¿Perú? ¿El país con una de las mejores gastronomías, diversidad única y una maravilla del mundo? Ajá, ese mismo. Pero, ¿te haz dado cuenta de que hay cosas que solo pasan en Perú? Pues aquí están esas cosas que nos hacen únicas como peruanos.
¡Hola! He decidido inaugurar este espacio con un tema que es más peruano que la papa y lo sabes, porque peruano que se respeta ha ido como mínimo a una pollada.
—¿Una pollada?—empieza a hablar una pituca—. ¡Aj! Weona, yo no voy a polladas, yo voy a Chicken Parties.
Las polladas son una actividad que hacemos los peruanos para recaudar fondos por un motivo en especial. Y si te ofrecen una pollada, te fregaste porque cuando te ofrecen una pollada no es una oferta, es una obligación.
La mayoría de polladas son pro salud pero hay veces que la gente abusa.
1) No te alcanza para el segundo piso de tu casa. ¡Pollada pro segundo piso!
2) A tu viejo no le alcanzó el dinero para los regalos de navidad. ¡Pollada pro regalos de navidad!
3) Se te rompió el condón y tu novia está embarazada. ¡Pollada pro seré papá!
Las polladas siempre han estado presentes en los barrios finos y elegantes (La rica Vicky, San Juan de Lurigancho, Comas, Villa el Salavador) pero la cosa cambia cuando a la pollada se le añade la palabra "bailable", o sea pollada bailable. Una pollada bailable —básicamente— es donde se vende más cerveza que pollo y le ponen dos parlantes color negro y cerraban la calle con piedras. ¡Esas mismas!
Pero, ¿qué pasaba si tu vecino hace una pollada bailable? Bueno, debes saber que si eso sucede no vas a dormir toda la noche. Y aquí viene lo peor, si la pollada bailable la hace tu mamá —de ley— que te iban a chantar diez entradas aunque no sepas como venderlas, tenías que deshacerte de ellas. Más o menos, algo así.
—A ver hijos, vengan todos por favor—el Yoni, el Yeison y el Maicol van—. Les voy a ser sincera, la cosa es que me he gastado toda la plata me ha dado tu papá y todavía no he comprado sus uniformes—el Yoni, el Yeison y el Maicol empiezan a gritar—. ¡Tranquilos! Sí les voy a comprar el uniforme—los niños se calman—. Voy a hacer una pollada y les voy a dar diez tickets a cada uno. No sé como le hacen pero me los venden sí o sí.
Entonces, el Yeison tuvo que emprender la dura misión de vender los tickets. Se fue a su colegio —Institución Educativa Mariscal Cáceres UGEL n° 5— a vender.
—Yeferson, oe choche, colabórame con una pollada. Mi mamá está con cáncer terminal—mentiroso salió el Yeison, ¿no?
Puede pasar que tus patas no quieran ir a la pollada bailable que estaba organizando tu viejita. ¡Caballero, compadre! Tenías que llevar el pollo a su casa. Tu mamá te mandaba con la típica bolsa a cuadritos azul y roja. Esa que en Europa cuesta una millonada pero en Gamarra con Parinacochas cuesta dos soles cincuenta.
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El delivery era el roche de tu vida. Tenías que ir a la casa del Yeferson a llevar el pollo en tu bolsa de rafia y preguntar si es que querían pecho o pierna.
—Yahaira, ¿qué vas querer?
—Pierna pe.
—Pierna es lo que te falta.
Seamos sinceros, todos hemos colaborado con una pollada y no me digas que no. Desde tiempos aquellos cuando la pollada costaba cinco soles y te venía con tu porción de arroz y tu ají en bolsita. Ahora se han vuelto vivos, la pollada cuesta quince soles, sin arroz y con una sola papa —hay veces que te ponen una yuca media mordida por el costado—.
En las polladas también hay música. ¿Qué clase de organizadora de polladas sería la doña María si no contratara al DJ? Pero no es ese tipo DJ que pone electrónica o salsa, ¡NO! Eso es para las parrilladas o las frijoladas. Estas son polladas, o sea, pura chicha. Desde Chacalón hasta El lobo y su sociedad ¡privada!
Un infaltable en las polladas es el animador, hasta concursos habían.
—Para comenzar esta pollada tenemos que ir agradeciendo a la gente que ha venido a la pollada pro salud del señor Juan—le susurran al oído que el señor Juan se ha muerto—. Entonces, agradecemos por venir a la pollada pro entierro del señor Juan.
Pero el más infaltable de todos, porque si no está ella, no hay pollada —y no estoy hablando del pollo—, me refiero a la respetada, a la benemérita Tía Veneno, o más conocida en los barrios pitucos como La tía Poison.
La tía veneno es la que se pasa todo el día friendo su pollo. La que no solo te lo fríe, sino te lo sirve en tu plato de tecnopor y para que veas lo generosa que es, en vez de ponerte una papa, te pone dos.
Bueno, para terminar este primer apartado, repasemos los personajes de la pollada.
✿ La tía veneno.✿ El DJ chichero.✿ La tía que vende chela en la entrada.✿ El que solo viene a chupar.
✿ El Yoni que hace delivery.
N/A: ¡Esto ha sido todo! Si te gustó, por favor vota, y si no es mucho pedir, comenta. Se despide, Lía Belucci.
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