Cobarde, maldito cobarde

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A la mañana siguiente en el foro de rodaje después de la visita, por parte del elenco de "Corazón que miente", al programa "Hoy".

- Hola -saluda tímidamente- solo quería decirte que tanto tú como Thelma y Pablo, estuvieron muy bien en el programa "Hoy", felicidades -decía Chris amablemente.

- Vale. Gracias -respondía Dulce con desdén- supongo que lo verías para comprobar el magnífico trabajo desempeñado por tu novia en la entrevista. Pero lástima, ella no estaba ahí. No obstante, pensaste, "ya que estoy, pues veo sus intervenciones en el programa" -rebatía la joven con sarcasmo e ironía, para luego marcharse rápidamente sin esperar su respuesta.

- ¡Dul, espera! -grita el muchacho mientras la agarra del brazo para evitar que se vaya de su lado. Angustiado, Chris no podía tolerar más esa relación insostenible. En cambio, Dulce dirigió hacia su persona una mirada desafiante, llena de resentimiento y dolor.

- Tenemos que hablar. Esta situación nos está causando malestar a ambos -continúa Ucker comprensible.

- Ya hablemos hace mucho y me dejaste las cosas bien claras, así que yo no tengo nada más que conversar contigo -intenta soltarse para marcharse, pero el joven la sujeta de nuevo, esta vez con más fuerza, mirándola fijamente a los ojos.

- ¡Chris! ¡Me haces daño! -vociferó con visibles gestos de dolor.

- Perdón -la suelta de inmediato- nunca ha sido mi propósito hacerte sufrir -dice triste.

- Sin embargo lo hiciste, y mucho -por primera el rostro de Dulce pasó de la ira a la melancolía.

Después de la declaración de Dulce, aunque más bien se tratara de una confirmación, dado que Chris ya se imaginaba todo el sufrimiento que había ocasionado en la joven con sus actitudes cambiantes, fue incapaz de mirarla a los ojos, así que se limitó a bajar la cabeza, y no quitar la vista del suelo. Para evitar que la joven descubriera las lágrimas que comenzaban a deslizarse por sus mejillas, se marchó sin más.

- ¡Vete! ¡Eso es lo que siempre haces ante un momento complicado, huir! ¡Eres un cobarde! Un maldito cobarde... -gritaba la joven enfadada, intentando ocultar ese sentimiento desolador que la invadía cada vez que comprobaba que para ella Christopher había significado mucho más de lo que ella representaba, o alguna vez representó en su vida.

Mientras se alejaba de su lado, rompiéndose a llorar como una niño pequeño, Ucker pensó en esa noche, en esa conversación que mantuvo con su novia.


Corazón que intenta mentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora