02. 기적

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Estaba cabeceando en el sofá cuando escuchó el timbre sonando, luego la puerta se abrió y un par de risas resonaron por todo el lugar. Se levantó y caminó hacia la entrada solo para encontrarse a su Hyung en brazos de una esbelta y bien proporcionada compañía; una rubia de ojos azules colgaba de su brazo, ambos se reían a carcajadas de un chiste que él no sabía y se comían con la mirada de una forma que él estaba odiando.

-- Sehunnie. ¿Qué haces despierto? –preguntó arrastrando las palabras. Un fuerte olor a whisky se coló por las fosas nasales del rubio. Luhan estaba ebrio, había ingerido casi toda la despensa del bar y era un milagro que siguiera de pie aunque eso ya era mérito de la chica que lo acompañaba. –Te dije que no me esperarás.

Sehun solo hizo una mueca, exhaló todo el aire que había en sus pulmones en un intento por mantener su paciencia. Pero no estaba funcionando y menos ahora que conocía la razón por la que lo habían dejado plantado.

-- Lu-ge. ¿Quién es él? –señalo la ojiazul, batiendo sus pestañas de forma coqueta. Acto que solo causo asco en el chico.

-- Es la persona de quien te hable. Mi querido Sehunnie –canturreó un alegre castaño mientras se zafaba del agarre de la chica para correr hacia Sehun, quien quería descuartizarlo con sus propias manos. Luhan se enredó con sus pies y terminó de bruces en el suelo. –Sica. Ya puedes irte, él va a cuidarme.

-- ¿Estarás bien sin mí? –preguntó, ayudándolo a levantarse. Luhan asintió sonriente. –Bien. Ten cuidado con él, se pone un poco insoportable cuando bebe.

-- Claro, gracias por el consejo –respondió a regañadientes. Rogando porqué la rubia se fuera, no soportaba ni verla. Con ese vestido rojo cernido al cuerpo que solo la hacía ver fácil y vulgar.

-- Sica, gracias por esta noche. Lo necesitaba mucho –susurró el mayor. La chica se acercó a él y le dio un beso en los labios. Sehun tragó en seco, jaló a su tutor con brusquedad alejándolo de la chica. Pestañeo un par de veces y rezó mentalmente para no decir una grosería, no sabía la razón pero esa mujer no le agradaba y después de ver cómo tocaba los labios del mayor tenía unas inmensas ganas de dejarla calva.

-- No es nada. Cuídense. –se despidió. Salió del apartamento, dejando un silencio incomodo en su lugar.

-- Sehunnie. Estás más bonito que nunca –murmuró un adormilado castaño— Me gusta ese peinado que tienes, te hace más atractivo aunque eso es malo para mí.

-- Cállate. No quiero escucharte. –lo agarró por el brazo y se lo llevó hasta su cuarto.

-- Eres un atrevido. ¿Quieres aprovecharte de mí en este estado? Sé que soy deseable pero no puedes hacerme nada a menos que yo lo consienta. –Sehun se pasó la mano libre por la cara, repitiéndose una y mil veces que Luhan no diría eso en su sano juicio. Qué todo era efecto del alcohol.

-- Hyung. ¿Quién es esa? –preguntó. Abrió la puerta del baño y condujo al mayor hasta la regadera. Lo ayudó a entrar a la tina y allí abrió la canilla para que agua fresca le quitara ese pestilente olor a bar barato.

-- Una "buena" amiga. –dijo recalcando la palabra "Buena" con la intención de probar al rubio. Sehun viró los ojos, inconforme con la respuesta. – ¿Por qué? ¿Te molesto que viniera?

-- No para nada. Es tu apartamento y puedes traer a quien quieras, es solo que pensé que eras diferente pero veo que no. Aunque no importa, es lo de menos –contestó encogiéndose de hombros. Luhan se secó las gotas de agua que empapaban su rostro, miró por el rabillo del ojo al rubio, quien estaba sentado en la taza del inodoro, pretendiendo que no le afectaba la aparición de aquella chica.

Last Dance  |HunHan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora