Esperanza para corazones heridos

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Severus Snape no podía creer lo que estaba ocurriendo. Lily había posado los labios sobre los suyos. ¡Le estaba besando!
Tras el shock de la sorpresa, él correspondió al beso con dulzura y sintió que el corazón se le volvía niño. Atrajo a la pelirroja contra sí mismo y ella se dejo atrapar entre esos brazos y le rodeó con los suyos el cuello. Ella profundizó el beso hazta encontrarse con la lengua del profesor. Ambos sonrieron a la vez que presentaban la boca de uno al otro. Él acarició la espalda de Lily con ternura haciéndola estremecer. Pasaron varios minutos hasta que se separaron para tomar aire. Él tenía la mirada brillante, incluso parecía a punto de echarse a llorar y ella le miraba con cariño y cierta timidez.

-Yo...-empezó a decir la pelirroja.

-Te quiero, Lily.-estalló el pocionista para volver a besarla con sumo cuidado y amor.

Ella se sintió como nunca. Los besos de Severus eran dulces y llenos de pasión. Podía notar en cada uno de ellos la palabra amor.
Ella le separó unos segundos para mirarle a los ojos.

-Espera...-comenzó ella. El rostro de él empezó a nublarse temiéndose lo peor-Sev...yo...te...te quiero.

Varias lágrimas escaparon de los ojos del pocionista ante esas palabras. Ella besó todas y cada una de ellas abrazándole con fuerza.

-Llevo toda mi vida esperándote, amor-dijo Snape con la cara empapada en llanto y con las emociones latiendo a cien.

Su Lily le quería, ya nada más importaba...Podía conquistarla y hacer de ella su mujer, pero lo haría bien demostrándola que ella y sólo ella era el amor de su vida. Con esos pensamientos volvió a besarla como un niño nervioso esperando que ese momento fuera eterno.

Mientras tanto Remus Lupin paseaba con Hermione y Ginny por Hogsmeade.

-No ha sido nada justo el comportamiento de James y Sirius-declaró Ginny Weasley.

-Sí, menos mal que apareciste, Remus.-añadió la castaña.

-Cualquier otro podría haber hecho lo mismo, chicas. Sólo hice lo que debía.

Un rato después la joven Weasley se despedía de Remus y Hermione para enviar una lechuza a su madre para así dejar a si amiga con ese amor callado. La castaña maldijo a ésta cuando se despidió guiñándola un ojo.

-¿Qué harás después de estar en Hogwarts, Hermione?

-No lo sé, quizás trabaje en el ministerio de criaturas mágicas.

-Ah, estupendo...aunque supongo que te veré menos-dijo el hombre lobo algo entristecido.-¿Sabes? Teddy te quiere mucho.

Ella sonrió ante aquellas palabras y añadió:

-Tanto Teddy como tú os hacéis querer, no hay mérito.

-¿Crees que yo también necesito una niñera?-bromeó Remus con Hermione.

-No, yo...quería decir...

-Tranquila, linda, sé perfectamente lo que has querido decir-dijo él pellizcándola la mejilla con cariño.

Hermione le miraba embobada. Era tan hermoso y cariñoso...Suspiró y sonrió como respuesta a la broma de ésta.

-¿Con quién irás a la inauguración?-dijo Remus interesado.

-Con nadie.

-¿Y eso por qué? No me creo que nadie te lo haya pedido.

-Sí, claro que me lo han pedido, pero por ser amiga de Harry y esas cosas. Preferiría ir con alguien que sepa quién soy.

Él la miró con ternura. Hermione era un chica guapísima e inteligente, no cualquiera podría ir con ella.

-Yo iría contigo Hermione, pero soy más viejo, más lobo y más feo que cualquier otro que pueda pedírtelo-dijo Remus medio sonriendo.

-Pues yo preferiría ir contigo antes que con cualquier otra persona en el mundo-susurró la castaña.

Sin embargo, Remus Lupin oyó aquellas palabras con su agudo oído de lobo. ¿Hermione quería ir con él? Sonrió, pero muchas preguntas atravesaron su mente.

-Hermione...¿qué has...?

Sin embargo tanto el maestro como la alumna Gryffindor se detuvieron ante la escena que había varios metros por delante de ellos. Podían ver como Lily Potter se besaba con Severus Snape. Ella se veía feliz y ni que decir del pocionista. Remus y Hermione se miraron compartiendo silencio y decidieron cambiar de camino para no interrumpir nada.

-Jamás había visto a Severus tan...radiante.-dijo Lupin algo sorprendido ante la escena previa.

-Yo tampoco...parecía otro.-dijo ella con media sonrisa.

-¿Desde cuándo sabes que Lily y él...?

-No, no. Yo no sabía nada...es decir...hemos hablado algunas cosas, pero no sabía que ella y el profesor Snape hubieran llegado a eso.

-Sinceramente, me alegro mucho por ambos. Se merecen amor de verdad.

-Pero, Remus...¿y James?

-Se ve que no valora a Lily tanto como debería...lo acabará pagando cuando la pierda.

Ambos continuaron en silencio, dejando atrás el tema de conversación.

-Hermione...¿por qué quieres venir a la inauguración conmigo?

La joven se sonrojó. ¿Acaso la había oído antes?

-Bueno yo...-tomó aire. "Por Merlín, Herms, eres una Gryffindor"-...no sé, Remus. Es extraño, pero cada vez que te veo me siento bien, segura...como si estuviera en el lugar indicado. Me gustas y sé de sobra tu edad y antes estabas con mi amiga Thonks y eres adorable con Teddy...y es complicado porque sé que no puede ser...

A Hermione se le empezaron a enredar las palabras, estaba nerviosa y hablaba muy rápido como si así Remus Lupin no fuera a entender lo que le decía. Sin embargo, él se había quedado en la parte de "me gustas". ¿Podía él gustar a otra mujer además de a Thonks? Pero Hermione era...era...preciosa. Mientras ella seguía con su retaíla de expresiones y explicaciones, él se acercó a ella y la abrazó dándole un beso suave sobre la comisura.

-Necesito tiempo, Hermione...Pero me encantas y si me ayudas a curar este corazón de lobo...en fin...

No hicieron falta más palabras, se abrazaron y estrecharon el uno al otro con fuerza.

-Te espero, Remus.-dijo ella besándole la mejilla.-Y eres oficialmente mi pareja para la inauguración.

Continuará...

Todos los muertos resucitan: Lily, James,  Sirius...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora