I promise!

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Ya me faltan pocas historias que subir, lo prometo (?)

Esta historia igual fue una de mis favoritas a pesar del tiempo en que fue escrita. Mucho, sinceramente.

One– shot basado en el video de Cosplay del mismo nombre, por lo tanto, también esta basado en la teoría SIR– Alemania.

Los saltos del tiempo pueden ser un poco confusos, por lo que recomendaría ver el vídeos después de leer~

Centrado y en Cursiva, Recuerdos

Escritura normal. El "Presente"

Disclaimer: Hidekaz es el dueño de estos dos dramáticos hermanos~

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– Entonces, el asombroso yo, pudo vencer de nuevo a ese tonto bárbaro de Turquía, y por supuesto, ¡Le gané el trabajo a ese de Hungría! ¡Ese sujeto nunca podrá ganarme a mi!– reía el chico de cabellos plata. Aparentando una edad alrededor de 16 años, batallaba prácticamente a diario, haciendo trabajos tanto para los hombres y como para la iglesia... pero cuando volvía a su hogar, tras un arduo día, era solo de su hermano. Paseando ante el atardecer, lo llevaba de la mano a través del jardín.

Este también sonreía, lo hacía con ilusión y ternura mientras veía a su hermano. El tal vez no era un país en si, pero era tan fuerte y valiente a sus ojos... ¡Lo admiraba tanto! Por eso estaba decidido, volvería a formar el Imperio Romano, mezclado con sus raíces germanas, y de esa forma, también le daría el trono que se merecía al chico de ojos escarlata... Pero para eso tenía que ir a la guerra, justo como Gilbert lo hacía todos y cada uno de sus días... La diferencia era que él sólo lo haciía por responsabilidad o por alguna contribución monetaria que le hacían otros sujetos... Sabía que esos mismos actos bélicos eran riesgosos... que morir estaba a la vuelta de la esquina... No, ¡No tenia que dudar! ¡Él lo haría, lo lograría! ... Aunque...

– Hermano...– lo llamó irrumpiendo en medio de su escándalo, jalando tiernamente la manga de su traje de batalla, un pulcro camisón blanco escondiendo gran parte superior de sus pantalones, con una cruz como condecoración, uno que ya le quedaba algo pequeño.

– ¿Uhm? ¿Qué pasa Sacro?– se detuvo inmediatamente, observando al menor desde su posición, mientras este no quitaba aquel rostro lastimoso. Era raro verlo así de preocupado, a menos que fuera por cierta situación con cierta niña, nieta de Remo Vargas.

– Pase lo que pase, estarás conmigo, ¿Verdad?– el silencio reinó por unos cuantos segundos, observándose a los ojos. Hasta que una pequeña risa por parte del más alto resonó en los oídos del rubio. Por alguna razón, no sonaba en tono de burla, como otras veces... Más bien, era como de ternura hacia la pregunta... ese sentimiento que a veces su hermano decía tener al mirarlo, sin saber por qué...

– ¡Ay! Sacro...– sonriendo dio un par de palmaditas sobre el gorro del menor. – Yo no sólo estaré a tu lado... Yo siempre te estaré protegiendo... Después de todo, ¿Soy o no soy tu asombroso hermano mayor?–

– ... ¿Lo prometes?– observando como jugaba con sus manos algo inseguro el hermano menor, la Orden de los Caballeros Teutónicos lo viró con una sonrisa. Alzó su dedo índice mostrándoselo para su curiosidad, y luego lo pasó por la parte izquierda de su pecho, justo por sobre el corazón, dibujando una cruz.

Until the Day I DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora