CHIAI "Amor Eterno"

Capítulo 19. Llamadas, WhatsApp, Facebook, Gmail

Nos condenamos a la soledad eterna, porque nunca amaremos a alguien de esta manera.

-Tely Flores.

He permanecido despierto toda la noche, ¿Cómo pude ser tan imbécil? Yui no se merecía nada de esto, a veces simplemente no la merezco...

Me removí inquieto en la cama, soltando un suspiro exasperado. Tengo que explicarle, ayer cuando me entere que Annie había tenido un accidente el pasado vino a mí y recordé a Himiko... ella tirada en el suelo... ensangrentada, me aterre, entre en pánico, no sabía que me estaba pasando, pensé que perdería a Annie, mi deber es protegerla, por eso la deje en Londres con nuestros padres. Me levante de la cama y comencé a dar vueltas por la habitación. Debo... debo decirle lo que paso, mi pasado me segó, no sabía lo que hacía. Pase una y otra vez mi mano por mi cabello, dando vueltas, desesperado. Soy un estúpido, estúpido, estúpido. No puedo perderla, no, no a ella.

Vi la hora en mi celular, son las 6:04 am, es demasiado temprano, ella no es madrugadora. Me senté en la orilla de la cama con mis manos sobre la cabeza. Mi vista voló a la silla que mantenía dentro, los regalos de Yui. Dios no, olvide a último momento su cumpleaños. Me levante y me acerque a la silla viendo todo lo que no pude darle, había comprado un globo con el típico "Happy Birthday" en él, se lo mucho que le encantan los gatos por eso busque el peluche más grande que había y se lo compre. Agarre una de las patitas del gato naranja, el cual se parecía mucho a Garfield. En una bolsa para regalo metí muchos chocolates, encontré un par de aritos en forma de alas negras, no fue fácil pero pude encontrarlos, sé que ella tiene una obsesión con un tal Patch así que son perfectos, entre otras cosas que encontré.

Ayer cuando se fue y me inyectaron un calmante, me di cuenta de cómo Annie me observaba aterrada, ¿Qué he hecho? Me había dicho a mí mismo. Cuando me asegure de que Annie no corría ningún peligro fui a buscarla a su casa, y mi alma casi se me va del cuerpo, ella estaba destrozada, sus ojos estaban vacíos y me veía aterrada pero también molesta. Es tu culpa, tú y tu mierda provocaron esto; me había gritado yo mismo. Solo quería abrazarla, besarla, tenerla entre mis brazos y susurrarle que todo estaría bien, pero ella y yo sabíamos que no lo estábamos, nada estaba bien.

Me duche y deje que las horas pasaran para ir a su casa. Me cambie y vi una vez más la hora en el celular, 11:33 am. Creo que a esta hora debe de estar despierta. Suspire profundo y salí de mi casa.

Metí mis manos en los bolsillos de la chamarra, encaminándome a su casa, ya me encontraba cerca, mi corazón latía a mil. Quiero verla.

Me pare frente a su puerta y toque el timbre, no hubo respuesta. Espere unos minutos para volver a tocar pero nadie salió, seguramente salió con sus padres.

Mire a mí alrededor y decidí irme al parque y esperar a que ella regresara. Me puse el gorro que traía mi chamarra. La nieve se hundía bajo mis pies, llegue hasta un columpio y me senté, estaba frió pero no importaba. El aliento de mi boca salía congelado, espero que regresen pronto, me estoy helando.

Sin darme cuenta ya habían pasado varias horas así que decidí pararme del columpio y encaminarme nuevamente hasta su casa. Me pare una vez más frente a su puerta y toque le timbre. No hay respuesta. Saco mi celular del pantalón y con los dedos helados marco su número.

...El número que usted está marcando no se encuentra disponible, por favor...

Corte la llamada. ¿Lo tiene apagado? Marque al número de Shiro, seguramente ella sabe dónde puede estar.

...El número que usted...

Maldición. Comencé a desesperarme. ¿Dónde estás Yui? Camine por las calles que conducían a mi casa, pero me pare en seco. Estoy cerca de la calle por donde vive Gin, seguro el sabrá. Desvié mi camino para dirigirme a su casa.