[Ayato y tu] Quiero una vida feliz (Pausada)

Conflicto.

-Idiota, no hacia falta hacer tal estupidez, nadie es tan tonto como para-

- ¿Me vas a curar la maldita herida o seguirás quejándote de mi de forma negativaAY!?

- Perdón.- Digo sonriendo. Me gusta causar dolor. En los idiotas.

Siempre.

- Ya, deja.- Dice apartándome la mano con el algodón de si mismo. - No me gusta como te trata, eso es todo.

Suspiro algo estresada, conozco su forma de ser y lo entiendo pero...

- Eres muy impulsivo.- Le doy un beso en la mejilla sobre la herida de la piel haciendo que se muerda el labio debido al ardor.-De veras muy impulsivo...

- Ya, no quiero un jodido sermón de parte tuya.-Me arrodillo en frente de el dejando el algodon a un lado, ubico mi dedo indice sobre mi pulgar, lo acerco a su mejilla y dejo que el dedo lo golpee en ella

- ¡NO JODIDA PERRAAA!- Grita sobándose la mejilla que ya se curo, por mi parte practicamente estoy riendo a gritos en el suelo.

Le muestro la lengua de forma infantil, su mirada fría se torna un tanto perversa.

Mierda

Ayato se abalanzó sobre mi cuerpo y de la nada empezó a hacerme cosquillas.

Ni yo me lo creo ¿Bien?

-NOOOOO -Grito riendo y es que en ningún universo me imagine algo como esto.

Me movía con la idea de detenerlo y que me suelte pero solo conseguí más cosquillas de su parte.

-Te lo mereces por idiota -Me dice mientras baja sus manos Hasta mi estómago moviendo sus dedos hábilmente sobre mi piel provocando que mi risa sólo aumentará.

Sentí mis ojos humedecer.

-¡Detente por favor!

-¡No! -Grita mientras yo solo me muevo como un lagarto pariendo.

O algo así debe ser.

Apenas puedo abrir los ojos por las cosquillas pero puedo divisar a Ayato sonriendo de forma inocente.

-¡Basta que me orinó! -Grito llamando su atención, aprovechando que haya parado, con un giro me di media vuelta quedando sobre el. Le tomé de las muñecas y le sonreí.

-Uh -Bufó el chico bajo mi cuerpo desviando la mirada a quien sabe donde.

-Basta, pareces toro de tanto bufar.

-¿Te pregunte?

-Uy, calma.

Ayato pestañea un par de veces y vuelve a dirigirme la mirada.

Nos quedamos así un par de segundos.

-¿No irás entonces? -Agregó mordiendo mi labio inferior. Ayato frunce el ceño.

-No, Tengo mejores cosas que hacer...

-Claro, Cómo ahora eres líder de un sector, uh...

-Prefiero...ya sabes...

Ya se que viene después de ésto.

¿Seré muy mala si me aprovecho?

-No lo sé, si según tú, Soy idiota..

-No me hagas decirlo -Súplica el de ojos azules con la mirada.

-Te recuerdo que soy idiota.

-_______..

Me cruzó de brazos y lo miro divertida.

-Sólo dilo-

Ayato sonríe y me toma desprevenida aprovechando que lo libre del agarre de mis manos, vuelve a ubicarse sobre mi, y mis piernas permanecen en sus caderas al igual que las suyas a un lado de mis rodillas.

-Prefiero estar contigo, supongo...

-Auch -Me quejo por el golpe que me lleve al dejarme llevar por este idiota al suelo.

-Oye.. -Dice acercando su rostro al mio.

-¿Uh?

Acerca sus labios a mi oído derecho.

Mis mejillas se vuelven extrañamente rojas. Hace tiempo que esto no sucedía.

-No me dejes ¿Bueno? - Su extraña oración produjo en mi una sensación de satisfacción que no esperaba sentir.

Rápidamente hago un movimiento logrando que Ayato caiga a mi lado.

-Ah -Gruñe mirándome enojado.

-¿Eres tú o no?

-¿De que hablas mensa? -Dice Ayato sobando su cabeza.

-Estas raro.

-No estoy raro, estoy cansado y ya... -Dirijo la mirada al techo, intento ordenar mis pensamientos.

-¿Seguro que no vas?

-Tu tampoco vas ¿O si?, No debería preocuparte...

Suspiro y me pongo de pie.

-Esa Batalla definirá Muchas cosas.

Finalizó para seguir ordenando cosas y metiendo las en cajas.

-Ganaremos igual.

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Ayato y yo abandonamos el apartamento.

En la salida, Tora estaba ahí junto con dos más de quienes dudo de su identidad.

Pero no son relevantes, supongo.
Ayato apretó los dientes.

-Lleven las cosas. -Le dijo Tora a sus ayudantes quienes con ayuda de sus Kagunes Subieron a mi piso.

-¿Y ahora? -Digo rascando mi cabeza despreocupada. Supongo que acabo de despeinarme. Uh.

Mi voz llama la atención de Ayato quien no dejaba de matar a el rubio con la mirada.

Tora me sonríe de lado.

-Pues, ya nos encargamos de los residentes del edificio, ahora lo destruimos. -Finaliza su respuesta guiñando un ojo en mi dirección.

Debíamos destruir el edificio por el cual viví un año.

Y desde que puse un pie ahí supe que deberíamos hacerlo.

Digo, No puedes dejar rastros de lugares de asesinato.

Si no lo hacemos, el CCG podría tener más información de la que ya tienen.

Solo será un "accidente".

Sonoko me había dicho alguna vez, "Mantente fuera de lo que no es tuyo, antes de que este se apropie de tu vida".

Los acompañantes de Tora, bajan con un montón de cajas entre sus Kagunes y manos.

Al tiempo que tocan el suelo, el edificio prende en llamas.

-Sayounara... -Digo en un susurro, Ayato me empuja levemente y me empiezo a mover.

Y en el camino, pudimos observar como la cafetería Anteiku caían pedazos y ardía en llamas.

Punto para Aogiri Xx
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