Dicen que olvidar es bueno. Lo es. Pero todos sabemos que nunca se olvida del todo. Nunca dejas de pensar en como se formaban esos hoyuelos en sus mejillas cada vez que reía sinceramente, en como te miraba y te susurraba lo guapa que ibas, y no le creías. Esas cosas, la vida no deja que las olvides. No deja que pases página, entonces te cuestionas si es una especie de señal extraña o algo así. Algo que grita que tu destino ha cambiado desde que no está, desde que tú tampoco estás, porque en alma sigues eternamente pegada a él, por más que digas que ya lo has olvidado.