Versión capítulada de "DOS TOMLINSON, UN CAMINO"
"-Habías prometido estar siempre con nosotros, ¿por qué lo hiciste Harry? -Murmuró William observando al rizado quien soltaba lágrimas en silencio, el ojiverde sólo bajó la mirada con arrepentimiento"...
Despierto con una sonrisa en mi rostro, Zayn me dejará tatuarlo hoy. Incluso cerraremos la tienda a la hora de almuerzo para hacerlo, un hermoso pene sombreado con una cara poco amigable y un sombrero, como el de calavera que tenía Harry en el interior de su brazo, espera por el delgado omóplato de Zayn. —¡Will! —me grita mi hermano desde el otro lado de la puerta, le respondo un rezongado gruñido que sé que oyó porque me gritó de vuelta— ¡No me gruñas y levántate, debes desayunar con tus novios! —Sonrío, aveces Louis es tan tierno.
Me levanto estirando mis rígidos músculos, revuelvo mi cabello y pienso que quizás deba tinturarlo, así ya no me confundirán con Louis cuando me encuentro de espaldas, sonrío cómplice con mí mismo y visto mi torso con una sudadera de Harry, mis manos desaparecieron y reí mordiendo una manga. Salgo de la habitación y veo a Louis bebiendo su té con galletitas estilo pétit écolier que Harry le trajo anoche, el muy puto no quiso darme ni una, ¿sabían lo avaro que es Louis con sus dulces?
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—¿Enserio no me darás ninguna? —Pregunto cabreado ante la actitud de niño mimado de Louis. Harry por su parte, estudiaba bebiendo su café ignorándonos por completo, Louis con un puchero de niño rico negó con la cabeza y bufé. —Has hecho esto toda nuestra vida Louis, y... te odio por eso, mejor iré con Zayn. Bye, puto. —Levanté mi dedo del medio y corrí hasta mi habitación enojado con todos y todo, sí pateé a la gata. Me visto como acostumbro, pero recordé mi chaqueta, Harry no me dejaría salir sin ella. Me perfumo y lavo mis dientes, recuerdo tomar el boceto del tatuaje antes y salgo caminando por el pasillo largo del departamento enfrentando a Louis de nuevo, quien tenía lágrimas recorriendo sus mejillas, lo ignoro y bueno, Harry seguía en sus libros y su café. Salgo dando un portazo, recuerdo apagar mi teléfono también.
Será nuestra tarde de "solteros" con Zayn, ya que ayer peleó con Liam, caminó a grandes zancadas hasta la calle principal y espero con paciencia el autobús, enciendo mi iPod y busco música. Iron Maiden ayudará a despejar mi mente. El bendito medio de transporte se digno a aparecer veinte minutos después, aparca frente a mí y subo pagando mi pasaje e ignorando al conductor. Me siento y observo el ajetreado centro de Londres. Veo a lo lejos la parada del departamento donde vivía Zayn y al parar el autobús, bajo con tranquilidad. Camino las dos cuadras para dar con el edificio y entro como sí fuera Pedro andando por su casa. Saludo al conserje con un leve asentimiento de cabeza y tomo el ascensor. Llego al sexto piso y camino hasta al fondo del pasillo a la 301. Toco el timbre y espero. Un delgadísimo moreno me saluda con literal, la peor cara posible.
Un asentimiento de su parte y se quita del hueco de la puerta para dejarme entrar. —Hermano...—Digo sorprendido al ver sus pinturas tiradas y rotas por toda las sala, lo observo y su labio tiembla, oh Dios... que no llore, que no llore, ruego en mi mente. Soy pésimo consolando gente, e incluso un día lo intenté con mi hermana y Lottie lloró aún más. La primera lágrima rodó por su mejilla y a la mierda, abro mis brazos para mi negro. —¿Qué ocurrió aquí? —Pregunto luego de un rato de llanto silencioso de su parte.
