Mi mejor amiga es una espía

Un día para no olvidar

-¡Oh no!, ¡mi pistola!- grité sin saber qué hacer. Espera, espera, espera, espera, esta historia no empieza por aquí. Empezemos otra vez, yo me llamo Keithy y tengo 18 años. Tengo el pelo castaño y los ojos color miel. Vivo en la ciudad más aburrida del mundo, con la gente más aburrida del mundo, en la casa más aburrida del mundo, en Georgia.  Nunca pasa nada más que las celebraciones que son una vez cada 3 meses, y eso si hay tiempo. Este estado siempre está ocupado, no ves a nadie paseando por las calles sino es con un maletín de cuero y un móvil en las manos. Pero dentro de ese aburrimiento también puedo incluir a mi casa, a mi familia, a mi gato, a mis profesores,... FUF, hay tantas cosas que se pueden incluir que no me caben ni en los dedos de las manos ni en los de los pies. En mi instituto siempre estoy con mi BFF (Best Friend Forever) haciendo tonterías para darle un poco de alegría a la vida. Y hoy va ha ser un día muy especial.

DÍA 1
Los profes no ayudan

Me desperté por el sonido de mi despertador a las siete de la mañana. Era un precioso día soleado, sin ninguna nube y los pájaros cantaban animadamente. Me dirigí a mi armario cuando me resbalé con una cáscara de plátano que mi hermano pequeño me había puesto.

-¡Jordi!- grité muy enfadada con mi hermano. Tiene 11 años, y es el niño más travieso que he conocido en toda mi vida. Tiene el pelo castaño y siempre lo tiene muy revuelto y despeinado. Pero es mi hermano y le quiero. Se acercó corriendo con un móvil en las manos y listo para sacarme una foto cuando le tiré la cascara en toda la cara

-¡Au!- gritó intentado quitarse la cascara

-Te lo mereces- dije mientras volvía a mi dificultísima tarea de escoger la ropa para la universidad

-"Te lo mereces"- repitió mi hermano burlándose de mí

-"Ja, ja, me llamo Jordi y soy el niño más tonto del mundo, ja, ja"- me burlé yo de él

-¡Mamá!, Keithy está abusando de mí porque es mayor- gritó con una sonrisa en la cara mientras yo le respondía con una mirada asesina

-Keithy, deja ya a tú hermano y baja que ya tienes el desayuno en la mesa y se te está enfriando-me regañó mi madre. Ella tiene el pelo rizado y castaño muy oscuro. Ella como toda Georgia siempre está con el móvil a mano y trabajando. Pero a lo que iba... Me vestí con unos vaqueros negros y una camiseta blanca en la que ponía "You should not try me", I love esa camiseta😍. Bajé rápidamente la escalera con un hambre... Me senté y saludé a mi padre que estaba leyendo el periódico, como no una de las cosas más aburridas del mundo. Me comí las crepes con chocolate que solía preparar mi madre. Y para chinchar a mi hermano cogí el sirope y se lo lanzé con todas mis ganas hacia su cara que quedó bañada en chocolate fundido, pobre chocolate. Pero tuve tanta mala suerte que mi madre justo se dio la vuelta y vio cómo realizaba mi broma

-Hoy te vas a quedar sin móvil señorita- me dijo mientras le daba el móvil a regañadientes. Vale, lo admito... Me gusta whatsappear con mi BFF cuando ella tiene tiempo y yo me aburro mucho. Después de una larga charla en la que mi madre me explicaba que él era pequeño y que era un niño pobre e indefenso..., me dirigí hacia mi coche. Encendí la radio y puse los cuarenta principales, donde estaba sonando mi canción favorita

-Ohhh, ohhhh- canté muy motivada. Después introducí la llave en el viejo y feo coche que había heredado de mi padre. Tuve que hacer varios intentos hasta que por fin el motor paró de ronronear y se encendió. Arranqué lentamente para salir del callejón en el que solía dejar mi coche cuando Kim, mi mejor amiga pasaba justo por allí. Pité tres veces hasta que ella se dio la vuelta y me vio