Capítulo 6:

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Esperaba que no fuera tan fuerte como para enfadarme con ella.

– Pues me gusta un chico, y me gusta desde hace 2 años pero no le he pedido salir porque a ti te gusta el mismo chico. Por eso tengo miedo de que te enfades conmigo, ya que podría separar nuestra amistad.

– Tranquila amiga, ¿hablas de Mario? Si estás hablando de él, te doy la noticia de que ya no me gusta Mario, al darme cuenta de que os gustabais, pensé que era mejor olvidarme de el pero eso ya es pasado.– dije tranquilizando a mi amiga.

– Ah... Me alegro de que no te enfades, pero un momento... ¿has dicho que nos gustábamos?– pregunta mi amiga estrañada.

– ¿No lo has notado? Es obvio que os gustáis, se nota a kilómetros así que ya basta de tanta charla y al llegar a tu casa le pides salir, ¿vale?

– Bueno... Vale... Pero...¿y si me dice que no?

– Cielo, esas cosas nos pasan a todas pero no creo que te diga que no, es obvio que le gustas.–  me enteré de esto porque le miraba demasiado.

– Gracias, por estar aquí ahora, y siempre. Bueno, entremos.– cogió las llaves de su maleta de natación y abrió la puerta.– Hola mamá, ya te habrás dado cuenta de que nos hemos perdonado y quería preguntarte que si Ocean podía quedarse a dormir hoy.

– Claro, por mi sí, pero ahora le llamaré a su madre.– después de 5 minutos volvió Maria, la madre de Coral– tu madre dice que sí, te puedes quedar pero tendrás que volver a casa a dejar la maleta y cojer tus cosas.

– No pasa nada, ahora vuelvo.– pasaron 10 minutos y ya estaba otra vez en frente de la casa de Coral. Riiiiing sonó el timbre.

– ¿Quien es?– preguntó Maria.– Ah Ocean, pasa, Coral esta en la habitación esperándote.– Le di las gracias por dejar que me quedara en su casa y subí a la habitación de Cor cuando me di cuenta de que estaba hablando con alguien por teléfono. Decidí quedarme a escuchar.

– Sí, claro, tranquila que Ocean no se va ha enterar de nada y por ahora no sospecha nada. La transformación esta dando sus frutos, si bueno, adiós.– dijo mi "amiga", estaba decepcionada, ¿qué más me estaría escondiendo? ¿con quien habría estado hablando? Decidí enterarme afrontando las consecuencias.

– Coral, ¿con quién has hablado y qué me ocultas? Y no me vuelvas a mentir, por favor.

–Ocean no sabía que estabas aquí, lo siento no es lo que parece.

– Nada es lo que parece, y lo he oído todo así que cuentame todo, repito, TODO.-dije enfadada.

–Vale, pero puede que no me creas...

– Me da igual que no te crea... Pero no quiero que me andes con más mentiras. Primero... ¿con quién hablabas?– dije, empezando así, un tipo interrogatorio. No iba a salir de esta habitación sin saber lo que ocurría.

– Seguro que no la conoces pero se llama Perla.– dijo mi amiga. Espera, ¿Perla?¿de que me suena ese nombre? ¡Ah sí! En mi sueño, me llamo diciéndome que me conocía ¿qué tendrá que ver Perla con lo que Coral me está ocultando?– Es una vieja amiga mía que conocí hace 5 años en verano.

– Pues la verdad... Nunca había oído ese nombre...– mentí, quería saber hasta donde me contaba la verdad y hasta qué punto estaba al tanto de las cosas.– A lo que íbamos... ¿por qué le has llamado?

– En realidad, me ha llamado ella pero eso da igual. ¿Enserio que no te suena de nada el nombre Perla? Haz memoria amiga...– ahí me di cuenta que Coral sabía de aquella llamada. Otra mentira más.

– Pues ahora que lo dices... Sí, sí me suena ese nombre. Apareció en mi sueño, ese sueño que no creías... Ah...– dije dándome cuenta.– Ahora lo entiendo. El sueño tiene algo que ver, ¿verdad?– pregunté, tenía muchas ganas de enterarme de lo que estaba ocurriendo con mi amiga.

– Pues... La verdad es que sí, ese sueño... No fue un sueño, Coral, fue cierto.– sentí como un puñal en el corazón. Tanto decía que parecía loca, que no me creía... ¿Y luego me venía con eso?

– ¿¡Qué!? ¿Cómo pudo ser cierta? ¿Y por qué no me dijiste nada?- dije con mucho enfado. Esa fue la razón por la cual nos enfadamos, la razón por la que no me creía. Pero entonces que sabía que el sueño era cierto no supe que hacer.– Coral, ¿tú no sabes por lo que he pasado por estar enfadadas? Me sentía muy mal, y me estaba volviendo loca, total para que ahora me digas que el sueño era de verdad.
Después de tanto tiempo pensaba que se podía confiar en ti.– dije decepcionada.

– Y lo puedes seguir haciendo.- sollozo, con hilo de voz que mostraba arrepentimiento.– Sólo quería que estuvieras bien, por eso no te lo conté.

– ¿Y porqué iba ha estar yo mal?-preguntó.- ¿Hay algo que todavía no me lo hayas dicho? Bueno, claro que lo hay. Cuéntamelo ya

{CONTINUARÁ...}

Los Ojos Del Arrecife #FFAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora