➴ 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚; 𝟏𝟏 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.
—¡Código rojo! Repito, ¡código rojo! ¿O era azul?
Despreocupado, Benjamin soltó el cucharón y se desplazó hacia el extremo opuesto de la cocina, donde Ashley batallaba con una cebolla y un cuchillo.
—Era código naranja; el rojo era para incendios y el azul para sangre —recordó, alejando el afilado cuchillo de las torpes manos de su chica.
—¿El código naranja no era para quemaduras?
—Ese era el código amarillo.
—Rojo, azul, amarillo, ¡da igual!
—No veo un incendio, ni un charco de sangre y mucho menos quemaduras; ¿qué pasa? —trató de indagar, aún sabiendo la respuesta de antemano.
—¿Qué pasa? —exasperada, señaló el reguero de lágrimas que descendían rabiosas por su rostro—. Parece que esa cebolla me acaba de contar la historia más triste que exista.
Con diversión, el futbolista negó. Ashley tratando de creerse chef profesional le resultaba demasiado cómico.
—¡Cámbiame la tarea! Déjame hacer el batido, ¡por favor! —suplicó, harta de las empanadillas y de la tediosa receta que había que seguir para elaborarlas.
El emperador y sus locuras había sido la película seleccionada al azar para aquel fin de semana; lo que conllevaba hacer empanadillas de pollo. Una receta relativamente sencilla para Chilwell, un auténtico caos para Ash.
—No metas los dedos en la batidora —advirtió el mayor con gracia, permitiendo así que Ashley dejase de lado la cena para poder preparar el postre.
—Ja Ja Ja —rió de forma irónica, ante la nula fe que deposita el futbolista en ella.
—Regresando al tema principal —volviendo a posicionarse frente a la sartén, Benjamin habló—, ¿estaba desnudo?
—Totalmente desnudo —aseguró Ash, atrapando de la nevera los ingredientes para hacer el batido—. ¡Le he visto el culo a Declan Rice!
—Siéntete afortunada —bromeó.
—Fue uno de esos momentos en el que dices: ¿por qué no lo he grabado? —agregó, recordando el cómico suceso vivido una semana atrás—. ¿Y sabes lo peor? Que tuvieron la indecencia de negarlo cuando los cazamos in fraganti.
—Típico de Deccers.
Con cautela, Ashley comenzó a trocear las fresas mientras Chilwell finalizaba la tarea de picar la cebolla. El silencio se hizo presente, y a la mente de la joven regresó la conversación que había mantenido con Mount.
—Mason sabe que hay algo entre nosotros —afirmó.
—No me lo esperaba pero tampoco me sorprende —admitió—. ¿Leah sabe algo?
—No. No quiero seguir ocultándoles lo nuestro pero, ¿qué es lo nuestro? —de reojo, observó al mayor. La mirada del futbolista permanecía clavada en la verdura.
—¿Qué somos?
—¿Qué somos? —repitió Ashley, esperando una contestación.
—Quiero hacer las cosas bien esta vez, Lee —tras introducir la cebolla picada en la sartén, miró a la chica—. Quiero estar contigo; volver a intentarlo. No quiero que nos limitemos a vernos cada sábado para ver películas; quiero salir contigo, sin miedo.
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𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 // Bᴇɴ Cʜɪʟᴡᴇʟʟ
Fanfiction❝From strangers to friends, friends into lovers, and strangers again.❞ • • • • • [REAL LIFE]