Sonreír en momentos que no son apropiados .Despollarte en clase con tus amigos y que cuando el profe mira poner cara seria pero que en el fondo sabes que te ha pillado. Llegar a casa y no tener hambre y solo querer que pases los segundos, los minutos y las putas horas para que se un nuevo día y hacer la misma rutina una y otra vez. Esperando el mensaje de esa persona o de esas personas ¿por que no? Esperando un puto día en que eches no un polvo, si no dos o tres, los que caigan. Porque ya son muchas tensiones las que tienes y una simple paja o unos simples dedos no valen para tanta tensión corporal y mental.
Y es que esperas que llegue un día en el que duermas del tirón y tus demonios no se asomen por debajo de la cama a atormentarte, haciendo que te levantes, que enciendas la luz y te sientes en la cama apoyándote en la pared. Pensando en el día de mierda que has tenido y que lo único que has podido hacer es estudiar, dibujar o escribir algo.
Luego irte a la cama y estar con el móvil, en el twitter, en el instagram y demás. Y que cuando te venga la inspiración ponerte a escribir en el móvil lo que piensas.
Como esto, por ejemplo.
Fin.