Juuzou da un paso hacia atrás.
- Espero hacerlo bien. -dice pasando su lengua lentamente por la sangre que aún mancha su mano.
- El qué -digo con un hilo de voz.
- El juego. -responde sonriente.Da media vuelta desapareciendo así entre la oscuridad.
Solo pasan uno o dos minutos cuando vuelve a la "habitación de la tortura", pero esta vez cargado de dos objetos no muy agradables a mi parecer. En la mano izquierda lleva unos grilletes unidos por una cadena de metal, y en la derecha tiene el cuchillo con el que intentó matarme.
Avanza con tranquilidad hasta quedar detrás de la silla, en donde siento que me coloca los grilletes con muy poco cuidado y apretados. Acto seguido las cuerdas que sujetaban mis muñecas caen al suelo.
Supongo que las cortó con el cuchillo.
Rodea de nuevo la silla para luego arrodillarse delante mía y, con ayuda del afilado objeto, corta también las cuerdas que atrapan mis piernas.
Él rápidamente carga la silla conmigo encima y me lleva por la oscuridad hasta que llegamos a la única puerta que hay y que se puede diferenciar por la fina línea de luz que se ve en el suelo. Luz que al estar tan lejos de donde me encontraba no se podía apreciar.
Detrás de ella se encuentra otra habitación, solo que esta tiene un poco más de iluminación gracias a una lámpara vieja y polvorienta situada al lado de una cama, aparentemente limpia, con una sábana blanca cubriéndola.
Juuzou me deja sobre el mueble y se sienta en mis piernas para impedir que me mueva.
Observo también que deja el cuchillo a unos centímetros de mí sin preocuparse por lo que podría hacer si lo cogiera.
Mientras me quita uno de los grilletes, pretendo empujarle con la mano que me ha liberado lo más fuerte que pueda, pero apenas se mueve.
Él me coge firmemente de la muñeca y vuelve a esposarla.
Al mover las manos en un inútil intento de escapar, me doy cuenta que la cadena que une ambos grilletes está rodeando uno de los barrotes que forma la cabecera, y que cuanto más fuerza hago más daño me causo en las muñecas.- ¿Y ahora qué, vas a matarme? -pregunto con tranquilidad, tanta que me sorprende.
- Ese juego ya llegará, pero ahora -sonríe y me coge del mentón. - quiero probar este.Apoya sus labios en mi cuello tocando mis recientes costuras, pero se aparta cuando muevo mi cabeza hacia otro lado para intentar alejarlo de mí.
- Da igual que te resistas, no podrás impedir lo que viene ahora.
El albino se quita de encima manteniendo sujetas mis piernas mientras busca con la mirada por el colchón hasta que se detiene en un punto. Ahí es cuando mi mente se teme lo peor.
Juuzou me da la espalda y vuelve a sentarse para coger con sus dos manos, una especie de grilletes como los que aprisionan mis manos, solo que estos están unidos a la cama, es decir, que cuando me ponga esas cosas no podré mover mis pies ni un milímetro, o eso es lo que creo.- Por favor no me los pongas. -ruego con un ligero temblor en los labios.
- Si prometes no moverte... Pase lo que pase. -dice girándose.Dudo un poco al oír esto último pero finalmente asiento.
Juuzou empieza a desgarrar con el cuchillo que había dejado sobre la cama, mi vestido blanco (ligeramente grisáceo por la suciedad), quedándome así en ropa interior.
El albino se acerca a mi rostro y hace rozar nuestros labios, hasta que finalmente se atreve a besarme. No puedo evitar abrir ligeramente la boca para meter mi lengua y encontrarme con la suya.
Sin previo aviso empieza a imitarme y se deja llevar por el deseo.
Al separarse de mí deja un hilo de saliva que, al segundo, desaparece cuando Juuzou baja hacia mi cuello.
Se quita la camisa y se desabotona el pantalón, pero ahí para y me mira como si quisiera que le dijera algo.- Yo... No sé como... Eso. -dice con inocencia.
No puedo impedir soltar una risita.
Si hubiera tenido a este Juzo como novio antes, seguro que me habría aprovechado de su inocencia... Es decir hubiera ido a jugar al parque y esas cosas...- ¿No te lo explicó Shinohara? -digo aún con la sonrisa dibujada en el rostro.
- Sí, más o menos. Pero... Cierra los ojos.Me sorprende su actitud, pensaba que diría algo como "cierra los ojos o te los coso como tus brazos", pero no, que raro.
Simplemente le hago caso y los cierro esperando a que pase algo. Oigo que se baja la cremallera del pantalón...Holaaa, volví. ¿Qué os pareció el capítulo?
( ͡° ͜ʖ ͡°)
Ah sí que se me olvida, deciros que tengo cinco exámenes la semana que viene, que bien alegríaaaa okno, voy a morirme :'v
P. D. : Gracias por los comentarios de ánimo :D.VOTA ^.^
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© Te temo pero te quiero: Segunda Parte- Juuzou Suzuya
Short StorySegunda temporada de La hija de Shinohara ⚠️No está editado. Perdón la incoherencia y mala redacción⚠️