Capítulo 1.

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-Francheska-.

Ya es de mañana.

No pude pegar un ojo en toda la noche, Morfeo decidió dejarme; hoy iré a una nueva escuela. Ya saben... Nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos, nuevas cosas por descubrir...

Me levanté, tendi la cama y seguida tomé mi toalla y me dirigí a mi baño -una ventaja de ser la única mujer en casa- cuando entré a éste me despoje del pijamas y entré a la ducha.

Luego salí del baño y me coloqué mis bragas y sujetador para enfundarme en unos vaqueros ajustados a mis piernas, seguido de una sudadera de color verde agua - tapando las marcas en mis muñecas-  y luego mis converse a juego.

Me coloqué la pulsera que me regaló mi hermano mayor antes de irse a la universidad y dejé mi cabello suelto al natural con las ondas que se forman en las puntas.

Luego de verme varias veces en mi espejo agarré mi bolso, mi móvil y bajé al comedor.

— Buenos días — saludé a mi padre y mi hermano menor que desayunaban.

— Buenos días princesa, ¿dormiste bien? — preguntó papá; estaba enfundado en un traje de esos a los que yo llamo pingüinos ya que no me gustan.

Me senté al frente de él, en el taburete, sirviéndome leche para acompañar el cereal.

— No — admití, dando grandes cucharadas al cereal — no pude con esto de ser nueva, ¿y si no encajo? — hice un puchero.

Papá terminó de comer. — No digas eso dulzura, le caerás bien a muchas chicas — besó mi cabello y se dirigió a lavar los trastes que ensució.

— Y chicos — dijo Jeffrei con una sonrisa en su rostro.

— Sí claro, nadie tocará a mi princesa — dijo papá y reímos.

— ¿Les digo lo que no me gusta de todo esto? — dice mi hermano.

— ¿Qué? — levanté una ceja y papá hizo un asentimiento de cabeza para que hablara.

— Que hubiéramos comenzado clases aquí desde el principio, ya saben..., pero llegar a mitad de curso — hizo una mueca — solo faltan seis meses y salimos de vacaciones.

— Por mí está bien — dice papá atrás mío.

— A ti te parece bien todo, Michael — comenta Jeffrei.

Papá ya se había ido a trabajar, Jeffrei me ayudaba a recoger antes de salir.

Nos salió muy bien la casa, ¿quien lo diría?, nos queda solo a unas cuantas  manzanas de las calles de la escuela.

No me gusta el deporte pero tengo resistencia a cuanto voy a caminar, así que no me quejo.

Íbamos caminando por el pórtico hasta salir de la casa, pasé seguro y traje la llave conmigo.

Estaba nadando en mis pensamientos. Ya sé lo usual: me perderé cuando busque el aula, comentarán cosas de mí luego de presentarme, la bienvenida hacía mí, los chicos... Ugh, no podía con tanto.

Pensaba en mis amigas: Sofía y Samantha; no quería viajar hasta aquí y comenzar desde cero hasta aquel accidente...

— ¿Quieres escuchar algo de música? — pregunta Jeff, sacandome de mis pensamientos — digo, te veo muy..., nerviosa y... — sonreí y luego tomé el auricular que me ofreció.

All for you. | Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora