debía usar en sus palabras.

Soonyoung le aparto el dedo de un manotazo quejándose en su silla- ¡No soy tonto! Ah, duele –Siguió quejándose terminando por dejar su cabeza sobre el libro abierto gruñendo el nombre del menor que seguía en la misma posición de autoridad- ¡Y ya sé! No tienes que repetírmelo cada cinco minutos, Minghao

-Claro que debo pues parece que tú no lo recuerdas –Minghao siguió mirando a su amo ahora con una pequeña sonrisa en su rostro pues este pataleo como si de un niño de seis años se tratase, a pesar de ser el menor a su compañero, hablando en años humanos, este parecía comportarse siempre como si no fuera más que un niño en vez de adulto.

-¡Ya! ¡Ya! Perdona por ser un cabeza de familia tan tonto –Bufo sentándose nuevamente en su silla para observar a su compañero quien parecía más feliz con esas rabietas tan infantiles suyas, Soon soltó un suspiro mirando directamente a los ojos del chico que era solo un par de centímetros que él.

-Entonces revisaremos tus errores del examen pasado –Hablo el menor abriendo ahora la libreta que tenia aun en manos para empezar a revisar en silencio mientras Soonyoung miraba el rostro del chico, tan calmado y apacible que le recordaba a cuando lo encontró.

Una sonrisa triste se asomo en su rostro.

Encontré a Minghao cuando tenía 9 años en un basurero.

Caminaba por un sendero que me llevaba a casa tan lentamente que pude observar algo entre dos bolsas de basura, un muñeco sentado con el cabello castaño y rasgos extraños que me recordaban a mis familiares extranjeros, parecía un niño dormido a pesar de que traía sus ojos abiertos, vestía con una camisa blanca con un moño delgado alrededor de su cuello, unos pantalones cortos algo desgastados y sucios junto a unos zapatos negros mas desgastados que el resto de su ropa, me acerque porque la curiosidad siempre había sido lo que me llevaba a todas partes y pude observar que sus ojos estaban vacíos parecía no tener vida.

Le tome un brazo e intente que se moviera levantándolo hasta su cabeza pero apenas lo solté este callo de nuevo a su regazo donde permaneció tranquilo, me dio tristeza que alguien dejara algo tan bello en un lugar tan horrendo por lo que sin pensarlo mucho lo levante para que cargarlo sobre mi espalda y de esa manera lo lleve cargando conmigo hasta casa.