Empezamos

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"Lo más difícil de empezar algo, es empezar."
No sé donde, pero sé que lo leí en algún lugar y... ¡joder, es cierto!

No sabía porque empezó, pero empezó.
Al principio fue difícil, claramente. Me pasé noches enteras despierto preguntándome el por qué de lo que me pasaba. No podía sentir esto, no quería sentie esto. ¿POR QUÉ LO SENTÍA?
Jamás respondí la pregunta, tan solo acepté la consecuencia.

Pero solo para mi, no le dije a nadie, al menos por un tiempo.
Creía que me rechazarían.
Que estúpido fue pensar eso, obviamente entendieron. Mis amigos son los mejores.

No pasó mucho tiempo hasta que me presentaron a alguien; ya lo dije, son los mejores.
¿Recuerdan esas típicas historias de amor, donde los protagonistas caen enamorados solo con mirarse la primera vez? Bueno, esta no es así.
Me enamoré a la primera, pero no a la primera mirada, sino a la primera comversación. Su humor ácido, crítico y sarcástico fue todo lo que necesitó para hacerme caer en sus brazos. No había que dejar de lado su gusto de música; con una Playlist que iba desde The Cure hasta The Strokes y desde Micheal Jackson hasta Tweenty One Pilots. Lo mejor.

Sabíamos que sería difícil. Casi imposible. Habían muchos factores en contra: mi familia, su familia, los estudios, el dinero... pero amaba a esa persona más que a cualquier otra cosa, animal o ser humano.
Asi que lo decidimos, nos vamos. Hoy. Ahora, justo ahora. No habrá vuelta atrás, ¿sabes? Estas son las cosas que uno hace por amor.

Así que, empezé. Me costó, pero lo hice. Le dije a mis padres; soy gay.
No podría describir como cambiaron sus caras al escucharlo, fue raro. Estaban vacías. No había ninguna expresión, estaban en blanco.
No se opusieron a que me fuera y abandonara mis estudios a los 16 años para irme con un hombre de 18 años al que no conocían, no hablaron. Eso me dolió... pero, como dije no había vuelta atrás

No hay vuelta atrás. Nos iremos.
Estoy en el terminal de buses. Hace calor. Él compra los pasajes, mientras yo como un helado de frutila y lo obvservo. Lo veo parado, con un bolso gigante, de la marca Xtream, colgado al hombro, con ese tatuaje de rosas con espinas que tiene en el cuello, con esas zapatillas Converse negras gastadas que le quedan tan bien, con esa polera de The Smiths que se ve tan de los 80', con ese pantalón negró apretado... lo amo. Me vuelve loco.
Por fin termina con los pasajes, los guarda en su bolsillo trasero del pantalón y camina hacia mi.
Me mira y sonríe... me derrito, no por el calor, si no por él.

Llega a mi lado, me corre el mechón de pelo, que tenía en sima del ojo, para el lado. Pasa su dedo por mi labio y me quita una gota de lado que no había sentido. Se ríe. Me río. Me toma las manos. Dice: "por fin". Yo digo: "por fin". Acerca su cara a la mía y sé inmediatamente que busca mi boca, igual que ese día en su casa, cuando lo hicimos. Me toma por la nuca con la misma intencidad que el día en que me hizo suyo, el día en que nació el "nosotros". Estamos a la distancia mínima. Susurra: "te amo". Es todo lo que necesito. Susurro: "te amo".

Sus labios tocan los mi...

Madre: ¡Miguel! ¡Despierta, tienes que ir al colegio!

Abro los ojos... pasó de nuevo.
Un sueño. Una fantasía. Una utopía.

Madre: ¡Vamos, Miguel! Es el primer día de clases. Tienes que empezar bien este año.

Empezar... es lo más difícil. Creo que eso lo leí en algún lugar, pero no recuerdo exactamente donde.
Es gracioso, hoy empiezo las clases nuevamente, otro año escolar.
Pero... estoy seguro, más que seguro, diría yo, que, lo primero que debería empezar a hacer, sería aceptarme a mi mismo.

Lo Difícil Es Empezar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora