La semana pasó tranquila, Matilda y Matías se hacían cada vez más uno para el otro, cómo si uno estubiese echo para el otro, eran perfectos.
La lluvia fría caía sobre el parabrisas del auto de Paula, el viento era tan fuerte que llegaba sacudir cada árbol, rama y hoja del parque, las gotas de agua caían sin parar una y otra vez que llegaban a hacer carreras en la ventana de Matilda.
Ya estaban cerca de llegar a la secundaria de Matilda "Asociacion insitituto de Educación Juvenil"Matilda conversaba por mensajes de texto con Matías.
- Matías: Me estoy empapando todo ¿Sabías?.- 13:10 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matilda: Pescaras un resfriado si no entras, ya entra, no me pasará nada.- 13:11 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matías: Claro que no, esperaré aquí, aunque me pasen trenes por aquí.- 13:12 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matilda: No pasan trenes por allí Mati, jajaja.- 13:13 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matías: ¡Matilda! Me estaba poniendo cursi...- 13:14 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matilda: Lo siento jajaja, ya estoy por llegar.- 13:15 p.m. Viernes 7 de Octubre.
- Matías: Aquí estaré.- 13:16 p.m. Viernes 7 de Octubre.
Matilda guardó su móvil y sonrió de oreja a oreja, tomandose las manos y mordiendo su labio inferior. Su madre la miraba alegre, su niña era feliz, su niña... era feliz.
La radio FM 1.901 sonaba en el auto, redactando el clima y pasando canciones de Arjona que hacía cantar a Paula.- ¿Te vengo a buscar a la salida? Ya sabes me he tomado el día.- Dijo Paula tomando la mochila del aciento trasero para entregarsela a Matilda.
- No te molestes, iré con Mati a... vaya a saber, te dejaré un mensaje.- Dijo Matilda animada.
- Está bien, enviale saludos de mi parte, te quiero.- Dijo Paula dandole un suave beso en su mejilla.- Oh invitalo a casa hace demasiado frío como para que esten en el frío.
- ¿Tú? ¿Dejándome invitar a chicos a casa? ¿Que tenía ese café?.- Dijo Matilda riendo.
- Los espero allí, cuidense.- Dijo Paula antes de poner en marcha el auto y dirigerse a casa.
Matías apareció entre todos los alumnos que se encontraban delante de la cochera del instituto.
Llevaba un gorro gris que le cubria toda la cabeza y las orejas, dejando descubierto algunos cabellos que se hacían presente en su frente.- ¿Adivina quien te espero desde las 13:00 en la cochera del instituto?.- Dijo Matías abrazandola por la cintura.
- Lo siento, me he quedado dormida.- Dijo Matilda correspondiendole el abrazo.
- Mmh...- Matías miró sus labios gruesos y rosados y luego sus ojos, mordió su labio inferior y le mostró una enorme sonrisa, que dejaba a la vista perfecta dentura.
- No tan rápido niño robacunas.- Dijo Matilda logrando escapar de sus brazos y corriendo por el pasillo del primer piso del instituto.
- ¿Robacunas?.- Dijo Matías riendo, corriendo tras ella.
Matilda gracias a su estatura lograba pasar por cada lugar para escapar de Matías haciendo que sea más ágil y rápida, en cambio Matías chocaba todo a su paso, ríendo cada vez que lo hacía.
- Hey, tú.- Dijo alguien tomando el brazo de Matías, Matías reconocía aquella voz, Dylan, unos de los bravucones de su grupo.
- No puedo hablar ahora.- Dijo Matías serio.
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Amor Juvenil
RomanceElla no era la chica que él soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos era un ejemplo a seguir, pero por alguna razón del destino se volvieron indispensables uno para el otro.