Capitulo uno.

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¡Buenas! ¿Cómo están?
Vengo con una nueva historia, esta vez es Estados Unidos x Inglaterra.

Como siempre,todos los créditos de autor,Hetalia no es mio -pero okde Hima-papa si (?)-

Arthur Kirkland era una persona común y corriente;o eso es lo que le gustaría. Desde niño siempre fue tratado como un príncipe,de una muy buena manera. Tal vez cualquiera en su infancia desearía tener todo lo que pide,pero eso no era lo que a el realmente le importaba,quería la atención de sus padres. No importaba cuanto se esforzaba,nunca lo conseguía.

Después de todo,sus padres eran los Gran Kirkland, dueños de una famosa empresa llamada IIoyd's bastante popular en Inglaterra. Por lo que nunca podían estar demasiado tiempo en su hogar,la mayor parte del tiempo estaban trabajando,en reuniones o entrevistas.

La soledad se hizo algo normal en su vida,al punto de crear seres imaginarios con los cual el podría hablar; ¿Pero quien lo podría culpar? Tampoco le importaba si sus hermanas le dijeran loco, pues todas formas nunca lo llevarían al psicólogo por algo así.

A los 17 años de edad,Arthur decidió huir de su hogar,dejando sólo una nota. Se financió los estudios y un departamento por sus tíos y un trabajo de medio tiempo.

Hola. No estoy totalmente seguro si ahora están leyendo esta carta,pero de alguna manera se que gracias al mayordomo la carta llegará a sus manos. ¿Qué puedo decir? Pues estoy agradecido por todo,y aunque poco y nada de tiempo hemos pasado juntos los quiero a todos,menos a el tonto de mi hermano.

En fin... cuidense. Estaré bien.

Arthur.

[...]

- ¿Es una broma? -El inglés iba hojeando unos papeles que tenía en en sus manos. Uno de ellos era un mensaje de sus padres. ¿Era una broma de mal gusto? Ya tenía 23 años,y en esos 8 años que pasaron ninguno de los dos decidió comunicarse con el.

De mala gana,decidió leerla. Por un instante pensó que era para que fuera a visitarlos,pero se equivoco. En resumen, lo estaban obligando a casarse con una muchacha. ¿Debería tirarla? No...lo peor que podría pasar es que ellos vengan personalmente a su hogar. Así que el mismo iría a pedir una explicación de lo que estaba pasando.Porque no,no se casaría con una chica que no conocía.

Sacó sus llaves de su bolsillo,y abrió la puerta,dando un portazo al cerrarla. Fueron varios los minutos en los que tardó para llegar a la mansión de sus padres. Con el ceño fruncido tocó el timbre,y espero. La demora no fue demasiada,pues de inmediato apareció su madre,y tal como creyó su reacción no dejaba mucho que decir.

- Oh querido, me gustaría hablarte un poco más y explicarte todo esto, pero no hay tiempo. Ella ya está aquí,y te espera -Fueron las palabras de la señora Kirkland.

-No,no. Antes de eso necesito la explicación, ¿Cómo crees que me voy a casar con una personas que no conozco? Es una locura,me niego -Tal vez Arthur pudo continuar con su discurso, pero fue interrumpido por una joven que se acercó.

-Ella es Mary,tu prometida. Vamos, ¿Por qué no salen un rato a pasear? Necesitan un tiempo a solas...

- ...-Kirkland estuvo a punto de quejarse,pero no lo hizo. Aquella muchacha le pareció interesante, a pesar de que no fuera la mujer más bella- Jamás podría negarme a dar un paseo con una dama. Pero eso no significa que me vaya a casar con ella, espero que eso quede claro.

Luego de un rato, salieron a pasear. El silencio era bastante incómodo, lo que hacía aun más complicada la situación. Pero Arthur decidió romper el hielo.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2016 ⏰

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