Era un 14 de febrero o el día de los enamorados, y como cada domingo, Lara acostumbraba a ir a por un café, ese día no fue la excepción. Después de visitar al médico decidió desviarse hacia ese famoso lugar, Starbucks.
Con una sonrisa entró en aquél local y se percató que había nuevos empleados. Se dirigió hacia uno de ellos para hacer su pedido y luego ver donde podía sentarse.
Al cabo de diez minutos su pedido estaba en una bolsa de cartón marrón clarito. Después de salir de sus pensamientos mas oscuros, abrió la mediana bolsa, y al sacar su café mediano se dio cuenta que en el había escrito una palabra "Sonríe" .
Se giró a ver aquel chico que había tomado su pedido y este le levantó la mano en modo de saludo acompañado con una bella sonrisa que mostraba su perfecta fila de dientes blancos.
Ésta volvió la mirada a su mediano vaso de café y sonrió, por primera vez sonrió deverdad.
Lara no dudo en sacar su móvil y tomar una foto para luego subirla a sus redes sociales.
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Después de aquello sacó de su pequeño bolso una hoja rosa claro y un boli para luego escribir;
Querido trabajador de Starbucks:
Tú no me conoces y no conoces mi historia. Y algo más importante, seguramente no sabías que escribiendo "sonríe" en mi orden cambiarías mi día para mejor. Cuando me miras es posible suponer que soy feliz, burbujeante y llena de vida, pero nadie me puede ver por completo. Tú no sabías que detrás de esta sonrisa hay una chica que se ha caído y quebrado en mil partes. Tú no sabes todo el odio a sí misma que se tiene esta chica, ni que ha pasado hambre por casi la mitad de su vida. Ella ha tratado de suicidarse 5 veces. Apuesto que tampoco sabías que estas semanas, y este día en particular, la estaba pasando muy mal. Tú estabas preocupado de hacer tu trabajo, no te diste cuenta de que al escribir esa minúscula palabra en mi café cambiarías mi día y posiblemente mi vida. Tal vez escribiste "sonríe" en mi trago porque viste mi tubo de alimentación. O quizás pudiste ver más allá de mi falsa sonrisa porque has pasado por lo mismo que yo. De cualquier manera, estoy agradecida. No tenías una razón para hacer mi orden especial. Pudiste haberme tratado como a cualquier cliente regular. Sin embargo, te tomaste un segundo más para agregar algo positivo a una vida que ha estado llena de negatividad últimamente.
Verás, mi día consistió en una horrible visita al doctor y una horrible sesión de terapia. Me llenó de desesperanza y mis pensamientos suicidas habían comenzado a ponerse peor. Cuando mi anorexia está mal un café es lo único que puedo beber. Este día estaba asustada de incluso beber café. Si no me hubieras dado ese vaso, quizás me hubiera hecho más daño a mí misma esta noche. Cuando leo esa palabra no puedo evitar sonreír, literalmente.
Un acto simple de bondad puede significar el mundo para alguien. Puede proveer esperanza al desesperanzado. Ahora planeo mantener esta esperanza. Así que muchas gracias, te agradezco por cambiarmidía.
Luego de aquella carta de agradecimiento bebió todo el café faltante y llegó al mostrador y dejando una propina al chico cuyo nombre no sabía, le entregó la no tan pequeña carta saliendo de allí con una sonrisa por fin verdadera y con la esperanza de sanarse y lograr tener una vida normal.
