No era un sueño, era ver como la nieve caía con toda tranquilidad a través de su ventana, a su vez el tiempo pasaba tan lento que no entendía el por qué no se aburría de aquel paisaje, o quizás lo sabía pero no quería aceptarlo. El color blanco, esa nieve que cubría casi en su totalidad cada cosa de los exteriores hicieron que el chico recordará aquel rostro, tan níveo y frágil como los copos de hielos que seguían cayendo a través de la ciudad. La dulce melodía volvía a sonar, esa dulce pero melancólica melodía que traía sus recuerdos a flote y hacían que su compostura se quebrará, nuevamente; El recorrer de aquella lágrima le hizo entrar en su realidad, esa que dolía como nada en ese puto mundo. De pronto algo lo saco de sus pensamientos, de esos dolorosos recuerdos como ningún otro.
—SooMi. —Soltó el nombre de la pequeña. Lloraba, como cualquier niña a su edad y es que su propia agonía y mal sentir habrían de despertarla sin querer.— Ya va papá, tranquila.
Uno, dos, tres pasos bastaron para que el alto chico llegase hasta su enorme cama, lugar donde descansaba la pequeña niña de 2 años. Tan sólo llegar a su lado, su expresión fría cambiada; Esa pequeña era su vida entera. Su gran mano llego hasta el rostro de la menor, la cual fue abriendo sus pequeños ojos para verle y finalmente calmarse, ese llanto se esfumo como siempre sucedía cuando YiFan llegaba hasta su lado y cuidaba de ella, por su lado, el Chino no se aguantó dejarla ahí recostada y de a poco cubrió su cuerpo con sus fornidos brazos y la elevo para tenerla más cerca, haciendo que ese frío rostro se enterneciera y una sonrisa saliera a flote.
—Estas tan hermosa, SooMi, mamá nos está cuidando desde el cielo, ¿lo sabías? —Expreso con cierta suavidad pero también se pudo detectar una pizca de tristeza en sus palabras.— No importa que estemos los dos solos, no dejaré que nadie se acerque a ti, no dejaré que nadie me robe tu amor y aunque no crezcas al lado de mamá, yo siempre estaré para ti. —Una segunda lágrima cayó desde su ojo derecho, misma que se desbordo por su rostro hasta caer sobre la manta color beige de la niña.
Simplemente no podía vivir así, la ausencia de Jessica desde que dejo el mundo, provoco una clase de depresión en aquel joven de tez empalidecida y aunque sus amigos e incluso la misma hermana de la chica que amaba le decían que buscará una "madre" para que le ayudará, simplemente era imposible; Se lo iba a negar hasta el final de sus días, jamás dejaría entrar a alguien a su vida a reemplazar la necesidad de él y de su pequeña hija.
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—¿Crees que sea correcto que lo hagas así? Estas llegando muy lejos. —Esa voz era seria pero en ella estaba toda la razón del mismo decir. YiFan cabizbajo, esa era su expresión, no cabía duda que por la mente de aquel chico seguía la vaga idea de no querer nada más con el puto mundo.
—Sabes que para estas cosas no sirvo. —Tras observar nuevamente a la provocativa chica, sólo basto una negativa mirada más para que aquella fémina de ligeras ropas, frunciera su ceño y terminará por largarse de su lado, haciendo que el otro castaño dejará salir un suspiro.
—Kris, deja el pasado ir, ¿sí? No te hace bien. —Se acercó hasta el lado de su amigo, el cual terminó por beber lo que quedaba de cerveza en su botella.
YiFan miró por un momento a MinSeok, él observó directamente a sus pupilas y supo la respuesta sin escucharle, aunque estaba claro que el Chino no diría nada.— Vayámonos de aquí. —Fue lo único que dijo para ya levantarse, dejando la botella vacía sobre la mesa junto a un par de billetes para pagar por el "servicio" prestado por aquel lugar.
Ambos chicos comenzaron a irse, pasando por entre la multitud sin necesidad de decir nada, así eran ellos dos y en cuanto pisaron el suelo de la calle, pudieron percibir el frío que estaba cayendo sobre la enorme ciudad. Sus pasos siguieron yendo, incluso, el mismo silencio seguía ahí entre ellos dos hasta que llegaron a lo que era un parada de buses, en donde el mayor se sentó a la espera del bus que lo llevará a casa.
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You're my destiny 「KrisYeol 」
FanfictionTras la muerte de la mujer que amaba, se enfrento a una seria depresión y lo que era peor, es que su pequeña hija sufría con él toda la pérdida. Pero un día todo cambia, todo pensamiento negativo se va al demonio y una persona llega a sus vidas, ca...