Gangsta's paradise

Prólogo

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-Solos podemos hacer poco...- Dijo cargando su arma -pero juntos- Prosiguió recalcando la última palabra- podemos hacer mucho. -Terminando su arenga se dejó al descubierto y comenzó a disparar en contra de los delincuentes. Sus palabras me alentaron a combatir.

¡Nadie saldrá vivo!- Gritó desesperado un hombre a lo lejos, seguido de eso uno de los pistoleros lo golpea con la culata de su escopeta, yo al ver la escena corro a un nuevo refugio.

-Nadie dijo que esto sería fácil salvar al mundo- Susurré, cargué mi Glock y cerré mis ojos-, pero alguien tiene que hacerlo.- tragué saliva y salí detrás de la mesa que me protegía de la balacera. Comencé a disparar, se me hacía imposible divisar algún blanco; el humo y las explosiones me lo impedían. Veo a mis compañeros heridos, cuerpos sin vida y sangre fresca, ese era el panorama del dia de hoy en el laboratorio de la CSI.

Una bala traspasa mi hombro haciéndome chillar y caer al suelo, vi como mi uniforme poco a poco se tornaba rojo, miré a mi alrededor y noté que estaba sola, ya no había nadie. Volví a asomarme y por mientras me dirigía a la salida de emergencias gastaba mi ultimas balas, ya acabadas lancé el arma y solo me dediqué a correr. Ya fuera me opaqué entre las camionetas del S.W.A.T. y las ambulancias. El edificio súbitamente fué envuelto por una exorbitante columna de humo, la gente corría para no ser abatidos por una bala o incinerados por el fuego. Era un verdadero campo de batalla, aún no asimilaba. Me caer de rodillas, toqué mi herida de bala, cerré los ojos y me dejé desplomarme por completo.

***

El humo no me dejaba respirar sin toser de por medio, pero tenía que seguir, la carpeta que estaba buscando era de información vital, meses de trabajo han dado frutos y no pensaba dejarlos marchar tan fácilmente.

Abrí la puerta de la oficina del director adjunto quien, si mi visión aún no me falla, sigue aqui.

-¡Director!- Me apoyé en el marco de la puerta. -Tenemos que salir de aqui- Dije al ver que no se movía de su asiento, el cual me daba la espalda. - Señor Herman ¿Se encuentra bien?- Me comencé a acercar a él -¿Donde se encuentran...? ¡¿Y tú, quién eres?!- Grité al percatarme que el presunto Director era un joven con una máscara anti-gas y con una manopla de metal entre sus tatuadas manos.

-No importa quien soy, solo importa lo que sé - Dijo con una burlesco tono. Apoyó sus pies en el escritorio. -¿Dónde... dónde están los archivos del caso 53-e?

En ese momento se me heló la sangre, ahora entiendo todo, ¡he descubierto el motivo de este atentado!. Miré al gabinete en el cual se encontraban los dichos archivos para confirmar que aún no llegaban a ellos, evidentemente no.

-Gracias por tu información.- Añadió sacando una pistola, traté de escapar pero me disparó en el talón, lo cual me hizo caer bruscamente. Intenté arrastrarme pero los escombros y las esquirlas de vidrio me dañaban. Una hilera de fuego me alcanzó, me sacudí y revolqué para poder apagar el fuego pero no dió resultado.